Podemos critica que el PSOE tiene un "problema de machismo" con su gestión en los casos de acoso en sus filas

Ione Belarra exige priorizar la defensa de quienes denuncian y la agenda feminista, critica la falta de transparencia y medidas contundentes ante denuncias en el PSOE y advierte sobre el impacto negativo en la confianza institucional y en la igualdad real

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Las declaraciones de Pedro Sánchez acerca del malestar detectado entre ciertos hombres de mediana edad tras la articulación de políticas feministas han generado una respuesta significativa en el ámbito político español. Según consignó el medio, Ione Belarra, secretaria general de Podemos, utilizó ese contexto para advertir que la resistencia interna a la integración plena de los derechos de las mujeres se refleja en las recientes denuncias de acoso sexual dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), señalando que la gestión de estos episodios puede afectar gravemente la confianza en las instituciones y la efectividad de las políticas públicas de igualdad.

De acuerdo con lo publicado por el medio, Belarra hizo hincapié en la necesidad de anteponer la protección de quienes denuncian y la promoción de la agenda feminista sobre cualquier interés partidista o pacto interno, subrayando que en el tratamiento de las denuncias por acoso sexual, como las presentadas contra el exasesor de Moncloa Francisco Salazar y el expresidente de la Diputación de Lugo José Tomé, el PSOE ha priorizado la estabilidad interna y la imagen pública, restando importancia a la defensa efectiva de los derechos de las víctimas.

Tal como reportó el medio, Belarra expresó desde el Congreso de los Diputados y frente a los medios de comunicación que el feminismo debe ocupar un lugar autónomo respecto a estrategias y movimientos tácticos de los partidos políticos. Reclamó mayor firmeza en la respuesta institucional, así como actuaciones que no se limiten a pronunciamientos formales o consignas adaptadas al contexto político, sino que contemplen la separación de cargos públicos implicados en denuncias de acoso sexual. Según sus palabras, la protección de las víctimas constituye el eje esencial e irrenunciable de cualquier actuación política, aunque su cumplimiento implique desestabilizar pactos o renunciar a determinados equilibrios internos.

Belarra también cuestionó la opacidad en los procedimientos internos del PSOE para tratar denuncias de acoso, de acuerdo con lo consignado por el medio, y remarcó que la lógica predominante persigue principalmente la conservación de la unidad y la reputación partidarias, en detrimento de la transparencia, la justicia y la reparación real para quienes han presentado acusaciones. Esta dinámica, según advirtió, contribuye a deteriorar no solo la credibilidad de las instituciones encargadas de garantizar derechos y protección, sino también el alcance real de las políticas de igualdad.

Según el mismo medio, la dirigente de Podemos manifestó que las actuaciones del PSOE en estos casos suelen estar condicionadas por intereses internos o por la necesidad de mantener determinadas cuotas de poder, lo que genera un desplazamiento de los principios de igualdad y los derechos de las víctimas a un rango secundario dentro de la toma de decisiones. Reiteró la urgencia de implementar respuestas categóricas y reparadoras, aludiendo a la importancia de respuestas institucionales claras en casos de acoso o discriminación.

El medio también detalló que las críticas de Belarra incluyen la denuncia de una gestión fragmentaria y reactiva por parte del PSOE ante episodios de acoso sexual, lo que, según ella, limita la confianza ciudadana y la capacidad transformadora de las políticas de igualdad en España. Recalcó que el feminismo debe constituir el fundamento estable sobre el que se articule cualquier propuesta o actuación pública en defensa de la igualdad de género, sin depender de las coyunturas ni de las correlaciones de fuerza dentro de las formaciones políticas.

A partir de este análisis, la secretaria general de Podemos propuso la apertura del espacio político a nuevas agrupaciones comprometidas con el refuerzo de las políticas feministas e invitó, según publicó el medio, a construir alianzas estables con organizaciones y partidos que compartan una voluntad sostenida y práctica para convertir la reivindicación de derechos en políticas públicas concretas. Esta apertura, según Belarra, permitiría que la agenda feminista se mantenga al margen de los cambios estratégicos internos de los partidos y posibilite avances sustantivos en materia de igualdad.

El medio detalló que, en sus intervenciones, la dirigente subrayó que los progresos logrados en materia de derechos de las mujeres no deben supeditarse a lemas flexibles o discursos que se adapten a los desafíos coyunturales de cada partido. Apostó porque la protección de los derechos de las personas afectadas y la promoción de políticas feministas activas se erijan en referencia obligada para todas las fuerzas políticas que pretendan aportar a una transformación profunda en la igualdad real.

En sus declaraciones recogidas por el medio, Belarra concluyó que el respaldo constante a las víctimas y la defensa pública de sus derechos deben convertirse en la premisa ineludible del proceso político, aun cuando ello genere costos o tensiones dentro de las propias organizaciones. Desde su perspectiva, no existe justificación válida para relegar la protección y reparación de quienes denuncian episodios de acoso sexual, ni para supeditar la agenda feminista a intereses de estabilidad interna, ya que esto repercute negativamente en el conjunto de la sociedad y desafía los compromisos adquiridos en materia de igualdad de género.

De acuerdo con el medio, la llamada de atención de Belarra pretende situar las demandas sociales relacionadas con la discriminación y el abuso en el centro irrenunciable de las políticas públicas, exigiendo mecanismos institucionales más transparentes, acciones efectivas y una revisión de los enfoques actuales de los principales partidos, incluido el PSOE, en materia de trato y prevención frente al acoso sexual en sus propias filas.