El comportamiento que Sharon Stone nunca perdonó: “Le di una bofetada al director y llamé a mi abogado”

La protagonista de ‘Instinto Básico’ explica en sus memorias cómo se fraguó la escena más recordada de esta mítica película

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Imagen de 'Instinto básico', de
Imagen de 'Instinto básico', de Paul Verhoeven.

El estreno de Instinto Básico en 1992 supuso un gran éxito en las taquillas de todo el mundo. La película de Paul Verhoeven fue, sin embargo, también motivo de polémica por el contenido de algunas de sus escenas, especialmente por la violencia de algunos pasajes o el lesbianismo de Catherine Tramell, personaje que convirtió a la actriz Sharon Stone en una de las estrellas más conocidas de Hollywood.

La escena más recordada de la película, a pesar de todo, no tiene nada que ver con ninguna de estas cuestiones. Se trata del famoso cruce de piernas de la actriz durante un interrogatorio para mostrar que no llevaba ropa interior.

Tan conocido se volvió este movimiento que, en los años y décadas posteriores, no dejaron de preguntar a la actriz por ello. “En realidad, se ve muy poco en esta película”, aseguraba la actriz en entrevistas como la de Who’s Talking to Chris Wallace. “Ahora vemos hombres con total desnudez frontal en la televisión, pero aún vemos esa película -Instinto Básico- como un momento escandaloso y controvertido de la historia del cine”.

Stone, de este modo, parecía quitarle hierro al asunto y asegurar que, a día de hoy, la película podría incluso quedarse corta. No obstante, con la publicación de sus memorias en el año 2021, pudimos conocer una realidad distinta, y mucho más oscura, de lo que había sucedido realmente en el rodaje.

Sharon Stone, sobre su cruce de piernas en 'Instinto básico': "Le di una bofetada al director y llamé a mi abogado"

La engañaron para que se quitara la ropa interior

En ese libro, titulado La belleza de vivir dos veces, Stone explica que, en realidad, la escena fue producto de una mentira del director: “No se ve nada, solo necesito que te quites las bragas porque el blanco refleja la luz y se nota que las llevas puestas”.

Las palabras de Verhoeven tranquilizaron a la actriz, pero también resonaron dentro de su cabeza cuando, meses más tardes, sería consciente del engaño en la primera proyección de la película ya montada, en una sala llena de personas pendientes de su entrepierna. “Le di una bofetada al director y llamé a mi abogado, Marty Singer, indignada”, escribe ella.

Fue el abogado quien le dijo que, en efecto, si ella no daba su consentimiento explícito, la película no podía aparecer con esa escena. Por un momento, Stone estuvo dispuesta incluso a paralizar el estreno, pero más adelante pensó en las implicaciones que ello tendría. “¿Y si yo hubiera sido la directora? ¿Y si lo hubiera filmado a propósito o por accidente? ¿Y si simplemente existía esa toma?“, se preguntaba.

Por estas razones, finalmente decidió dejar que la escena siguiera tal y como estaba. “Porque era lo correcto para la película y para el personaje y porque, al fin y al cabo, fui yo quien lo hizo”. Stone y Verhoeven no volverían a trabajar juntos, después de dos éxitos como Instinto Básico y la anterior Desafío total (1990). A pesar de eso, Stone pasaría a formar parte de la historia del cine con una de las escenas más provocadoras del cine de los 90, y una película que aún hoy sigue siendo una referencia para muchos amantes del séptimo arte.