El actor Glen Powell agradece a Chris Pratt y a ‘Guardianes de la Galaxia’ abrir la puerta a protagonistas más “tontos y optimistas”: “No soy Christian Bale”

Tras el auge de personajes oscuros y con mucho que ocultar, la película de Marvel conllevó para Powell la posibilidad de que las grandes producciones contaran también con otros perfiles menos “melancólicos”

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Glenn Powell (izquierda) y Chris
Glenn Powell (izquierda) y Chris Pratt (derecha).

A veces el éxito no solo depende del talento, sino de ajustarse a unas determinadas circunstancias que marcan el tiempo y el lugar. Uno de los lugares donde más se puede comprobar esta lógica es en la industria del cine, donde el éxito de una determinada película o alguno de sus personajes puede marcar las intenciones de las productoras de cara a los años venideros. Por ejemplo, solo el éxito de Star Wars permitió que poco después Ridley Scott pudiera rodar Alien, el octavo pasajero, un proyecto que en un principio parecía no tener futuro.

Ahora bien, este tipo de tendencias no solo afectan al tipo de películas que se realizan, sino a los actores que participarán en ella. En este sentido, el ascenso reciente de Glen Powell en Hollywood se relaciona para el propio actor con el giro que la industria experimentó tras el inesperado éxito de Chris Pratt como protagonista en Guardianes de la Galaxia. En una entrevista con la revista estadounidense GQ, Powell bromea con que él “no es Christian Bale” ni Robert Pattinson, actores que en su momento marcaron una determinada estética de lo que debía ser un protagonista que la audiencia adorara... hasta que Pratt apareció en escena.

Robert Pattinson como Edward Cullen
Robert Pattinson como Edward Cullen en 'Crepúsculo'

Un cambio en los roles principales

Antes de consolidarse como una de las caras más reconocidas del cine comercial estadounidense, Powell vivió años de dificultades, interpretando papeles secundarios o prototípicos, y observando cómo la industria privilegiaba perfiles “melancólicos o oscuros”, como los encarnados por Christian Bale o Robert Pattinson durante la era de Crepúsculo. “Robert Pattinson fue probablemente el prototipo”, afirmó Powell aGQ, al recordar cómo los jóvenes protagonistas de aquellos años se inclinaban por un tono introspectivo y distante, bien diferente al aire desenfadado que, con la llegada de Guardianes de la Galaxia en 2014, empezó a ganar terreno.

La llegada de Pratt como Peter Quill marcó, según Powell, un punto de inflexión que cambió su suerte. “Sin duda, ayudó mucho, no ser melancólico ni oscuro”, reconoce. También reconoció que su propio estilo encajó mejor cuando Hollywood se abrió a personajes “un poco más tontos y optimistas”, un rango en el que, según él, no muchos otros podían desenvolverse con naturalidad.

Chris Pratt en “Guardianes de
Chris Pratt en “Guardianes de la Galaxia”. (Marvel Studios/Kobal/Shutterstock) .

El éxito gracias a parecer lo que no es

El reconocimiento actual de Powell se apoya en varios éxitos recientes, como Cualquiera menos tú y Twisters, además de su inminente debut como protagonista de acción en The Running Man, bajo la dirección de Edgar Wright, cuyo estreno está previsto para el 28 de noviembre en cines. Antes de rodar este último proyecto, recurrió a los consejos de su mentor y colega en Top Gun: Maverick, Tom Cruise. Cruise le recomendó enfocar el rol como un verdadero reto físico: “Sabía que, por el libro de Stephen King, (mi personaje) Ben Richards era un tanque... Gané mucha masa muscular. Gran parte de ella era funcional. Gran parte era para absorber golpes. Pero también era auténtica para el público. Pasé de pensar: ‘Soy actor de película’ a ‘Soy un atleta de alto rendimiento’”, confiesa Powell en la entrevista.

Convertido ya en un icono del cine estadounidense actual, Powell reflexiona ahora sobre la dificultad de controlar la percepción del público y los directores de casting: “Esa es la parte graciosa de Hollywood. No puedes elegirlo realmente. Las personas tienen que escoger que estés en estas películas”.

La serie ha sido cocreada por Glen Powell y Michael Waldron, reconocido por su trabajo en “Loki”, y cuenta con la producción ejecutiva de los hermanos Peyton y Eli Manning.

Hoy, asegura sentirse cómodo jugando con la vulnerabilidad y el humor, y sostiene que su éxito reside en haber encarnado figuras que exhiben confianza solo para, después, mostrar su humanidad o sus inseguridades. De hecho, al rememorar su evolución de roles “de tipo duro” o “antagonista seguro de sí mismo”, como su papel de Hangman en Top Gun: Maverick, Powell reconoce la diferencia entre la imagen que proyecta y quién es fuera de pantalla.