La medalla escondida de Goya: el detalle en uno de sus cuadros que no añadió el famoso pintor

Una intervención sobre un retrato realizado por el artista ha permitido quitar el repinte de un medallón que intentaron quitar

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Retrato de José de Toro-Zambrano
Retrato de José de Toro-Zambrano y Ureta, una pintura de Francisco de Goya, con el medallón que él no pintó. (Bando de España)

Los museos son entidades que, más allá de su atractivo turístico y su potencial económico, sirven también para proteger el estado de obras de arte que, a día de hoy, forman parte del patrimonio cultural de un país. Dicho de otro modo, España no sería lo mismo sin las Meninas de Velázquez, sin el Guernica de Picasso o sin las Pinturas negras de Goya.

Este último pintor, referente no solo por su maestría técnica sino también por su adelantado concepto expresionista del arte, ha sido expuesto en todo el mundo y aun a día de hoy siguen habiendo muchos misterios acerca de su figura y sus obras. Por ejemplo, ¿cuál fue la enfermedad que le dejó sordo? ¿Qué motivaba su obsesión por los monstruos y las pesadillas? ¿Por qué profanaron su tumba?.

Junto con la escasa documentación que se conserva de aquella época, la mayor fuente de información que se tiene a día de hoy sobre Goya son sus propios cuadros. Claro que, en ocasiones, el estudio de los mismos puede depararnos alguna sorpresa, tal y como ha sucedido recientemente con la intervención de una de sus obras en el Banco de España.

Esta entidad posee en su Colección de Arte un retrato de Jose de Toro-Zambrano y Ureta, una pintura de quien fuera uno de los primeros directores del Banco San Carlos, predecesor del actual Banco de España. Goya no solo pintó un retrato de él, sino que lo hizo hasta en seis ocasiones a lo largo de cuatro años.

Retrato de José de Toro-Zambrano
Retrato de José de Toro-Zambrano y Ureta, una pintura de Francisco de Goya. (Banco de España)

No tenía nada que ver con el cuadro

Una colaboración entre el Museo del Prado y la entidad bancaria ha hecho que se interviniera el cuadro para mantenerlo en buen estado, una operación que ha permitido verificar que un detalle en su interior no había sido pintado por el artista.

Se trata de una medalla de Carlos III que, según los análisis realizados en la actualidad, fue añadida con posterioridad a la finalización del cuadro. “Tenía un carácter que no correspondía a la manera de hacer de Goya”, destaca la conservadora de arte Gudrun Maurer en un vídeo compartido por el Banco. “Era de mala calidad. ”Era de mala calidad, puesto como una copia, sin transmitir el peso".

Eliminar el repinte que dejó un restaurador

La falsedad de esta medalla ya fue destacada por un experto de arte hace ya más de 100 años. Aureliano de Beruete publicó un libro sobre los retratos de Goya en 1916 y criticó esa medalla “que descompone toda la composición”. Finalmente, Federico Amotio, otro restaurador del museo del Prado, quitaría la medalla pocos años después, algo que le dejó, no obstante, una marca por el repinte.

Retrato de José de Toro-Zambrano
Retrato de José de Toro-Zambrano y Ureta, una pintura de Francisco de Goya. (Banco de España)

“Tampoco es un repinte que sea muy duro porque es relativamente reciente. Debajo nos encontramos esa medalla raspada que intentó quitar Amutio”, señala la también experta en restauración Almudena Sánchez. “Se trata de recuperar la imagen original de Goya aplicando el color que haga desaparecer su presencia y no rompa esa unidad de la superficie”.

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Así, el trabajo realizado permite que se pueda hacer una lectura general de la obra, lo que pondrá en mayor relieve la calidad de la pintura del artista para que el espectador pueda disfrutar de la mejor manera posible el cuadro.