Después de convertirse en el actor con más Óscar de la historia, decidió retirarse a los 60 años: casi una década después, regresa en una película de su hijo

Daniel Day-Lewis anunció su adiós a la actuación en 2017 tras terminar ‘El hilo invisible’, escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson

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Para los actores y directores de cine, puede ser algo difícil saber cuándo retirarse. Actualmente, algunas de las mayores estrellas en activo en Hollywood tienen una edad en la que muchos podrían pensar incluso temerario que siguieran trabajando: Martin Scorsese, Robert de Niro, Ridley Scott, Clint Eastwood... y es que este último lo expresó mejor que nadie: “Seguiré trabajando mientras tenga algo que aprender... O hasta que esté senil”.

Claro que también hay casos contrarios. Muchos recuerdan todavía el retiro de Sean Connery en 2003 después de protagonizar La liga de los hombres extraordinarios, una noticia inesperada pese a que el actor ya contaba con 73 años. Si hablamos de retiros prematuros, a la mente llegan casos recientes como el de Cameron Díaz en 2014 (la cual regresará este 2025 de la mano de Netflix) o el del actor Jack Gleeson, conocido por su papel de Joffrey Baratheon y retirado con poco más de 30 años para dedicarse a estudiar filosofía.

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Sin embargo, uno de los retiros más sorprendentes de los últimos años ha sido el de un actor que decidió abandonar la carrera actoral cuando se encontraba quizá en su mejor momento. Y es que Daniel Day-Lewis, el intérprete del que estamos hablando, se había convertido hacía apenas unos años en el actor en categoría masculina con más premios Óscar de todos los tiempos, con tres estatuillas por Mi pie izquierdo (1989), Pozos de ambición (2007) y Lincoln (2012).

El actor favorito de Spielberg, Scorsese y Paul Thomas Anderson

Durante muchos años, Day-Lewis fue conocido por la entrega que dedicaba a todos sus personajes, construidos hasta el último detalle tanto física como psicológicamente. Tras formarse en el National Youth Theatre y la Bristol Old Vic, dos prestigiosas instituciones de arte dramático en Londres, debutó en el cine en la década de los 70 y se fue consolidando como uno de los intérpretes británicos más destacados de su generación gracias a éxitos como Mi hermosa lavandería, La insoportable levedad del ser, El último mohicano o En el nombre del padre.

Day-Lewis no tardó en llamar la atención de los mejores directores del momento. Scorsese contó con él para los papeles protagonistas tanto de La edad de la inocencia como en Gangs of New York, al mismo tiempo que Spielberg decidía contar con él para dar vida a uno de los presidentes estadounidenses más importantes de la historia en Lincoln. Ya con esta película el actor había dado las primeras muestras de querer alejarse de la actuación, pero Paul Thomas Anderson, cineasta que ya había llevado a lo más alto al intérprete con Pozos de ambición, lo convenció para que se uniera al elenco de El hilo invisible, con la que obtendría una nueva nominación a los Óscar.

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Un retiro en lo más alto

A pesar del éxito de esta película, fue entonces cuando, a sus 60 años, el actor hizo público su retiro definitivo. En un comunicado transmitido a través de su representante, se trasladó a los medios esta noticia. “Se trata de una decisión privada y ni él ni sus representantes harán más comentarios al respecto”, advertían, por lo que nunca se supo cuál había sido el motivo por el que Daniel Day-Lewis se retiraba.

Desde ese anuncio, la presencia pública de Day-Lewis ha sido prácticamente nula, lo que alimentó la fama en torno a un talento que, según la crítica y la industria, no ha encontrado a un igual en todos estos años. Al mismo tiempo, el paso del tiempo ha alimentado los rumores de por qué el intérprete tomó la decisión... hasta que finalmente él mismo salió ante los medios para dar una explicación.

“Antes de rodar El hilo invisible, no tenía ni idea de que iba a abandonar la interpretación”, explicaba. “Al terminar, tanto Paul como yo nos vimos inundados por un enorme sentimiento de tristeza que nos pilló por sorpresa. Hasta ese momento, ninguno de los dos fuimos conscientes de lo que habíamos creado. Fue duro vivir con ello… y todavía lo es”.

Daniel Day-Lewis, junto a Vicky
Daniel Day-Lewis, junto a Vicky Krieps en 'El hilo invisible', de Paul Thomas Anderson.

Pese a solo ganar un premio Óscar, la película ha sido considerada por muchos críticos como una obra maestra a destacar de entre las mejores películas del siglo. Parte de esta fascinación se relaciona directamente con el papel de Day-Lewis, que como siempre da todo de sí mismo para encarnar al protagonista. “Toda mi vida he hablado sobre cómo debía dejar de actuar, pero ahora es diferente. La decisión se ha enraizado en mí, convirtiéndose casi en una compulsión. No quiero verme absorbido por otro proyecto”, explicaba en esa entrevista con W Magazine.

El actor volverá a los cines a finales de 2025

Parecía que la decisión de Daniel Day-Lewis era definitiva, pero este año se ha conocido la sorprendente noticia de que el actor regresará al cine con un proyecto muy especial. Anemone, ópera prima de su hijo Ronan Day-Lewis, a quien tuvo con su esposa, la guionista y directora Rebecca Miller.

“No podría emocionarnos más asociarnos con un artista visual brillante como Ronan Day-Lewis en su primer largometraje junto a Daniel Day-Lewis como su colaborador creativo. Han escrito un guion realmente excepcional, y estamos deseando llevar su visión al público junto al equipo de Plan B”, celebraban desde esta productora en un comunicado.

Daniel Day-Lewis y Sean Bean
Daniel Day-Lewis y Sean Bean en las primeras imágenes de 'Anemone'. (Filmaffinity)

El elenco de la película también incluirá a figuras como Sean Bean, Samantha Morton, Samuel Bottomley y Safia Oakley-Verde, lo cual añade atractivo al proyecto. Con un estreno ya fijado en el calendario para octubre de este 2025, muchos han puesto énfasis en el carácter personal y familiar de la película, alimentando la curiosidad en torno a su contenido. Tampoco existen indicios claros sobre si la participación de Day-Lewis en el film marcará un retorno permanente a la industria o si se trata de una colaboración especial motivada por el debut de su hijo.