Agosto, el grupo del amor-odio al verano: “Animamos a todos a montar una banda, pero hay que tener tiempo y dinero. Nosotros somos unos privilegiados”

La joven banda actúa este viernes en la Sala B de Madrid tras presentar el año pasado su primer disco, ‘Un Narciso Atropellado’, y mientras preparan su siguiente trabajo

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Agosto, el proyecto musical compuesto
Agosto, el proyecto musical compuesto por Nacho y María. (Helena Margarit Cortadellas)

Quizá no haya un momento mejor para entrevistar a una banda con un aire tan de final de verano como en medio de una oleada de lluvias como las que vive Madrid -y casi toda España- en estos momentos. Y quizá no haya un sitio mejor que a las puertas de la Estación de Atocha, la misma que un día trajo hasta la capital a María (Alicante, 1999) y Nacho (León, 1997), respectivas voz y guitarra de Agosto, una banda con alma bicéfala pero un gusto en común por un tipo de música casi única en nuestro país, el dream pop.

“¿Pagas tú o pago yo? Bueno, da igual si no luego echamos cuentas” se puede escuchar a Nacho decirle a María mientras ambos terminan de recoger sus instrumentos en el estudio en el que han quedado con Infobae España. Acaban de realizar su último ensayo antes de actuar este viernes 14 en la Sala B de Madrid como parte de su gira tras lanzar el año pasado Un Narciso Atropellado, su primer álbum, y pasar por otra serie de conciertos para darse a conocer como los de Radar Joven. Gran puesta de largo de una banda que, al contrario de las flores de las que hablan en sus canciones, han crecido con gran rapidez y mucha fuerza en cuestión de meses. Aunque su carrera musical comenzó mucho antes, cuando ambos se conocieron en un Colegio Mayor de Madrid.

“Había tocado de pequeño la guitarra española y luego a los trece me compré una guitarra eléctrica y tuve un profe muy bueno, pero no fue hasta que llegué al Chaminade en Madrid que empezó todo. Probé en algún que otro grupo de colegas pero cuando María entró al colegio coincidimos y le propuse hacer un proyecto los dos solos”, explica con entusiasmo Nacho, quien también es crítico de cine y miembro del grupo de creación cultural Colectivo Termita, mientras deja la guitarra y se recuesta sobre el sofá.

En el Colegio Mayor fue la primera vez que vimos gente de nuestra edad que se juntaba para hacer música, había una sala de ensayos... sentías que era muy fácil
Agosto, el proyecto musical compuesto
Agosto, el proyecto musical compuesto por Nacho y María. (Helena Margarit Cortadellas)

“Yo nunca fui a clases de guitarra porque fue mi hermano mayor, no le gustó, y mis padres pensaron que a mí tampoco me gustaría. A los 16 me fui de viaje a Liverpool y fue la primera vez que canté en público. Luego empecé a tocar el piano, llegué a Madrid y conocí a Nacho”, completa la historia María, quien también resalta el ambiente del Colegio Mayor como ideal para sembrar la semilla de Agosto y otros tantos proyectos: “En el Chami fue la primera vez que vimos gente de nuestra edad que se juntaba para hacer música, había una sala de ensayos... sentías que era muy fácil y teníamos esos espectáculos en los que te podías subir con tu banda de colegas, hacer cuatro versiones y pasártelo bien”, coinciden.

Como le ha sucedido a otras bandas que han surgido en nuestro país en los últimos años, la pandemia fue el detonante para tomarse el proyecto de forma más profesional y lanzar la banda: “Fue en la cuarentena cuando empezamos realmente, a la vuelta me mudé con María y nos pusimos a hacer música muy en serio, a producir con Salva, nuestro bajista, e hicimos el primer EP (Vídeos en casa, Altafonte). En junio de ese año dimos un concierto en Moby Dick y ese verano Javi (Javier Aguilar, productor y músico en bandas como Chill Chicos) montó el sello (Casa Cuatro) y lanzamos nuestro primer tema”, cuenta Nacho.

Como si fuese una señal premonitoria, el último día de agosto de 2021 nació oficialmente la banda, curiosamente con un tema que homenajeaba a una película justo antes de que el British Film Institute la coronase como la mejor de todos los tiempos, Jeanne Dielman, pero con un nombre para el grupo que ya evidenciaba la naturaleza bicéfala de la banda. “Se me ocurrió un nombre horrible, y queríamos que fuera como un mes. Nos gusta mucho la energía de agosto, es como un mes de mierda realmente, fin de verano, melancólico...”, confiesa el guitarrista. “Estábamos en mi casa en pleno verano. A Nacho no le gusta el verano y no le gusta agosto, pero a mí me encanta el verano y me encanta agosto, es un mes de retiro espiritual”, le interrumpe María, plasmando que en algunas cosas son la noche y el día.

Agosto, el proyecto musical compuesto
Agosto, el proyecto musical compuesto por Nacho y María. (Helena Margarit Cortadellas)

Cordones y nostalgia como nexo en común

Más allá de su relación amor-odio con el verano, lo que une a María y Nacho es un gusto por el dream pop y el shoegaze, géneros que se caracterizan por letras nostálgicas, sonidos etéreos y atmosféricos y en general una música que no se prodigaba mucho en nuestro país hasta hace bien poco. “Nos cuesta definirlo, pero sí que creo que en ningún momento miramos a la escena madrileña. Al final las referencias que teníamos los dos eran de indie americano o canadiense, por supuesto”, comenta Nacho, quien menciona a Alvvays, Men I Trust, Her’s o Peach Pit como claros referentes del primer EP, orientando su siguiente trabajo hacia el shoegaze más cercano a bandas como Beach House o Slowdive.

Estamos viviendo un revival de shoegaze y grunge, han vuelto las melenas y los jerséis caídos

Yo es que tengo un problema y es que me encantaría que nuestro proyecto fuese más lineal. Pero soy muy visceral a nivel de que si me gusta como suena algo digo ‘pues que se quede así', aunque luego esta canción no se parezca en nada a esa otra. Dentro de que como lo grabamos en el mismo sitio, con el mismo productor, obviamente se acaba apareciendo. Pero si tú oyes las demos son bastante diferentes las unas de las otras”, reconoce la cantante. “Y ahora que estamos trabajando en el segundo álbum se nota, no somos un grupo de disco con todo muy cohesionado”, secunda Nacho, quien señala que también ha sido importante la aparición de otras bandas amigas y cercanas al género como Bum Motion Club o Dharmacide.

Ha habido un revival del shoegaze, 100%, y también del grunge. Como que de repente Nirvana ha vuelto un poco. Han vuelto las melenas, han vuelto los jerséis caídos y las jazzmaster, las Jaguars... de repente todos llevan una misma guitarra”, reflexiona Nacho -de forma acertada, pues literalmente Nirvana regresó hace unas semanas- mientras que discuten que no todas las bandas de este estilo suenan igual en directo, ni siquiera ellos mismos. “Depende mucho del contexto, en nuestro último concierto yo creo que se alinearon los astros porque la gente se calló en Si deja de llover... se tienen que dar una serie de circunstancias. Es un tipo de música que gana más en salas que en festivales, tienes que llevar un pedazo de técnico para que suenen 7 reverbs a la vez, 45 pedales y demás para que todo suene perfecto”, apuntan.

Agosto, el proyecto musical compuesto
Agosto, el proyecto musical compuesto por Nacho y María. (Helena Margarit Cortadellas)

Floreciendo en un duro terreno

Aunque Agosto está empezando a despegar ahora, especialmente con la publicación de Un Narciso Atropellado, lo cierto es que ambos tienen un trabajo que los mantiene ocupados y les permite vivir fuera del estudio. “Casi todo lo que ganamos se reinvierte en la banda” recalcan Nacho y María, el primero abriéndose paso en el también complicado mundo de la crítica cinematográfica y la segunda a la espera de una beca de doctorado en los próximos meses. Aun con todo, reconocen que su camino ha sido mucho más afortunado de lo que puede ser para otros.

La suerte es un componente importante. Animamos a todo el mundo a que tenga una banda, y es verdad que el do it yourself está bien, hay gente muy válida para eso. Pero creo que también hay que tener el tiempo y el dinero. Y nosotros somos unos privilegiados en ese sentido y ocultarlo es malo, hay que decirlo también de cara, que no es fácil. Cuesta dinero, cuesta tiempo y compaginarlo con un curro normal es una tarea titánica. Nosotros nos lo hemos podido permitir gracias a muchas cosas, a nuestros padres principalmente también y bueno, ahora nos va bien y no vivimos de esto. O sea que imagínate a la gente a la que no le va bien”, razona el guitarrista.

Con las energías renovadas tras la gran recepción de su primer disco, Agosto piensa ya en su siguiente trabajo, del que aún no quiere dar muchas pistas. “Estamos pensando hacer como un disco en dos partes y estamos viendo como gestionar eso, buscando también la estética y un hilo conductor que conecte ambos. Lo tenemos más o menos claro, pero tenemos todavía que currar, entonces vamos a ser prudentes y simplemente decir que tenemos muchos temas nuevos que están muy guays”, concluyen entre risas, mientras observan por la ventana como ha dejado de llover. Buena señal para el viernes.