El Museo Nacional de Cataluña afirma que hará caso a los tribunales con las pinturas de Sijena, pero alegará su “incapacidad técnica” para realizar el traslado

El patronato ha incidido en la necesidad de crear una comisión técnica que evalúe y ejecute el desplazamiento

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Imagen de las pinturas murales
Imagen de las pinturas murales de Sijena. (MNAC)

El patronato del Museu Nacinoal d’Art de Catalunya (MNAC) ha decidido este lunes pedir una incidencia de ejecución ante el juez para comunicar su “incapacidad técnica” de cara a trasladar las pinturas murales de Sijena del museo en el plazo establecido por ley.

La decisión se ha tomado en una reunión celebrada con posterioridad a que, el pasado 28 de mayo, el Tribunal Supremo confirmara la sentencia de la Audiencia de Huesca ratificando la propiedad aragonesa de las valiosas pinturas murales del monasterio de Sijena. Una postura que provocó que el propio equipo del museo advirtiera la “imposibilidad” de llevar a cabo una operación que, aseguraban, ponía en riesgo el estado de las pinturas, y que ha conllevado esta decisión final de alegar la incapacidad del museo para abordar la operación.

Por esta razón, y pese a que el MNAC ha manifestado la voluntad de cumplir con las resoluciones judiciales “dictadas hasta ahora”, la entidad ha solicitado tiempo para crear un grupo técnico solo con personal especializado, de cara a evaluar y realizar los trabajos requeridos por la magistratura. Una comisión técnica a la que el Gobierno de Aragón estaría invitado a formar parte.

Salvamento o expolio encubierto

En las últimas semanas, el mundo del arte y el patrimonio histórico y artístico en España ha vivido uno de los conflictos más mediáticos de los últimos años. Se trata de la confrontación entre el Museu Nacional d’Art de Catalunya y el Gobierno de Aragón por las pinturas de Sijena, una serie de frescos murales expuestos en la entidad catalana y declarados monumento nacional desde 1923.

Las pinturas murales del Monasterio de Sijena (Huesca) llegaron al MNAC como resultado de una operación de salvamento y posterior restauración en el contexto de la Guerra Civil española y las décadas posteriores. Durante la Guerra Civil, en 1936, el monasterio sufrió un incendio provocado por milicianos anarquistas, que causó graves daños a su patrimonio. Las pinturas murales románicas, que decoraban el ábside y las paredes de la sala capitular del monasterio, resultaron afectadas por el fuego, el humo y el agua.

El patronato del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) ha acordado este lunes pedir una incidencia de ejecución ante el juzgado para informar de la "incapacidad técnica" del museo de llevar a cabo el traslado de las pinturas murales de Sijena en el plazo establecido por la ley de enjuiciamiento civil ni tampoco técnicamente. (Fuente: MNAC/Europa Press)

Así, a petición del Gobierno franquista, y con autorización de la Iglesia, técnicos del Instituto Nacional del Patrimonio Artístico y del MNAC (entonces Museo de Arte de Cataluña) realizaron una intervención para arrancar las pinturas de las paredes para evitar su deterioro total y poder proceder a una restauración y conservación. Así se hizo, pero finalmente, fue en esta última institución donde quedaron expuestas, como una de las partes más atractivas de su colección de arte románico.

Esto ha hecho que Aragón lleve tiempo reivindicando que toda la operación fue, en realidad, una expoliación encubierta. Las autoridades aragonesas y el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena han mantenido durante décadas una reclamación para recuperar las pinturas, alegando que nunca se autorizó legalmente su salida ni su adquisición por parte del museo. Sin embargo, la disputa se ha intensificado en los últimos años con una serie de sentencias que han ido dando la razón a la parte aragonesa, ordenando el retorno de las pinturas, incluso con la venia del Tribunal Supremo.