España y Marruecos dan por zanjada la apertura de aduanas y obvian las aguas territoriales y el espacio aéreo del Sáhara

Ambos gobiernos formalizaron el funcionamiento de los pasos fronterizos en Ceuta y Melilla, evitando abordar debates pendientes sobre límites marítimos atlánticos y el control del espacio aéreo sahariano, inquietudes claves para autoridades y sectores en Canarias

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La gestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental y la delimitación de las aguas territoriales frente a Canarias figuran entre las principales inquietudes de las autoridades y diversos sectores en las islas, quienes continúan sin recibir respuestas claras en la última cumbre bilateral celebrada entre España y Marruecos. Según publicó el medio de comunicación original, durante la XIII Reunión de Alto Nivel (RAN) en Madrid, presidida por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, y Aziz Ajanuch, primer ministro marroquí, ambos gobiernos oficializaron únicamente la apertura y el funcionamiento de las aduanas en Ceuta y Melilla, dejando fuera del debate los otros asuntos pendientes que afectan a la región canaria.

De acuerdo con la información recogida por el medio, la declaración conjunta, resultado de la reunión, consta de 23 folios y 119 puntos e incluye la firma de catorce acuerdos y documentos de distinta naturaleza. Sin embargo, entre los temas clave solo se aborda explícitamente la cuestión de las aduanas fronterizas. España y Marruecos destacan en el punto número 61 la satisfacción por haber implementado el punto 3 de la hoja de ruta firmada en abril de 2022. Este apartado preveía la normalización de los flujos de personas y mercancías entre ambos países, así como la reanudación ordenada del control aduanero terrestre y marítimo.

El medio detalló que este compromiso surgió tras la crisis bilateral causada por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, durante la pandemia de COVID-19, gesto que desató el malestar de Marruecos. El 7 de abril de 2022, una reunión en Rabat entre Pedro Sánchez y el rey Mohamed VI permitió reactivar las relaciones a partir de la 'hoja de ruta' que incluía la reapertura aduanera. Al completarse las negociaciones, Marruecos aceptó reabrir la aduana de Melilla—cerrada unilateralmente por Rabat en agosto de 2018—y establecer una nueva infraestructura aduanera en Ceuta.

Según consignó el medio, la apertura formal de ambas aduanas solo se materializó parcialmente a inicios de este año, después de retrasos y de una serie de pruebas piloto. Las operaciones se interrumpieron durante el verano debido a la Operación Paso del Estrecho, a petición de Marruecos. Los empresarios de Ceuta y Melilla confirmaron que las instalaciones fronterizas retomaron finalmente su actividad en septiembre, aunque advierten sobre la inseguridad jurídica y la falta de funcionamiento real. Hasta el momento, la actividad comercial ha sido mínima y, en los últimos meses, no se han registrado importaciones ni exportaciones a través de las aduanas recientemente habilitadas.

Esta situación ha motivado quejas del sector empresarial, el cual considera que, pese a la reapertura simbólica, las condiciones actuales no garantizan el flujo seguro y eficiente requerido para el comercio. Aun así, según informó el medio, los gobiernos de España y Marruecos aseguran que las aduanas ya están plenamente operativas y descartan la existencia de conflictos pendientes en torno a su desarrollo. El objetivo declarado por ambas naciones ha sido poner fin al comercio considerado atípico y eliminar la presencia de 'porteadoras', mujeres dedicadas al transporte de mercancía a pie entre las ciudades fronterizas, fenómeno que había suscitado controversia durante los últimos años. Las administraciones aduaneras de los dos países se proponen ahora, según la declaración conjunta, fortalecer la cooperación mediante el intercambio de experiencias y conocimientos técnicos sobre materias de interés común.

En contraste al avance en materia aduanera, el documento final de la cumbre no incluye una sola mención sobre la delimitación de las aguas territoriales en la fachada atlántica, asunto con impacto directo en el archipiélago canario. Tampoco se abordan cuestiones sobre la gestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental, operación que realiza desde hace décadas la entidad española Enaire desde las Islas Canarias, pese a la retirada formal del territorio saharaui en el proceso de descolonización aún sin concluir según la ONU.

El medio especifica que estas omisiones en la declaración han despertado inquietud en las autoridades de Canarias. El presidente regional, Fernando Clavijo, expresó públicamente la preocupación de que se produzcan concesiones a Marruecos que puedan repercutir en el archipiélago. Clavijo solicitó la presencia de representantes canarios en la cumbre bilateral, aunque su petición no fue atendida. Posteriormente, manifestó su descontento calificando la situación de "no admisible" y avisando que tomará nota para futuras ocasiones.

El temor a concesiones sobre temas relacionados con la soberanía y regulación de aguas marítimas y aeropuertos se vio incrementado tras la publicación de un artículo en el medio español 'Atalayar', recabando la atención de la prensa marroquí. Según el medio, el texto planteaba un hipotético acuerdo hispano-marroquí para la delimitación de aguas territoriales y el acceso al monte submarino conocido como Monte Tropic, zona que alberga minerales estratégicos. El artículo sostenía que tal acuerdo reforzaría la posición de Marruecos como potencia atlántica y consolidaría su soberanía, mientras que España obtendría garantías jurídicas para Canarias y acceso regulado a recursos y oportunidades estratégicas. El eco de este planteamiento en medios marroquíes elevó la preocupación en el Gobierno autonómico y entre sectores locales sobre un posible entendimiento tácito fuera del escrutinio público.

Sobre el espacio aéreo del Sáhara Occidental, la administración española mantiene actualmente el control desde Canarias a través de Enaire, tal como destacó el medio, pese a la retirada formal que se remonta a hace casi medio siglo. Diversos análisis y declaraciones públicas han coincidido en remarcar la importancia de esta gestión para el tránsito y las operaciones en el espacio del Sáhara, control que Marruecos aspira a ejercer directamente en algún momento del futuro, según han recogido distintas publicaciones especializadas y las reivindicaciones expresadas en la prensa afín a la monarquía marroquí.

En conclusión a la información proporcionada por el medio, la XIII Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos ha consolidado avances en materia de fronteras terrestres y aduanas en Ceuta y Melilla, mientras elude dar solución o avances a las cuestiones marítimas y aéreas que afectan al entorno canario y al Sáhara Occidental. El asunto continúa generando atención en instituciones y sectores locales canarios, ante la falta de claridad sobre el futuro de la regulación de aguas y el control del espacio aéreo en la región.