El creador de ‘El juego del calamar’ revela cómo era el desenlace original de la serie: “Era algo así como un final feliz”

Hwang Dong-hyuk tenía otras ideas al principio, aunque admite que no eran pensando en el spin-off dirigido por David Fincher

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El Juego Del Calamar presenta un nuevo tráiler de su tercera temporada.

El desenlace de la tercera y última temporada de El juego del calamar respondió a numerosas preguntas centrales sobre el destino de los personajes y la estructura de los juegos mortales, pero pudo haber seguido un rumbo completamente diferente. Hwang Dong-hyuk, creador de la serie, reveló que existió una versión alternativa del final en la que Seong Gi-hun habría logrado escapar de la isla y viajar a Estados Unidos para reencontrarse con su hija, planteando la posibilidad de un cierre más esperanzador para el protagonista. “Al principio, cuando solo pensaba vagamente en las temporadas dos y tres, imaginé un final en el que Gi-hun salía vivo de los juegos y se iba a ver a su hija en Estados Unidos. Así que era algo así como una especie de final feliz”, relató Hwang al compartir detalles del proceso creativo.

El camino finalmente elegido por el guionista resultó mucho más sombrío y ajustado al tono crítico que define el espíritu de la serie. Según Hwang, el propósito principal era ilustrar cómo los sistemas opresivos persisten aunque una de sus ramificaciones sea destruida. Una vez cerrados los juegos en Corea y con la destrucción de la arena como resultado del sacrificio de Gi-hun, la intención era dejar en claro que el sistema no se desmantela con facilidad y que sigue operando con fuerza y profundidad. El desenlace evita tranquilizar completamente al espectador, mostrando que “este tipo de juegos siguen ocurriendo en Estados Unidos” y confirmando la vigencia de las estructuras de poder y desigualdad más allá de las fronteras coreanas.

Las alternativas que manejaba Hwang incluían no solo la huida de Gi-hun, sino también una intervención policial. En la versión descartada, Jun-ho y la policía habrían encontrado la isla antes de la última ronda, interrumpiendo así el clímax. Bajo esa premisa, Gi-hun y otros personajes principales, e incluso un bebé, habrían sobrevivido para finalmente abandonar el lugar. Sin embargo, esa opción fue desplazada durante el montaje final de los últimos episodios. El creador remarcó que no barajó más que estas dos alternativas y optó por la más trágica al considerar detenidamente el mensaje central de la obra. Reflexionó sobre lo que aspiraba a transmitir y concluyó que el final oscuro resultaba más adecuado para el relato y su crítica social.

El juego del calamar 3
El juego del calamar 3 - Squid Game (Captura: Netflix)

Conectando con la nueva seria americana

Hwang afirmó que deseaba subrayar el carácter resistente y omnipresente de los sistemas capitalistas y cómo estos reproducen las reglas de los juegos en escenarios internacionales. Así, El juego del calamar trasciende la mera competencia mortal para convertirse en una alegoría vigente sobre la sociedad de clases contemporánea y los dilemas sociales derivados del ansia de poder y riqueza. La estructura de la serie y sus desenlaces transmiten esa perspectiva, reflejando un microcosmos de la lucha por la supervivencia y la fractura social.

Pese a que la tercera temporada marca el cierre de la narrativa principal, Hwang confirmó que existen otros proyectos relacionados con el universo de El juego del calamar en desarrollo, incluyendo una “historia intermedia” que exploraría los acontecimientos previos a la segunda temporada. Aunque por el momento no se anunciaron novedades sobre el spin-off dirigido por David Fincher, Hwang valoró la posibilidad y expresó su interés por ver una reinterpretación estadounidense, señalando que admira profundamente la filmografía de Fincher.

El juego del calamar, disponible en Netflix, narra la historia de cientos de personas endeudadas que reciben una invitación misteriosa para participar en juegos infantiles, con la promesa de un premio de 45.600 millones de wones y el riesgo de perder la vida en el intento. La serie consolidó su éxito como fenómeno global, tanto por su trama intensa como por su capacidad para estimular el debate en torno a la desigualdad, la ética y la condición humana.