En plena celebración de los 50 años del estreno de Tiburón, no hay mejor momento para celebrar la prolongada y exitosa carrera de Steven Spielberg, su director. Spielberg, tras lograr batir todos los récords de taquilla con esta historia de terror en las playas de Amity Island, demostró que no había historia (ni género) que se le resistiera con títulos de ciencia ficción como Encuentros en la tercera fase o E.T., el extraterrestre, historias de aventuras como En busca del arca perdida o narraciones bélicas como la de El imperio del Sol.
Muchas de estas películas para la historia han surgido de novelas que sus autores cedieron para que Spielberg y su equipo trabajaran a partir del texto. Sin embargo, el director estadounidense también se ha encontrado con casos en los que, pese a su interés (¿quién le diría que no a una propuesta de uno de los directores de cine más importantes de las últimas décadas?), se ha encontrado con la negativa de los autores para realizar cualquier intento. Eso mismo fue, de hecho, lo que le ocurrió con una de las novelas más importantes del siglo XX, El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.
Considerada como una de las novelas más lúcidas a la hora de retratar la adolescencia, El guardián entre el centeno sigue los pasos de Holden Caulfield, un joven que, tras ser expulsado de su internado, deambula por Nueva York enfrentándose a sentimientos de soledad, confusión y desencanto ante el mundo adulto. La novela abordó temas universales como la soledad, la alienación, la depresión y la pérdida de la inocencia, haciendo que muchos lectores jóvenes se identificaran con Holden y sus emociones, convirtiéndolo en un símbolo de la rebeldía juvenil y el rechazo hacia la hipocresía del mundo contemporáneo.

Una idea “odiosa” para el escritor
A pesar del potencial de la novela para construir una película capaz de emocionar a millones de espectadores, lo cierto es que Salinger nunca quiso que nadie adaptara lo que había escrito. Su desconfianza hacia las adaptaciones nació tras su experiencia con la película Mi loco corazón, estrenada en 1949, dirigida por Mark Robson y basada en su relato El tío Wiggily en Connecticut. El autor consideró que la esencia de su cuento se había perdido durante el proceso de conversión a formato hollywoodense. Tras este episodio, adoptó una política absoluta: rechazar toda oferta relacionada con los derechos cinematográficos de sus obras.
De este modo, por más que Steven Spielberg lo intentara, el autor nunca cedió a las pretensiones del cineasta. Quien, por cierto, no fue el único en querer realizar una película sobre su libro: otras personalidades como Marlon Brando, Billy Wilder, Jerry Lewis o Jack Nicholson se mostraron dispuestos a trabajar en el texto, sin que nadie acabara de convencer al escritor. “La idea de una película es lo suficientemente odiosa como para impedirme vender los derechos”, se justificaba el propio Salinger, un escritor por lo demás conocido por su hermetismo y poco gusto por las masas (en 1965 decidió retirarse de la vida pública).
Salinger falleció en 2010, pero su agente, Phyllis Westberg, confirmó que aun así las licencias cinematográficas y escénicas (tampoco permitía adaptaciones para el teatro) permanecen vedadas, pese a que ya han pasado más de 60 años desde su publicación. Eso sí, el escritor dejó caer que tal vez podría aceptarse la venta de los derechos en caso de que su familia necesitara dinero. “Me complace muchísimo, debo añadir rápidamente, saber que no tendré que ver los resultados de la transacción”, escribiría en una carta.
Últimas Noticias
Es una de las mejores películas de la historia del cine, pero en España estuvo varios años prohibida por el franquismo: la gente acudió en masa a su esperado estreno
Stanley Kubrick llevó a la gran pantalla este clásico en 1971, pero en España no podría verse en los cines hasta después de la muerte de Franco

Los mejores estrenos de la semana en cines: de ‘Zootrópolis 2′ a ‘Flores para Antonio’
La nueva película de Disney o el documental en torno al ilustre músico español son algunos de los protagonistas destacados

La trágica historia del médico que consiguió un Oscar sin ser actor: de las torturas en un campo de concentración a su misterioso asesinato una década después
Haing S. Ngor recibió en 1985 la estatuilla a Mejor actor de reparto y se convirtió en la primera persona de ascendencia asiática en conseguirlo

La exposición que reimagina El Quijote a través de la inteligencia artificial: “Quería mostrar una obra de arte sin que sea creada por el artista”
La pieza central ubicada en el Instituto Cervantes es una escultura interactiva que actúa como un aerogenerador capaz de transformar la energía del aire en palabras

Si te gustan los buenos thrillers policiales, no te pierdas la serie mejor valorada por la crítica: la nueva joya de la BBC galardonada con el Bafta
Se estrena la tercera temporada de ‘Blue Lights’, que ha sido comparada como una mezcla entre ‘The Wire’ y ‘Happy Valley’




