Quién es Lucio Corsi, el representante de Italia en Eurovisión: cuando el carisma nace de la autenticidad y la sencillez

El cantautor participará en el certamen con la canción ‘Volevo essere un duro’, un himno de reivindicación de la diferencia

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Lucio Corsi en la presentación
Lucio Corsi en la presentación de los artistas que participarán en Eurovisión en Basilea REUTERS/Denis Balibouse

Se convirtió en la gran sorpresa del pasado Festival de Sanremo. En una edición repleta de buenos temas y de artistas consagrados, logró alcanzar la segunda posición detrás del vencedor de la edición, el ídolo juvenil Olly con su canción Balorda Nostalgia.

Sin embargo, en un giro inesperado de los acontecimientos, el triunfador de Sanremo, al que se le ofrece la posibilidad de representar a Italia en Eurovisión, renunció a esa oportunidad dejando libre la candidatura de su país a quien quisiera ocuparla.

De esta forma, le pasó el testigo a Lucio Corsi, que sí aceptó el reto de representar a Italia con su tema Volevo essere un duro, una canción muy personal en la que aborda su propia fragilidad dentro de una sociedad en la que persiste el estereotipo del hombre duro.

Un mensaje que entronca con la propia sensibilidad de un artista que se ha caracterizado desde el principio por su cercanía, por su ausencia de ego y su sencillez humana, algo que enamoró a todos los espectadores del festival italiano.

Un look glam-rock que reivindica la identidad

Su propio look lo alejaba también de toda la parafernalia que suele impregnar a los participantes de Sanremo, en su mayoría vestidos por algunas de las mejores marcas de lujo, mientras que él se hizo su propia indumentaria, inspirada en el glam rock de los años setenta, en la que el elemento más destacable es una chaqueta corta con mangas voluminosas.

Lucio Corsi introducirá un elemento
Lucio Corsi introducirá un elemento musical en directo, la armónica REUTERS/Denis Balibouse

En ese sentido, se hizo viral un vídeo en el que el cantante se introducía bolsas de patatas fritas a modo de hombreras para dar consistencia a esa estructura. Además, en la mayor parte de sus apariciones aparece con la cara pintada de blanco, como modo de reivindicar su identidad por encima de las normas sociales y como referencia al teatro y a la mímica.

Entre sus prendas fetiche, también encontramos una camiseta del gato Silvestre y la que se ha convertido en la seña de su canción y en la que aparece el personaje de Topo Gigio (mítico protagonista de un espectáculo de marionetas italiano), con el que cantó a dueto en Sanremo en una actuación repleta de magia el clásico de Domenico Modugno Volare (Nel blu dipinto di blu).

Resumen de la primera semifinal de Eurovisión 2025, celebrada el martes 13 de mayo. (EFE)

Un guiño nostálgico repleto de ternura que ha servido como acercamiento a la cultura popular del país, razón por la que será el propio Topo Gigio quien se encargue en Eurovision de dar los puntos de Italia en la ronda de votaciones.

Todo lo que rodea a Lucio Corsi tiene una razón, un sentido, una posición tanto estética como política dentro del mundo en el que vivimos, alejándose de las tendencias comerciales y reivindicando su propia idiosincrasia.

Una actuación despojada, basada en la pureza del texto y la melodía

Por eso, su actuación en Eurovisión será de lo más respetuosa con su canción, poniendo en valor el propio tema sin grandes despliegues escénicos, con solo dos grandes bafles gigantes a su espalda a modo de atrezo.

Lucio Corsi junto a su
Lucio Corsi junto a su compañero Tomasso Ottomano REUTERS/Denis Balibouse

Solo él, su piano al principio y la guitarra en un final al que se une a su compañero Tommasso Ottomano, coautor del tema y uno de los más afamados directores de videoclips del país, que ha trabajado con grupos como Måneskin, Baustelle o grandes artistas como Jovanotti.

Lucio Corsi jugará la baza de la simplicidad en un certamen repleto de ostentación grandilocuente. Su candidatura se basa en la pureza de una buena letra y una melodía que traspasa los puentes generacionales a golpe de sensibilidad y un gusto exquisito. Además, añadirá un elemento en directo, la armónica, ya que en Eurovisión toda la música se encuentra pre-grabada.