Una estrella del country insulta a Beyoncé por su último disco: “Podéis decirle que vamos a por su maldito trasero”

El lanzamiento de Cowboy Carter, el último álbum de Beyoncé, ha marcado un punto de inflexión dentro de la industria de la música country actual. El álbum logró instalarse en la cima de los rankings al poco de salir, reflejando una recepción masiva que desplazó a otras figuras establecidas del género.

El reconocimiento institucional llegó rápidamente. En los Grammys 2025, la cantante se alzó con el premio a Mejor Álbum Country, una distinción que subraya el alcance transversal de su propuesta, en la que no faltan influencias del pop, el R&B y el gospel. Con todo ello, la artista se ha asegurado formar parte, desde ya, en la historia de este género musical que tanto tiene que ver con la identidad cultural de (una parte de) América.

Al fin y al cabo, el country siempre ha sido un género musical asociado a la población blanca, debido principalmente a su origen en el Sur de Estados Unidos tras la influencia de inmigrantes europeos, especialmente de Irlanda. “Me siento honrada de ser la primera mujer negra con un sencillo número uno en la lista Hot Country Songs”, celebraba la artista poco después de lanzar los primeros singles del disco. “Mi esperanza es que, dentro de unos años, la mención de la raza de un artista, en lo que se refiere al lanzamiento de géneros musicales, sea irrelevante”.

La irrupción de Beyoncé en los primeros puestos de la música country ha provocado en la industria todo tipo de reacciones. Uno de los pronunciamientos más resonantes ha sido el de Gavin Adcock, músico country cuya postura ha cobrado notoriedad tras viralizarse unas declaraciones realizadas durante un concierto.

“Podéis decirle que vamos por su maldito trasero”, se escucha a Adcock dirigirse a su audiencia tras advertir que el disco de Beyoncé superaba el suyo en los listados de Apple Music. Esta afirmación, que rápidamente circuló en redes sociales, sintetizó la resistencia de sectores tradicionales ante el avance de una figura ajena al canon country. “Eso no es música country, nunca lo fue y nunca va a ser música country”, remarcaba desde el escenario, sellando una delimitación clara sobre el lugar de Cowboy Carter en la gramática del género.

Debido al revuelo causado, Adcock ha optado por reforzar sus argumentos en Instagram. Allí ha compartido recuerdos personales sobre Beyoncé, mostrando cierta admiración por sus éxitos pop: “Cuando era chico, mi mamá escuchaba Beyoncé en el coche”, recuerda. Sin embargo, mantiene una línea firme respecto al debate de género musical: “No creo que su álbum deba etiquetarse como country. No suena a country, no se siente country”, argumenta. Además, Adcock también lamenta que artistas “que han dedicado su vida a este género y modo de vida tengan que competir o seguir ese disco en las listas solo porque ella es Beyoncé”.

A lo largo de varias décadas, Beyoncé se ha destacado como una artista capaz de hibridar diferentes géneros como el pop o la música urbana. En este caso, la cantante ha confesado las críticas que tuvo que enfrentar por, precisamente, adentrarse en un género que en un principio se encontraba vedado para ella... y de cómo precisamente ese rechazo, en el que inevitablemente tenía que ver su color de piel, había motivado Cowboy Carter.

“Este álbum lleva más de cinco años gestándose”, explica en un post de Instagram. “Nació de una experiencia que tuve hace años en la que no me sentí bienvenida... y estaba muy claro que no lo era. Pero, a raíz de esa experiencia, profundicé en la historia de la música country y estudié nuestro rico archivo musical”.

Respecto a las críticas recibidas cuando empezó a trabajar con este género musical, la artista explica que fueron esos comentarios negativos los que la llevaron a “superar las limitaciones que me imponían”. “Espero que podáis escuchar mi corazón y mi alma, y todo el amor y la pasión que he puesto en cada detalle y en cada sonido”.