
“Cuando Salazar se subía la bragueta delante de las mujeres en Ferraz no las estaba acosando laboralmente, las estaba acosando sexualmente”. Con estas palabras, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, manifestó su desacuerdo con la forma en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, definió los hechos que involucran a Francisco Salazar, exasesor en Moncloa, quien fue denunciado por acoso en el ámbito político nacional. Según informó el medio, Martínez-Almeida centró su intervención en la relevancia de distinguir entre acoso laboral y acoso sexual, subrayando el carácter sustancial que tiene esta diferencia tanto en el terreno jurídico como en el plano social. El alcalde puntualizó que “lo que es acoso sexual no se puede disfrazar como acoso laboral” y acusó a Sánchez de disminuir la gravedad de las acusaciones.
De acuerdo con la publicación, durante una comparecencia realizada en el Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE), Martínez-Almeida cuestionó los motivos que llevaron a Pedro Sánchez a referirse al caso de Salazar apenas como “un tema de acoso laboral”. El alcalde fue más allá y sugirió que esta actitud podría estar relacionada con la posesión de información relevante por parte de Salazar sobre el presidente del Gobierno. “Qué no le deberá Paco Salazar y qué no sabrá Paco Salazar de Pedro Sánchez para haberle protegido y ahora para decir que esto no es acoso sexual sino un caso más de acoso laboral”, manifestó el alcalde, según reportó el medio.
El medio detalló que Martínez-Almeida llegó a calificar de “barbaridad parlamentaria” la declaración de Pedro Sánchez y sostuvo que esta manera de homologar ambos conceptos constituye una minimización de la naturaleza de los hechos atribuibles a Salazar, que habrían tenido lugar tanto en el Palacio de la Moncloa como en la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la calle Ferraz. Según consignó el medio, el alcalde argumentó que el intento de rebajar la calificación de la denuncia afecta tanto a la percepción pública de este tipo de casos como a la respuesta institucional ante situaciones similares en entornos de poder.
En su intervención, Martínez-Almeida también tachó la postura del presidente del Gobierno de “infamia, una ofensa a todas las mujeres que sufren acoso sexual en España”. Estas afirmaciones, según la fuente, agregaron una dimensión social y simbólica al debate, aludiendo al impacto que puede tener la minimización de las denuncias de índole sexual en espacios laborales y políticos, especialmente cuando provienen de partidos y líderes identificados con políticas de igualdad de género.
El medio indicó que las declaraciones del alcalde se enmarcan en un momento de debate público sobre la transparencia y el rigor institucional con el que se atienden denuncias de acoso sexual en la administración y en los partidos, en particular cuando los señalados han formado parte de equipos que han impulsado medidas contra la violencia sexual y la discriminación de género. El episodio reactivó la discusión sobre el nivel de exigencia, la coherencia y la responsabilidad de los altos cargos frente a denuncias dentro de sus propias organizaciones.
Las posiciones expresadas por Martínez-Almeida mantienen el foco sobre la gestión interna de casos de acoso en el ámbito gubernamental y político, así como sobre la actuación de los líderes responsables de garantizar la integridad y la protección de las víctimas en estas circunstancias. Según reportó la fuente, la controversia permanece en el centro de la agenda mediática y política, a la espera de nuevas investigaciones y del desarrollo de las reacciones entre los principales protagonistas de la vida pública nacional.


