La hija del fallecido Hulk Hogan no recibirá nada de la multimillonaria herencia de su padre: “Sé en mi corazón que he hecho todo lo posible”

Brooke Hogan ha decidido alejarse del legado económico de su padre, el icónico luchador estadounidense y estrella de Hollywood, conocido especialmente por su actuación en películas como Rocky III o 3 ninjas en el parque de atracciones, poco antes de su muerte a los 71 años. Aunque el patrimonio de Hulk Hogan alcanza los 25 millones de dólares e incluye derechos sobre marcas registradas, bienes raíces y propiedad intelectual, su hija mayor no figura entre los beneficiarios de la herencia, de acuerdo con informes publicados por medios como TMZ y Daily Mail.

Según estos medios, Brooke Hogan solicitó voluntariamente ser excluida del testamento de su padre en 2023, el mismo año en que pudo verle por última vez. Esta decisión fue motivada por disputas económicas, sino por su desconfianza hacia quienes rodeaban a la exestrella de la WWE: quería evitar verse involucrada en posibles litigios por los bienes familiares tras el fallecimiento del luchador.

La familia Hogan se había visto envuelta en varias polémicas en los últimos años. La madre de Brooke, Linda Hogan, quien fuera esposa de Hulk, lo llegó a calificar de “mentiroso compulsivo” y “adicto al sexto”, lo que llevó a la propia hija a confrontarla recordándole sus abusos verbales y emocionales durante la infancia. Sin embargo, lo cierto es que padre e hija se habían distanciado mucho en los últimos años. Aunque Brooke arregló en los últimos años “arreglar la relación y abordar el problema entre ellos”, sus insistentes intentos (entre los que se incluyó mudarse a Florida para estar cerca de él) no fueron exitosos, lo que desembocó en que ella misma contactara al administrador financiero de Hogan y formalizara su renuncia a cualquier derecho hereditario.

“Durante los últimos dos años, he tenido que alejarme para proteger mi corazón”, ha afirmado Brooke en un mensaje público tras la muerte de su padre, el pasado 24 de julio. “Mi esposo se ha mantenido abierto, buscando acercarse a mi papá sin que yo supiera, tratando de hallar una vía segura para que yo regresara. Después de que mi padre muriera, he leído esos mensajes, algunos respondidos y otros ignorados... pero todos me han partido el corazón”.

A pesar de su renuncia a la herencia, Brooke Hogan aún recibirá una suma modesta proveniente de un fideicomiso de seguro de vida en el que figura como beneficiaria. A sus 37 años, está casada con el exjugador de la NHL Steven Oleksy, con quien ha tenido mellizos en enero. Según las fuentes citadas, ella ha planeado destinar ese dinero a los futuros estudios de sus hijos. Oleksy, además, ha intentado acercar a la familia cuando nacieron los pequeños; sin embargo, Hulk Hogan “respondió fríamente y nunca hizo el intento de conocer a los hijos de Brooke”, según señala TMZ.

La despedida pública de Brooke en redes sociales ha ofrecido una visión íntima del vínculo que mantenía con su padre, más allá de los conflictos. “Nuestra conexión nunca se rompió y era más profunda que las palabras”, ha expresado. Ha recordado que la muerte de Hogan se ha sentido como “si parte de mi espíritu se hubiera ido con él”, e insiste en que no hubo una gran discusión: “Fueron llamadas privadas que nadie oirá, conocerá o comprenderá jamás”.

“De repente, fue como si hubiera un campo de fuerza a su alrededor y no pudiera acercarme”, ha lamentado en su emotiva despedida. Según Brooke, su padre “eligió un camino que claramente le destrozaba el espíritu”, y esto generó “desacuerdos respetuosos” que terminaron por afectar su situación anímica. En honor a su padre, Brooke y Steven han llamado a una de sus hijas Molly Gene Oleksy, dándole el mismo segundo nombre que el del difunto. “Sé en mi corazón que he hecho todo lo posible. Él sabía que yo atravesaría un edificio en llamas por él. Y en muchos sentidos, a lo largo de la vida, lo hice,”.