
Entre las cuestiones planteadas por integrantes de otras formaciones destaca la preocupación del Partido Nacionalista Vasco sobre la respuesta del Partido Socialista Obrero Español ante las denuncias de acoso sexual en su seno. Según informó el medio 'Cuatro', la portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, consideró durante una intervención parlamentaria que el PSOE debería adoptar una postura “mucho más clara y mucho más contundente” en relación con los señalamientos de este tipo contra miembros de su organización, haciendo referencia tanto al aumento de casos como a la atención mediática generada en los últimos días.
La difusión de testimonios televisivos de mujeres que han denunciado conductas inapropiadas ha situado nuevamente en el centro del debate la actuación interna del PSOE en materia de prevención y sanción del acoso sexual. De acuerdo con 'Cuatro', seis mujeres han presentado denuncias a través del canal interno del partido contra el presidente de la Diputación de Lugo y alcalde de Monforte de Lemos, José Tomé. Las denunciantes relataron hechos como tocamientos, llamadas telefónicas consideradas fuera de lugar y el envío de imágenes, episodios ocurridos en el marco de su relación profesional. Según consignó el mismo medio, estos relatos han sido presentados por televisión, lo que generó mayor repercusión social y política y puso a prueba los mecanismos internos habilitados por el PSOE para la gestión de este tipo de denuncias.
De acuerdo con la información recogida por 'Cuatro', la reiteración de acusaciones por parte de mujeres en la estructura socialista reavivó el debate sobre la idoneidad de la respuesta institucional ante casos de acoso y comportamientos considerados sexistas. Tras la divulgación en medios nacionales de los testimonios de las denunciantes, varias voces dentro y fuera del PSOE reclamaron una revisión de los métodos de atención y sanción de este tipo de comportamientos, aumentando la presión para que la dirección del partido refuerce el enfoque y la transparencia de sus políticas internas.
El medio 'Cuatro' detalló que el caso de José Tomé se suma a situaciones previas que también afectaron a personalidades reconocidas del PSOE, como el asesor presidencial Francisco Salazar y el portavoz socialista en Torremolinos, Málaga. Estos antecedentes han motivado que representantes del arco parlamentario pongan el acento en las obligaciones de los partidos políticos para garantizar espacios seguros y sistemas efectivos de protección contra la violencia o discriminación de género en sus filas. Los procedimientos internos del PSOE, aunque contemplan la tramitación de quejas por acoso, se han visto cuestionados tanto en su funcionamiento como en la percepción pública acerca de su capacidad real para brindar respuestas satisfactorias a las víctimas.
El canal televisivo señaló que las acusaciones contra José Tomé abarcan diferentes tipos de comportamientos, como roces físicos no consentidos, interacciones telefónicas que las denunciantes califican de inadecuadas y la transmisión de imágenes consideradas impropias, todo vinculado a la actividad laboral compartida. A pesar de que las personas afectadas recurrieron al proceso previsto por el propio partido, la aparición consecutiva de denuncias ha planteado dudas sobre la eficiencia y la transparencia de estos mecanismos. Diversas agrupaciones políticas y representantes institucionales han reclamado al PSOE una intervención “nítida y decidida” frente a la reiteración de denuncias y los cuestionamientos acerca de la gestión interna de las mismas.
Según publicó 'Cuatro', la visibilidad alcanzada por los testimonios en televisión ha sido determinante para amplificar la percepción ciudadana de la problemática y redoblar la presión para que las estructuras de los partidos adopten respuestas públicas claras. El debate se ha extendido a otros ámbitos institucionales, con llamados a reforzar tanto los procedimientos preventivos como la rendición de cuentas ante casos de presunto acoso sexual. El tratamiento mediático del caso y la cobertura otorgada a las voces de las denunciantes han instalado el tema no solo en la agenda política sino también en la opinión pública, reflejando el impacto que tiene la gestión interna de estas denuncias en la imagen del PSOE y la confianza que despiertan las estructuras políticas ante hechos de discriminación o violencia de género.
Tal como recogió el medio, la serie de casos activos y previos, sumados a la difusión mediática de los relatos de las víctimas, ha fomentado que la dirección del PSOE esté llamada a revisar y ajustar sus protocolos internos. El objetivo, según las demandas expuestas tanto dentro como fuera del partido, apunta a fortalecer las garantías de prevención y gestión de denuncias, de modo que se refuercen tanto la confianza ciudadana como la percepción de que las instituciones cuentan con herramientas efectivas para combatir el acoso y sancionar conductas inapropiadas dentro de sus filas.
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