Muere el escritor y director de cine francés Philippe Labro

El también periodista y letrista ha fallecido a los 88 años. Dirigió obras como ‘El heredero’ o El azar y la violencia’ trabajando junto a grandes actores como Jean-Paul Belmondo o Yves Montand

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Muere el escritor y director
Muere el escritor y director de cine Phillipe Labro a los 88 años

El mundo de la cultura y los medios franceses pierden a uno de sus grandes nombres. Philippe Labro, periodista, escritor, cineasta y figura clave en la radio y la televisión, falleció el miércoles a los 88 años. Dueño de una de las trayectorias más polifacéticas y admiradas del panorama francés, Labro supo trazar puentes entre periodismo, literatura, cine y música, dejando una huella profunda e indeleble.

Nacido el 27 de agosto de 1936 en Montauban, al sur de Francia, Labro descubrió desde muy joven su vocación por la comunicación. Apenas adolescente, a los 15 años, participó en un concurso organizado por el diario Le Figaro para crear un periódico juvenil. Ganar la competencia no solo le permitió asumir de inmediato la dirección de esa publicación, sino que marcó el inicio de una carrera espectacular. El propio Labro compartió en diversas ocasiones la anécdota de cómo el impulso de su madre lo animó a perseguir ese primer gran desafío.

Sus horizontes se ampliaron con la obtención de una beca para estudiar en Estados Unidos en 1951. Esta experiencia, vivida en plena juventud, influiría decisivamente en su obra literaria, dando origen a novelas como L’étudiant étranger y Un été dans l’Ouest, ambas impregnadas de las vivencias acumuladas en ese país. Labro trasladó el espíritu inquieto adquirido en suelo estadounidense a la redacción francesa, iniciando su carrera en medios como la emisora Europe 1 y la revista Marie-France, dirigida al público femenino.

El periodismo escrito lo llevó al diario France Soir, donde colaboró bajo la guía de Pierre Lazareff, a quien recordaba como su “padre espiritual”. Allí se consolidó como reportero destacado, enfrentando la realidad de la guerra en Argelia, en la que fue movilizado como periodista. Cubriendo el conflicto, Labro ofreció una mirada sensible sobre el papel del reportero en tiempos de guerra y los dilemas éticos a los que se enfrenta. De regreso en París, la televisión se convirtió en otro escenario de desarrollo. Su participación en el popular programa Cinq colonnes à la Une le permitió explorar nuevos lenguajes y acercar la información a un público más amplio. Durante la década de 1960, extendió su influencia en publicaciones icónicas como Paris Match y Le Journal du Dimanche, consolidando un perfil de periodista versátil y respetado.

Phillipe Labro junto a Jean
Phillipe Labro junto a Jean Paul Belmondo

Un escritor versátil e intelectual

En 1976 se sumó a la radio RTL como redactor jefe y presentador, abriendo un ciclo de quince años en el que la emisora vivió momentos emblemáticos bajo su liderazgo. Supo conjugar el rigor informativo con una aproximación innovadora a la gestión de contenidos, dejando una impronta duradera aún apreciada por oyentes y colegas. La televisión volvió a captar su atención a partir de 2005, cuando junto al empresario Vincent Bolloré impulsó la creación del canal Direct 8, que más adelante pasaría a llamarse C8. La propuesta formó parte de la renovación del panorama audiovisual en Francia antes de su cierre en marzo de 2025, lo que selló el carácter visionario de Labro, siempre atento a las nuevas plataformas y tendencias en los medios.

Como escritor, Labro enriqueció la literatura francesa con una veintena de títulos. Obras como Quinze ans y L’étudiant étranger reflejan su capacidad para entrelazar memoria personal y mirada universal. Su talento fue reconocido con el Premio Interallié en 1968, distinción reservada para escritores con una voz original y relevante dentro del panorama galo. En el cine dirigió siete largometrajes, entre ellos Sin móvil aparente, El heredero, El azar y la violencia o El cazador de hombres, trabajando con actores de la talla de Jean Paul Belmondo o Yves Montand y logrando plasmar en imágenes la compleja realidad social y sentimental de su tiempo.

La música también ocupa un lugar destacado en su legado. Como letrista, fue responsable de algunos de los éxitos más recordados de Johnny Hallyday, entre ellos Mon Amérique à moi y Oh! Ma jolie Sarah, fusionando poesía y ritmo para conectar con varias generaciones de oyentes. Versátil, inquieto y siempre comprometido con su época, Philippe Labro simboliza la figura del intelectual moderno capaz de reinventarse y dejar una marca visible en la cultura francesa. Su partida representa el final de una era, pero también la certeza de que su obra y su ejemplo seguirán inspirando a quienes buscan tender puentes entre distintas formas de narrar y comprender el mundo.