Martin Scorsese confiesa que ya no va al cine y estas son las razones: “La gente habla y se levanta a comprar comida”

El director ha revelado que el comportamiento de algunos espectadores y su propia condición física son algunos de los motivos por los que cada vez acude menos a las salas

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Foto de archivo del director
Foto de archivo del director Martin Scorsese. EFE/Kyle Grillot

Martin Scorsese, uno de los directores más influyentes y reconocidos del cine contemporáneo, ha sido una figura clave para atraer a los espectadores a las salas de cine. Con obras emblemáticas como Taxi Driver y Uno de los nuestros, se consagró como un cineasta capaz de atraer a millones de espectadores sin por ello renunciar a un estilo personal.

Prueba de ello ha sido su última película, Los asesinos de la luna, la cual consiguió recaudar más de 24 millones de dólares en Estados Unidos solo durante su primer fin de semana. Nada mal para tratarse de una película que asustaba por su duración de tres horas y media. Puedes sentarte frente al televisor y mirar algo durante cinco horas", se defendía entonces. “Además, hay muchas personas que miran teatro durante tres horas y media. Hay actores reales en el escenario, no puedes levantarte y caminar. Le das eso, respeto: hay que darle un poco de respeto al cine”.

Tráiler de 'Los asesinos de la luna', la última película de Martin Scorsese protagonizada por Leonardo DiCaprio, Robert De Niro y Lily Galdstone.

En una época en la que las plataformas se han convertido en una alternativa frecuente para aquellos espectadores que desean ver una película, nombres como el de Scorsese se han convertido en un elemento indispensable para la supervivencia de los cines. Sin embargo, incluso el director parece haberse desvinculado poco a poco de las salas, aunque sus razones sean totalmente distintas a las de la mayoría de las personas.

Martin Scorsese va cada vez menos al cine

En una reciente conversación con el crítico de cine Peter Travers, el aclamado director confesó que ya no disfruta de ir al cine debido al comportamiento del público, mucho menos cívico que hace unas décadas. “La gente habla, se levanta a comprar comida, está sentada con el móvil y ahoga las voces de los actores con sus conversaciones”, expresaba en esa charla, mostrando una gran irritación por la falta de respeto hacia lo que sucede en pantalla.

Según Travers, Scorsese “se mostraba visiblemente irritado” por estas distracciones que interfieren con la experiencia cinematográfica. Y es que, aunque ha encontrado consuelo en el formato IMAX (que ofrece una inmersión tanto con la imagen como con el sonido) cuando puede sentarse en los asientos traseros, lo cierto es que el director cada vez prefiere más ver las películas en la soledad (y el silencio) de su propia casa.

“Siempre tengo a alguien grande delante de mí”

Ante las quejas de Scorsese sobre el cambio de comportamiento de los espectadores en los últimos años, Travers intentó poner en apuros a su amigo señalándole cómo ambos también solían conversar durante las proyecciones. “Hablábamos sobre la película. De lo bien que lo pasábamos discutiéndola”, contestaba el director.

Además, en el coloquio se reveló otra razón por la que el famoso cineasta acude cada vez menos a las salas a ver los nuevos estrenos. Y es que existe un motivo que tiene que ver única y exclusivamente con su persona. “Soy bajito”, lamentaba frente a los asistentes, “y siempre tengo a alguien grande delante de mí”. De hecho, no es solo en el cine donde la altura de Scorsese (1,63 metros) le juega malas pasadas. Así, mientras Martin Scorsese, a sus 82 años, continúa dejando su huella en la industria, elige disfrutar de sus filmes “desde la distancia”.