Bunbury estalla en pleno concierto por el uso del móvil: “La p... cámara grabando. Ustedes incomodan y hacen que esto sea peor”

La estrella española rogó a los asistentes antes de comenzar la gira que “vivieran la experiencia” y “limitaran el uso del teléfono”. De poco ha servido

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Enrique Bunbury estalla por el uso del móvil en sus conciertos. (Fuente: Bunbury Universo en X)

“Todo arde si le aplicas la chispa adecuada”, reza una de las mejores letras de Héroes del Silencio. No se trata del espíritu de la canción ni se acerca a lo que Enrique Bunbury hubiera deseado, pero un pequeño gesto, muy habitual, terminó con su paciencia y estuvo cerca de desbaratar uno de los conciertos de la gira en la que anda embarcado. Y no es que no hubiera avisado en anteriores ocasiones. Tan solo pide que la gente viva el espectáculo. Estalló.

Bunbury es un artista sin redes sociales y escéptico con la tecnología que mueve los pies del suelo o aleja el contacto físico, y hay cosas que no comprende. Seguro a nadie sorprende hoy día que en cualquier gran acontecimiento deportivo, musical o de cualquier otra índole haya gente, no poca, que decide no mirar sino a través de la pantalla de su teléfono móvil, grabar, cada cual con sus razones. Pero no trates de explicárselas a él. Ha dicho basta.

A partir de ahora, cualquiera que ose a sacar el móvil del bolsillo en una de sus actuaciones ya sabe a lo que se expone. Y eso que no conoceríamos lo ocurrido si nadie, y pese a la que estaba cayendo, hubiera estado captando segundo a segundo el momento, la tremenda bronca de la estrella a uno de sus fans, nada menos que en primera fila. Debe ser que no vio cómo hace un mes, en un show en México, el de Zaragoza quitó de las manos el móvil a un fanático.

Enrique Bunbury en su gira
Enrique Bunbury en su gira 'Huracán Ambulante'.

Así fue el momento

Esta vez fue en Quito. El vídeo, como paradoja, es un cañón en redes sociales. Bunbury deja de cantar, la banda deja de tocar. Entonces dice: “Todo el puto concierto con la puta cámara grabando el puto concierto. Si estás aquí en primera fila... Seguro que hay mucha gente a la que le gustaría estar ahí, disfrutando, conectando, participando del concierto; cantando las canciones, utilizando las manos para algo más que tener un puto apéndice tecnológico”.

Trata de hablar sereno, pausado, conteniendo el enfado. Trata de transmitir que él está trabajando, que se trata de una falta de respeto. Deja de dirigirse a una sola persona para hacerlo a todo el público, o a los que quieran dar por aludidos: “Ustedes dejan de participar por el hecho de tener un teléfono y ustedes incomodan y hacen que el concierto sea peor”. Se genera cierto clima de incomodidad, pero también de comprensión y mandan los aplausos al discurso.

Pero el recital no puede continuar, o al menos debe detenerse un momento. El artista ha perdido la concentración, y así lo hace saber: “Siento que hayamos tenido que parar la canción, pero es una canción en la que tenemos que estar concentrados y tenemos que estar metidos, y a mí me ha quitado completamente la concentración”. Guarda silencio unos segundos, mira al público y termina dejando la guitarra y aparentemente abandonando el escenario cuando termina el vídeo.

Enrique Bunbury en la presentación
Enrique Bunbury en la presentación de su gira. (Jorge Contreras/Infobae México)

‘Huracán Ambulante’ tras un inquietante adiós

Bunbury regresó tras un triste parón para sus seguidores porque se pensaba definitivo. Problemas en la voz le llevaron a hacer el anuncio de una despedida, pero ha logrado sobrellevarlos o convivir y está de nuevo de gira. Huracán Ambulante, la ha llamado. Antes de comenzarla hizo un ruego: “Van a ser solo 15 conciertos, pero los vamos a vivir como la gran ceremonia que la música en vivo debe ser. Una petición, si hace falta de rodillas: limiten el uso de los celulares y vivan la experiencia, no se arrepentirán”.

Tras México, El Salvador, Guatemala, Honduras y Colombia, recaló en Perú, antes de regresar a Colombia y terminar con dos fechas en Estados Unidos. Y en Quito pasó, este miércoles. El cantante nunca se ha caracterizado por las medias tintas o las respuestas vacías, quiere gustar por quién es sin atender a fórmulas musicales o de marketing que pudieran acercarle a más gente, propiamente las redes sociales. No iba a ser a sus 57 años cuando esto fuera a cambiar.