Madrid, 6 dic (EFE).- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la ministra de Sanidad, Mónica García, han sido dos de la protagonistas del Día de la Constitución celebrado este sábado en el Congreso a cuenta de la nueva crisis de la sanidad en Madrid.
En innumerables corrillos con los periodistas, Ayuso se ha afanado en defender que, a pesar de lo ocurrido en el hospital de Torrejón, no hay motivos de para cuestionar el sistema sanitario madrileño.
Justo lo contrario de lo que ha hecho la ministra de Sanidad, quien cuestiona el modelo de gestión privada de los hospitales madrileños y asegura que lo ocurrido en Torrejón es solo un ejemplo pequeño de un sistema construido para hacer negocio.
Ayuso y la ministra y portavoz de Más Madrid, que estaban muy cerca en el salón de Pasos Perdidos del Congreso pero no se han saludado, han evidenciado que todos los puentes entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid están rotos.
Y no hay atisbos de que la situación vaya a cambiar, sobre todo porque Más Madrid y el PSOE ya han anunciado que se plantean acudir a la Justicia para denunciar el caso del hospital de Torrejón.
Ayuso habla de una "campaña a degüello" contra ella por parte del Ejecutivo cada vez que su gobierno tiene un problema y García culpa a la presidenta autonómica de que buena parte de la gestión sanitaria en Madrid esté en manos del grupo Quirón.
Aunque el caso de Torrejón afecta a otro grupo empresarial, Ribera Salud, García ha comentado con los periodistas que el contenido de los audios del CEO de esta empresa priorizando el beneficio frente a la disminución de las listas de espera es el día a día en el grupo Quirón.
Además, ha acusado a la Comunidad de desviar un gran número de pacientes a la gestión privada y se ha apoyado en la memoria del servicio madrileño de salud (Sermes), que muestra cómo hospitales de referencia como La Paz o el Severo Ochoa han perdido miles de pacientes mientras todos los que están en manos privadas han registrado importantes aumentos.
Por contra, Ayuso ha defendido una y otra vez el sistema sanitario madrileño y ha insistido en restar importancia a lo ocurrido en Torrejón y hablar de "rencillas" entre directivos "que no han bajado a la gestión del hospital".
Ha lamentado, asimismo, que este asunto sea "un ejemplo más" de los ataques que recibe "constantemente" por parte del Gobierno.
"Ya quisiera yo el apoyo que reciben otros cuando tienen una crisis", ha dicho visiblemente enfadada la presidenta autonómica, recordando por ejemplo la ayuda a Cataluña ante la crisis de la peste porcina. Y ha asegurado que por cada consejero que tiene su gabinete hay tres ministros atacándola.EFE


