Rita Payés, un retorno a lo esencial: “Ahora se le está llamando música a muchas cosas y habría que ver si realmente lo son”

Un año después de su último disco, la artista prepara un verano en el que combinará actuaciones en directo con la preparación de un nuevo álbum

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Rita Payés, en su entrevista
Rita Payés, en su entrevista con 'Infobae España' (Helena Margarit Cortadellas)

La música siempre ha estado presente en la vida de Rita Payés. Hija de una guitarrista y un trompetista, esta famosa cantante y compositora se crio junto a sus hermanos en un entorno donde tocar un instrumento era el pan de cada día. Por eso, muy pronto acabaría entrando como trombonista en la Sant Andreu Jazz Band, un conjunto musical compuesto por jóvenes talentos liderados por Joan Chamorro, quien vería en ella algo diferente al resto.

“Rita Payés es magia, dulzura, sensibilidad, carácter; una bola de talento y energía en constante evolución”, llegaría a decir el famoso conocido músico de jazz, con quien Rita sacaría sus dos discos. Desde entonces, ha lanzado tres más: trabajos en los que, mezclando este género con otros registros del folclore latino y mediterráneo, se ha convertido en una de las voces más reconocidas y reconocibles de la música en español, pese a abordar músicas alejadas de lo comercial.

Ahora, un año después de lanzar De camino al camino, su trabajo más ambicioso como cantante y compositora, prepara un verano en el que se la podrá escuchar en citas como el Festival Rizomes (del 20 al 22 de junio), un evento ecosistemático celebrado en plena naturaleza donde la concurrencia de artistas se combina con una preocupación por el medioambiente. Hay algo de eso en lo que hace Rita: un posicionamiento, una conciencia de que la música siempre debe estar en el lado bueno de las cosas. Aunque a veces cueste.

Imágenes del Festival Rizomes. (Lisa
Imágenes del Festival Rizomes. (Lisa Marie Bosbach)

Siempre acompañados

-Pregunta: Cuando eras pequeña y tocabas el trombón en las clases de música, ¿en algún momento pensaste; ‘Vale, Voy a ser famosa con esto’?

-Respuesta: No, para nada (ríe). Todo ha sido como un poco casualidad, pero estoy agradecida de que haya sido así. En ningún momento, haciendo lo que hacía, pensaba como en este tipo de meta. Me lo he ido como encontrando y agradezco el fruto, aunque en ningún momento he intentado crear desde ahí

- P: ¿Qué recuerdos tienes de tus primeros discos?

- R: Tengo súper buenos recuerdos. Yo formaba parte de esta banda (Sant Andreu Jazz Band) que al final es una banda que es una maravilla, en el sentido de que tú tienes gente de tu edad que tiene la misma motivación que tú y que además es una motivación que, aparentemente, es un poco rara, de que de golpe les guste la música de jazz y toquen esa música aquí y de esta forma. Era muy bonito, como sentirte acompañada, y tener todos estos compañeros al final hacía que tú te motivarás más y más a querer aprender.

- P: Hablas de sentirte acompañada y, pensando en los dos discos que has sacado con tu madre, me pregunto si eso es algo que has sentido durante toda tu carrera.

- R: Sí, totalmente. Yo creo que la música es de las cosas más bonitas que tiene: esta colectividad, el saber acompañarte de gente que admiras tanto musicalmente como personalmente, porque al final es gente con la que vas a pasar mucho rato y en ese sentido creo que lo estoy haciendo bastante bien.

Con 80 años, igual que con 15

- P: ¿Te consideras una veterana ya?

- R: No, qué va.

- P: Pero sí una persona experimentada.

- R: Tengo mis experiencias, pero a la vez me siento súper virgen en muchos sentidos. Es otra cosa bonita que tiene la música. Hay tantas maneras de acercarte a esto que por mucho que te piensas que sabes, no: en realidad no sabes nada. Y admiro mucho a la gente que de alguna forma enfoca la vida así. En mi grupo el contrabajista es Horacio Fumero, que tiene 75 años y es un hombre que cada mañana se levanta por la mañana y se pone a estudiar escalas, ¿sabes? Y para mí esto es lo que me inspira: vivir una vida en la que te levantes por la mañana con 80 años y sigas estudiando lo mismo que estudian los niños de 15.

- P: Con ese enfoque, con tu último disco De camino al camino, ¿qué era lo que te motivaba?

- R: Para mí fue una búsqueda todo el disco. De entrada, no pretendía hacer un disco, pero de golpe vi que tenía todas esas canciones y que igual no era mala idea. Lo junté todo y empezamos a experimentar un poquito de ahí. Yo no tenía una idea inicial de qué iba a hacer, fui como conociéndolo poco a poco y entendiendo que lo bonito está en el andar, que puede ser algo muy típico, pero muy real y que cada vez más, en estos tiempos tan inmediatos y tan rápidos y tan efímeros, lo necesitamos en nuestra conciencia.

- P: ¿Disfrutas más haciendo música en un estudio de grabación o en un escenario?

- R: Me gustan las dos cosas. Es verdad que lo que es el directo de conciertos lo disfruto muchísimo porque es como un momento de dejarse ir. De alguna forma, lo siento como mi momento de jugar a tope, un ahora o nunca.

Las cancelaciones por el fondo KKR

- P: Ahora que se acerca el verano, ¿tienes algún criterio para elegir a qué festivales vas?

- R: Depende de muchas cosas, primero de que te quieran ahí. En general, yo estoy feliz de tocar a todos los sitios donde se propone, así que creo que el tema es más lidiar con mi vida personal, de no eclipsar toda mi vida haciendo solamente conciertos porque también es muy cansado y tengo una familia.

- P: Con el tema de las cancelaciones que está habiendo en algunos festivales por la financiación del fondo proisraelí KKR, ¿tienes una postura clara?

- R: Ese es un tema que da para mucho. La verdad es que no lo sé.

- P: Debe ser complicado.

- R: Mucho. Realmente, lo que me encantaría es que se cancelara todo y que tuviera una repercusión real. Decir: ‘ya está, el festival no existe’. Pero claro, hay muchas circunstancias personales y hay muchas cosas detrás de todo esto. Entonces, realmente no tengo una opinión firme. Lo que sí que te puedo decir es que me parece un horror lo que está sucediendo y que, desde luego, tendríamos que hacer algo. Eso está más que claro.

Vídeo de presentación del festival de música Rizomes, una apuesta por la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza. (Rizomes)

- P: En el otro extremo, dentro de poco cantas en el Rizomes, que es un festival que tiene ese ingrediente extra ético por cómo trabaja temas como la sostenibilidad o reducir el consumo energético.

- R: Sí, a mí me da mucha tranquilidad. Es lo de siempre: si te vas a comprar una camiseta en una tienda de tu pueblo que sabes que lo hace la abuela de atrás, pues yo me la compro y estoy tranquila. Si yo voy y compro en Zara, realmente no estoy tranquila porque entiendo el trasfondo de todo esto, pero es verdad que es una cosa que la tenemos tan interiorizada... Todo el mundo bebe Coca-Cola y no pasa nada. Son cositas del día a día que está bien que uno se vaya revisando. A mí me gusta pensar que intento hacerlo un poquito. Así que sí, desde luego me da muchísima tranquilidad ir a un festival así, que pueda cuidar todo esto y que vayas a tocar ahí también con la conciencia tranquila, sentir que vas a hacer música, que al final es algo que solo puede hacernos bien.

C. Tangana y Rita Payes
C. Tangana y Rita Payes actúan en la gala de los premios Goya. (REUTERS/Eva Manez)

Con la música siempre por delante

- P: El otro día tocaste con la Orquesta Sónica de Barcelona, primer conjunto musical sinfónico de música no-clásica del sur de Europa. Son todo proyectos diferentes a lo que es habitual encontrarse hoy en día. ¿Eso es en lo que hay que creer?

- R: Total. Yo creo que nos falta un poquito abrir la cabecita también, porque ahora es verdad que se le está llamando música a muchas cosas, que sería un debate muy grande y otra entrevista y tampoco sabría posicionarme, pero habría que ver si realmente lo son. Vas a ver un concierto y muchas cosas ya no son conciertos, son shows, son cosas que engloban mucho más que la música, la música es simplemente un ingrediente más. Entonces, a mí me hace realmente muy feliz ver que se están haciendo nuevos proyectos de este calibre en los que la música va totalmente por delante y es lo que se cuida al detalle.

- P: ¿Es fácil ir con la música siempre por delante?

- R: No, no, y menos ahora. Esto también es un temazo... Yo siento ahora, por ejemplo, que hay muchísimos artistas, yo incluida seguramente, que tienen que poner muchísima más mirada en, por ejemplo, la comunicación o en las redes, en tu manera de exponerse y ya no tanto en el tocar si quieres dedicarte a esto, si quieres hacer conciertos, si quieres que te programen, si quieres que los promotores te hagan caso. Eso es muy desgastante porque no hay una fórmula. Todos sabemos que los algoritmos van y vienen y se sufre de eso también. De golpe te encuentras en tu día a día, gastando muchísimo más tiempo en pensar cómo hacer que esto tire que en tocar o en estudiar o poner presencia a la parte musical. Eso, la verdad, me parece una mierda. Así de claro te lo digo.

- P: En cierto modo, se podría decir que la música en sí misma está infravalorada.

- R: Uno tiene que ser algo muy espectacular para que de golpe se le ponga solo el foco en eso.

- P: ¿Tú qué estás preparando de cara al futuro?

- R: Es un álbum que será un dúo, con alguien que todavía no puedo decir, pero que hace tiempo que tenemos ganas de hacerlo. Ahora ha sido el buen momento para las dos.

- P: ¿Algún deseo más?

- R: Pues que siga todo así. O sea, mundialmente no, desde luego, pero toco madera por poder seguir haciendo lo que hago y por poder seguir haciendo conciertos y que la gente venga. No sé, eso sería muy fuerte.

- P: ¿Y un deseo más pequeñito para el verano?

- R: Pues que se acabe el puto genocidio, tío.