Un cuadro perdido durante 90 años del pintor italiano Luca Giordano regresa a un convento de Madrid: la obra estuvo “posiblemente en España, incluso en Madrid”

Las monjas compraron la obra después de que esta desapareciera entre 1930 y 1936 y no se supiera nada de ella hasta que se descubrió en una subasta en Portugal

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El cuadro de Luca Giordano
El cuadro de Luca Giordano (1634-1705) 'Cristo y la samaritana' cuelga de nuevo de los muros del Real Monasterio de Santa Isabel, en Madrid. (J.P. Gandul/EFE)

Una imagen en blanco y negro de finales de los años veinte documenta que Cristo y la samaritana, una de las obras maestras del famoso pintor italiano Luca Giordano, se encontraba colgada en la sala de la Tribuna del Rey del Real Monasterio de Santa Isabel de Madrid. Ese espacio hoy ya no existe: fue destruido durante la Guerra Civil española. Sin embargo, tras casi un siglo desaparecido, el cuadro, el cuadro ha vuelto a ocupar una de las paredes sagradas del convento, aunque el recorrido del lienzo durante ese largo intervalo permanece siendo un misterio.

La imagen pertenece a una exposición realizada en 1926 que tuvo lugar en el Real Hospicio de San Fernando, actual Museo de Historia de Madrid. En declaraciones a la Agencia EFE, Roberto Muñoz aclara que, tras esto, no hay nada seguro. “¿Fue vendida la obra por las propias monjas para sufragar obras de reconstrucción de convento? ¿Fue sustraído el cuadro o dañado en los albores de la guerra civil? Todo son conjeturas”. La desaparición del cuadro se produciría años después, entre los años 1930 y 1930, tal y como recordaba una de las hermanas del monasterio fallecida hace poco.

Interior del Real Monasterio de
Interior del Real Monasterio de Santa Isabel con la obra de Luca Giordano 'Cristo y la samaritana junto al pozo'. (Fototeca del IPCE)

Fueron casi 90 años de silencio, hasta que en 2020, la pintura reapareció en una subasta de Lisboa en 2020. Tal y como relata a EFE, Muñoz se percató de que el cuadro de Giordano ofrecido en esta puja era el desaparecido del convento. El cuadro quedaría en manos de la galería madrileña Caylus, aunque finalmente recalaría en Subastas Alcalá. Fue entonces cuando recibió la visita de Muñoz, a quien acompañaba la superiora del monasterio. Esta mujer reconoció que la pintura era la que echaban en falta, razón por la que el cuadro fue adquirido por las monjas “a precio de coste”, sin que haya trascendido la cantidad. Sin embargo, otro cuadro del pintor fue vendido por esta misma casa de subastas, Huida a Egipto, por un precio de 125.000 euros.

Miles de cuadros robados y destruidos

Sobre dónde ha estado el cuadro durante tanto tiempo, la opinión de Muñoz es clara: aunque existe la tentación de imaginar rutas accidentadas o pérdidas por expolio, el estado de conservación del óleo revela un trato diligente. “La obra no estuvo dando tumbos sino que adornó las paredes de alguna ‘casa importante’, posiblemente en España, incluso en Madrid. Podría ser que el cuadro viajase luego a Portugal, a una segunda mansión de esa hipotética familia, que finalmente en 2020 habría decidido vender la obra ‘quizá por moda o porque ya no gustase este tipo de pintura a las nuevas generaciones’”.

Camión con parte del Tesoro
Camión con parte del Tesoro Artístico español llega a la sede de la Sociedad de Naciones, en Ginebra, en 1939. (Colección Carlos Pérez Chacel en Simancas)

El periplo del cuadro de Cristo y la samaritana deviene en un nuevo relato que ejemplifica hasta qué punto las obras de arte fueron una víctima más del horror de la Guerra Civil. Según el trabajo realizado por el catedrático de arte y comunicación de la Universidad Complutense de Madrid, Arturo Colorado, el número de obras de arte perdidas o robadas durante la contienda fue superior a las 8.000. La frecuencia de los bombardeos en Madrid, donde se estima que casi el 40% de los edificios protegidos por su valor arquitectónico sufrieron daños importantes por los obuses, hizo que el gobierno de la Segunda República decidiera trasladar más de 500 obras de arte del Museo del Prado hasta Valencia, desde donde serían enviadas a Ginebra.