El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, retira la subvención a los combustibles

El gobierno boliviano declara “emergencia económica, financiera, energética y social” tras suspender el apoyo estatal a la gasolina y el diésel, según anunció el mandatario desde La Paz, argumentando la necesidad de cambios en la política nacional

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El argumento central de la decisión presidencial apunta a la insostenibilidad de seguir operando bajo reglas vigentes durante las dos últimas décadas. Según informó EFECOM, el retiro de la subvención estatal a los combustibles en Bolivia fue anunciado el miércoles por el jefe del Estado, Rodrigo Paz, quien declaró una situación de “emergencia económica, financiera, energética y social” en el país, en una comparecencia en La Paz. El mandatario expuso que el modelo de subsidio ya resultaba incompatible con las condiciones actuales, lo que llevó a la definición de cambios en la política nacional en materia de combustibles.

De acuerdo con lo difundido por EFECOM, el presidente Paz explicó que el marco normativo y económico que regulaba la política de subsidios ya no se ajustaba a la realidad que enfrenta Bolivia, lo que motivó la adopción inmediata de la nueva medida. La retirada del subsidio a la gasolina y el diésel implica, según consignó el medio, una transformación sustancial en la estructura de precios de estos insumos, con consecuencias directas sobre el costo de vida, la economía doméstica y el funcionamiento general de diversos sectores productivos y sociales.

En su anuncio, el mandatario subrayó la urgencia de realizar ajustes profundos en la política nacional ante la imposibilidad de continuar bajo normas “de los últimos veinte años”. EFECOM detalló que la declaración de emergencia abarca los ámbitos económico, financiero, energético y social, extendiéndose más allá del mero aspecto presupuestario del subsidio, al reconocer que el impacto alcanza a las esferas más amplias de la realidad nacional.

El medio EFECOM indicó que la decisión presidencial responde a la necesidad de reorientar los esfuerzos estatales en un contexto de recursos limitados y demandas crecientes de eficiencia financiera. El subsidio a los combustibles, implementado hace dos décadas para estabilizar precios y proteger el poder adquisitivo de la población, representaba una carga significativa para el erario público en circunstancias de alza de costos internacionales y menores ingresos estatales.

El presidente Paz atribuyó la actual coyuntura a la urgencia de reformas que permitan al país encarar con mayores garantías sus desafíos futuros, según remarcó EFECOM. Las declaraciones oficiales advierten sobre una transición que impactará tanto en el mercado de los hidrocarburos como en la economía familiar, los sistemas de transporte, la producción agrícola y la industria en general, sectores que han sido históricamente beneficiados por el subsidio a los combustibles.

Según publicó EFECOM, la decisión marca el final de una era de políticas estatales orientadas a la subvención masiva, y anticipa la aplicación de nuevos esquemas de precios y distribución. Las autoridades aseguran que el Gobierno explorará mecanismos de compensación o apoyo focalizado para los sectores más vulnerables a las fluctuaciones de precios, aunque no se han detallado medidas específicas en esta primera comunicación oficial.

El anuncio realizado desde La Paz generó reacciones inmediatas en distintos sectores sociales y económicos, que evalúan los posibles efectos de la eliminación del subsidio en sus operaciones y en el costo general de los productos y servicios. EFECOM reportó que la oposición y diversas organizaciones sociales han pedido mayor claridad sobre los alcances de la “emergencia” y exigieron transparencia en la implementación de los nuevos lineamientos políticos y económicos.

La medida, considerada de alto impacto estructural, constituye un hito en la política económica contemporánea de Bolivia, según expuso el medio, al cerrar un ciclo de intervención estatal que buscaba garantizar la accesibilidad de los combustibles mediante la reducción artificial de los precios. El retiro del subsidio plantea así un escenario de ajustes para todos los sectores involucrados y abre una etapa de redefinición de prioridades y estrategias nacionales, en un contexto de restricciones y transformaciones globales de los mercados energéticos.