George Clooney reflexiona sobre cumplir los 65: “Te despertarás un día lleno de enfado y será por aquello que no intentaste, no por aquello en lo que fracasaste”

El actor asume haberse equivocado en muchos momentos, pero reivindica que esto ha sido precisamente lo que le ha hecho mejorar con el paso de los años

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George Clooney, integrante del elenco
George Clooney, integrante del elenco de "Ticket to Paradise," posa en la premiere de la película. (Foto AP/Chris Pizzello, archivo)

Resulta difícil definir el éxito. Esa idea tan abstracta, tan etérea, se nos antoja como una meta que, aunque parece estar siempre al alcance de la mano, nunca termine de dejarse atrapar del todo. Sin embargo, nos es mucho más fácil identificar el éxito con personas, generalmente famosas, a las que ya sea por sus logros profesionales, su reputación o incluso su imagen, se les ha otorgado la categoría de triunfadores.

Ahora bien, dentro de este último grupo, ¿hay alguien con más éxito que George Clooney? A sus 64 años, el actor estadounidense puede presumir de una carrera llena de éxitos en las que ha mezclado grandes éxitos en taquilla (como la saga de Ocean’s Eleven y sus dos secuelas) y de crítica (Gravity), sin olvidarnos de su premio Oscar al Mejor actor de reparto por Syriana en 2006 ni de su labor como director, a la que hay que agradecer películas como Buenas noches, y buena suerte o Los idus de marzo, entre otras.

(Warner Bros.)
(Warner Bros.)

“No aprendes nada del éxito”

A George Clooney, el éxito le sienta como un traje, al igual que los que lleva también en esos famosos anuncios de televisión donde, con una sola frase que ya es suya (“¿What else?“), logra condensar el deseo que nos puede despertar tanto una taza de café como el atractivo de uno de los últimos grandes galanes del cine estadounidense. Eso sí, para el actor, todo eso en realidad se aleja de su idea de lo que puede ser el éxito, y es a raíz de esto que ha compartido una reflexión ahora que está cada vez más cerca de alcanzar los 65 años de edad.

Para Clooney, es a esta edad cuando “te despertarás un día lleno de enfado y será por aquello que no intentaste, no por aquello en lo que fracasaste”. Esta afirmación, que no ha tardado en volverse viral en redes sociales después de la entrevista que el actor con la revista AARP, muestra hasta qué punto el intérprete conserva una idea diferente a la tradicional sobre este tema. Así, él considera que los fracasos no solo nutren el aprendizaje sino que exponen la trampa oculta del triunfo: “No aprendes nada del éxito, todo lo aprendes del fracaso. Y el miedo al fracaso es lo que impide que la gente haga algo”. Esa inquietud ante el error, asegura, es el verdadero obstáculo que paraliza los proyectos, las ideas y las decisiones que moldean una vida.

Según contó en una entrevista con The New York Times, desde 2021 vive en una finca del siglo XVIII en la región de Provenza, donde encontró un ritmo de vida muy diferente al de Hollywood

Perder el miedo a intentarlo

Y sí, claro que él ha tenido la fortuna y el buen hacer de participar en películas proyectadas en todo el mundo, pero en su profesión como actor le ha sido inevitable confrontar muchas veces (quién sabe si la mayoría) con sentimientos de rechazo y decepción a su alrededor. Esas etapas difíciles, no obstante, más que oscurecer su trayectoria, han sido detonantes para el crecimiento personal y profesional. “El éxito puede ser engañoso, puede hacernos creer que lo hacemos todo bien. El fracaso, en cambio, nos obliga a mirar hacia dentro y ajustarnos”, explica.

De este modo, la reflexión de Clooney abraza buena parte del discurso “estoico” (inspirado en parte del estoicismo original, pero alejado en muchos aspectos de lo que Séneca, Marco Aurelio y demás autores de esta corriente filosófica clásica escribieron en su momento) que hoy en día triunfa tanto en redes sociales y que explica la repercusión que han tenido sus declaraciones. Al mismo tiempo, sin embargo, su mensaje también llama a superar el miedo a intentar las cosas que paraliza a muchas personas ante algunas oportunidades que se les presentan en la vida. En la perspectiva del actor, el error nunca es definitivo; la parálisis ante la posibilidad de equivocarnos, en cambio, sí puede condenar al estancamiento.