La crisis del fentanilo, a ritmo de thriller: la agónica caza a un asesino en serie chicas adictas que inspira la última serie de MovistarPlus+

En 2019 la escritora Liz Moore pasó a convertirse en un auténtico fenómeno de ventas gracias a su novela El largo río de las almas (aquí publicado por Adn). Entró en la lista de la revista The New York Times y Barak Obama la seleccionó como una de sus favoritas del año.

Sus anteriores obras ya habían tenido éxito, pero con esta novela consiguió romper las expectativas y dilapidar las fronteras entre los ‘bestsellers’ y las obras de calidad.

En ella nos sumergíamos en un barrio de Philadelphia sacudido por la crisis de los opioides de una manera brutal. Una joven es adicta y su hermana, ejerce como policía. Una se llama Kacey y vive en la calle, la otra, se llama Mickey y patrulla por los lugares donde suele estar su hermana porque, aunque hace tiempo que no se hablan, no deja de preocuparse por ella.

Un día Kacey desaparecerá por completo, algo que coincide con los crímenes que azotan ese mismo distrito, cometidos, según se cree, por un asesino en serie que está matando a chicas jóvenes adictas de manera sistemática.

A través de diferentes capas entre el pasado y el presente, también iremos descubriendo la infancia y la adolescencia de las hermanas Fitxpatrick. La protagonista, a medida que avance en sus pesquisas para conocer la identidad del asesino, se dará cuenta de que probablemente se trate de un caso relacionado con su propia historia personal.

La miniserie que ahora estrena Movistar Plus+ consta de ocho episodios y ha sido desarrollada por la propia autora del libro junto a Nikki Toscano. Al frente del reparto encontramos a Amanda Seyfried como Mickey y a Ashleigh Cummings como Kacey.

Se trata de un relato que, más allá de la investigación policial propiamente dicha, encontramos elementos que la distancian del género, como la indagación alrededor de la relación entre las dos hermanas y su familia, así como la terrible situación que tiene lugar en Estados Unidos con respecto a la epidemia de fentanilo que, en unos años ha causado la muerte a miles de personas y ha dejado a tantas otras sin trabajo, sin recursos y viviendo en las calles.

De hecho, buena parte de las chicas que se encuentran muertas han fallecido por sobredosis, lo que podría indicar que no se trata de un ‘serial killer’, pero la protagonista tendrá claro que existe y que hay que buscarlo si no quieren que aparezcan más cadáveres (entre ellos, el de su hermana). Junto a un excompañero (Nicholas Pinnock) irán adentrándose en un laberinto de pistas en el que parece imposible saber cuáles son falsas y cuáles verdaderas.

Un excelente drama policial que habla con crudeza y sin ‘sensaciónalismo’ de las personas en riesgo de exclusión social que forman una comunidad aparte y que, a pesar de sus problemas se ayudan entre sí, algo de lo que será consciente la protagonista, que se ha criado con buena parte de estas personas que han terminado cayendo en las drogas y en la pobreza.