‘Tierras perdidas’, la fantasía medieval basada en un relato de George R.R. Martin que esconde una gran historia de amor tras las cámaras

El director Paul W.S. Anderson y la actriz Milla Jovovich, grandes responsables de la saga ‘Resident Evil’, se vuelven a unir en esta película sobre una bruja y un cazador en busca de aventuras

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Tráiler de 'Tierras perdidas', película de aventuras basada en un relato corto de George R.R. Martin.

Charles Chaplin y Paulette Godard. Orson Welles y Rita Hayworth. Roberto Rossellini e Ingrid Bergman. Vincente Minnelli y Judy Garland. Jean-Luc Godard y Anna Karina. Tim Burton y Helena Bonhan Carter. La historia del cine está llena de grandes parejas forjadas a través del rodaje y cuyos gestos de amor se han representado a través de la cámara. No todas ellas terminaron de la misma manera o afrontaron los momentos de zozobra con la misma actitud, pero existe ahora mismo en Hollywood una que lleva ya mucho tiempo unida y que no tiene visos de disolverse. Al contrario, conforme se hacen más mayores mejor se lo pasan.

Hablamos del director Paul W.S. Anderson y de la actriz Milla Jovovich, quienes son principalmente conocidos por la saga Resident Evil, en la cual se conocieron ambos y a través de la cual comenzaron a enamorarse. Curiosamente, director y actriz no congeniaron del todo al principio, cuando una serie de reescrituras por parte de Anderson desquiciaron a Jovovich y estuvo a punto de abandonar la película: “Paul acabó viniendo esa noche y estuvimos sentados tres horas, literalmente, repasando el guion, página por página. Me dijo: ‘¿Qué quieres decir? ¿Esto no ha cambiado tanto? Así que le dije: ‘Vale, ¿por qué no empezamos por la primera página? Le señalé cada vez que sentía que me habían quitado mis grandes escenas. Así fue como empezamos nuestra relación“, contaría la actriz de origen ruso.

Anderson y Jovovich comenzarían a salir desde ese momento y al año siguiente anunciarían su compromiso, que no formalizarían en realidad hasta 2009, dos años después de haber tenido ya a su primera hija, Ever Gabo Anderson Jovovich. Un año más tarde, y tras dos entregas de Resident Evil sin Paul W.S. Anderson al frente, el ahora matrimonio se reencontraría en Resident Evil 4: Ultratumba y casi a continuación en Los tres mosqueteros, en la que Anderson daría una particular vuelta a la novela de Alejandro Dumas y Jovovich encarnaría como nadie el papel de Milady.

Dave Bautista, Paul W.S. Anderson
Dave Bautista, Paul W.S. Anderson y Milla Jovovich en 'Tierras perdidas'

De brujas, cazadores y hombres lobo

Tres hijos y unas cuantas películas después, el matrimonio regresa con una nueva película, Tierras perdidas, en la que de nuevo Anderson toma prestado un material ajeno para reinterpretarlo con su particular toque de violencia exagerada, metáforas visuales y un regusto por los efectos especiales más locos. En este caso, la obra de la que parte el director de Mortal Kombat no es otra que un relato del mismísimo creador de Juego de tronos, George R.R. Martin. Tierras perdidas se sitúa en un mundo de fantasía medieval pero con un anacronías que van desde trenes a ametralladoras, haciendo de ella un universo tan estrambótico como idóneo para las locuras de un director como Anderson. Y eso lo sabía bien Jovovich.

“Fue ella quien me trajo la idea y me presentó a Constantin Werner, que escribió el guion para nosotros. Para mí, la película era una maravillosa combinación de dos cosas que me encantan. Era un cuento de hadas para adultos en el que el tema es ‘Ten cuidado con lo que deseas porque te van a pasar cosas malas’, una historia de George R.R. Martin, y también era un western”, explican en una entrevista con motivo del estreno de la película que acaba de llegar a cines y tras presentarla junto al autor de la saga Canción de Hielo y Fuego. “Sentí que George había escrito esta historia sobre dos personajes que no confían necesariamente el uno en el otro y que tienen que emprender una misión juntos y aprender a respetarse y a cuidarse mutuamente. Y eso me recordó mucho a las películas que me gustaban de niño”.

En Tierras perdidas, Jovovich da vida a Gray Alys, una bruja que acaba de escapar de la justicia y que recibe la visita de una princesa que le pide un peculiar deseo. Incapaz de rechazar cualquier petición, la bruja se compromete a embarcarse en una gran aventura para poder conceder el deseo a la princesa, pero en su camino une fuerzas con otro forajido (Dave Bautista) que conoce mejor los peligrosos caminos que aguardan antes de encontrar a la criatura que buscan, un hombre lobo al que nadie ha visto y vivido para contarlo.

Imagen de 'Tierras perdidas'
Imagen de 'Tierras perdidas'

Aunque el personaje de Jovovich sea una bruja de métodos cuestionables, a Anderson le resulta casi imposible no filmarla con total devoción. Se podría decir que hay más amor y admiración genuina en la forma que Paul W. S. Anderson tiene de mirar a Milla Jovovich a los ojos y verla deslizarse entre ríos de sangre y cadáveres que en casi cualquier otra obra romántica jamás escrita o filmada, y uno no se quedaría corto.

La actriz por su lado, con esas coreografías tan complicadas como perfectamente ejecutadas a pesar del paso de los años, y la pasión que despierta Anderson con cada movimiento de cámara o primerísimo primer plano a los brillantes iris de la actriz son sin duda la mayor muestra de amor posible en una película de lo más extraña. Tiene aventuras, tiene western, tiene ciencia ficción y por supuesto fantasía medieval. No obstante, la sobreutilización de efectos digitales no impide que la historia resulte ajena, sino que ayuda a escenificar ese sentimiento de fantasía elevada y de amor desorbitado que late en pantalla.

Creo que nací para interpretar a Gray Alys porque siempre he creído en la magia. La mitología fue una gran parte de mi infancia, y luego, pasé a la literatura fantástica y las sagas, así que poder interpretar por fin a una deidad real, una criatura mágica que ha estado viva durante milenios y lo aterrador que puede ser y lo solitaria que sería me hizo pensar ‘Vaya, eso es tan humano, porque todos nos sentimos tan aislados y tan desconectados”, confiesa Jovovich sobre su personaje. Después de dar vida a la implacable Alice Abernathy de Resident Evil, a la pérfida Milady, la letal teniente Artemis de Monster Hunter o esta increíblemente poderosa pero realmente rota bruja, es solo cuestión de tiempo que Jovovich encuentre otro gran personaje con el que Anderson pueda volver a inmortalizarla con la cámara. Ambos encontrarán la manera de volver a unir sus caminos. Al fin y al cabo, como dice la propia Jovovich: “Nada me sienta mejor que la sangre y el polvo”.