Durante el episodio más grave registrado en la refinería de Mongstad, las instalaciones liberaron 40 toneladas de gases, entre ellos sulfuro de hidrógeno en niveles considerados peligrosamente altos, lo que pudo haber puesto en riesgo la vida de varios empleados, si bien no sufrieron daños por pura casualidad. Esta situación se inscribe en una serie de hallazgos relacionados con prácticas de mantenimiento deficientes en la planta, según detalló la fiscal Maria Bache Dahl. La noticia principal es la sanción impuesta a la multinacional petrolera Equinor por la Agencia Noruega de Protección del Medio Ambiente (Okokrim), órgano que ha llevado a cabo una investigación desde 2021 ante presuntas infracciones graves de la Ley de Control de la Contaminación.
De acuerdo con EFECOM, Okokrim anunció el martes la imposición de una multa de 220 millones de coronas noruegas, equivalentes a 18,38 millones de euros, así como la confiscación de otros 500 millones de coronas, lo que representa cerca de 41,78 millones de euros, por los daños medioambientales ocasionados en la refinería situada en la costa suroeste de Noruega. Estas acciones sancionatorias responden a una larga historia de deficiencias en el mantenimiento de las instalaciones, un hecho que, según informaron las autoridades, generó emisiones ilegales de petróleo y gas.
La fiscal Bache Dahl subrayó en declaraciones recogidas por EFECOM que la compañía no cumplió durante décadas con la obligación de mantener adecuadamente la refinería de Mongstad. La combinación de continuos descuidos habría permitido múltiples fugas de sustancias tóxicas, destacando el caso particular del escape de gases mencionado, que generó condiciones de alto riesgo para el personal de la planta.
El deficiente mantenimiento no solo trajo consigo emisiones de gases peligrosos, sino también vertidos de hidrocarburos. El medio EFECOM reportó que Equinor tuvo que emprender tareas de recogida de más de 200.000 litros de crudo vertidos tanto en aguas marinas como en terrenos cercanos a sus instalaciones. Las autoridades medioambientales consideran estos incidentes como ejemplos de la gravedad y persistencia de las infracciones atribuidas a la empresa.
Okokrim remarcó en su comunicado que la suma de 500 millones de coronas confiscada constituye la más alta en la historia del organismo y que la multa aplicada es la segunda de mayor cuantía jamás impuesta a una entidad dentro de Noruega. Este contexto resalta la magnitud de la sanción y la respuesta del Estado noruego frente a la reincidencia en violaciones ambientales por parte de grandes empresas del sector energético.
Según recogió EFECOM, Equinor respondió mediante un comunicado señalando que la empresa había informado a las autoridades sobre todas las emisiones detectadas y que desde entonces ha trabajado para remediar la situación. La vicepresidenta ejecutiva de Equinor, Siv Helen Rygh Torstensen, negó que la compañía haya incumplido con sus responsabilidades de mantenimiento y aseveró que la empresa rechazará la multa e iniciará acciones legales para aclarar los hechos ante los tribunales.
La investigación dirigida por Okokrim, según detalló esa agencia medioambiental, comenzó en 2021, año en el que se identificaron irregularidades de carácter grave y sostenido en las operaciones de la refinería. Estas irregularidades motivaron una revisión detallada sobre los procedimientos internos de Equinor y el impacto de sus operaciones en la seguridad laboral y en el medio ambiente.
El historial de incumplimiento atribuido a Equinor, de acuerdo con la información aportada por EFECOM, se extiende a lo largo de varias décadas, periodo en el que las autoridades detectaron reiteradas faltas en el cuidado y revisión de los equipos de la refinería, lo que facilitó la ocurrencia de los incidentes señalados.
Por parte de Equinor, la argumentación oficial sostiene que, más allá de los eventos detectados, la empresa se ha mantenido en comunicación constante con los entes reguladores y ha ejecutado acciones para reparar los daños producidos tanto en las personas afectadas como en el entorno natural cercano. A pesar de estas medidas, la Agencia Noruega de Protección del Medio Ambiente considera que la magnitud y persistencia de las deficiencias requieren una respuesta punitiva de alcance sin precedentes en el país.
La sanción anunciada este martes se inscribe, según los datos consignados por EFECOM, en un contexto internacional de mayor rigor en la vigilancia y castigo de las actividades industriales con impacto ambiental, especialmente en sectores estratégicos como la extracción y procesamiento de hidrocarburos.
Decisiones como la adoptada contra Equinor reflejan la postura de la administración noruega respecto a los compromisos de protección ambiental y a la responsabilización de los grandes conglomerados energéticos por los daños producidos producto de malas prácticas industriales, informó EFECOM.

