Paz dice que normas como el impuesto a las grandes fortunas hicieron de Bolivia una "isla"

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La Paz, 26 nov (EFECOM).- El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, sostuvo este miércoles que normas como el impuesto a las grandes fortunas, cuya supresión fue anunciada en la víspera, convirtieron al país en una "isla" y le dejaron sin inversiones privadas nacionales y extranjeras.

En un encuentro con trabajadores de la estatal Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) en la región central de Cochabamba, Paz justificó las decisiones anunciadas por su Gobierno el martes, incluida la abrogación del impuesto a las grandes fortunas que fue creado durante la gestión del izquierdista Luis Arce (2020-2025).

El presidente sostuvo que "suena bonita" esa norma, con la idea de que "a los ricos hay que sacarles" dinero para darles "a los pobres", pero aseguró que "no ha ocurrido eso".

Según Paz, en los Gobiernos anteriores se hicieron "normas que sonaban demagógicas y políticamente correctas", pero que en los últimos seis a siete años ocasionaron la salida al exterior de unos 7.000 millones de dólares generados "con el esfuerzo del trabajo boliviano".

"(Esas divisas) se fueron al exterior porque la plata, si no la respetas para reinvertir, se va. Por eso nos hemos convertido en una isla, nadie quiere invertir", lamentó.

El gobernante mencionó que a causa del impuesto a las grandes fortunas, muchos comerciantes de la ciudad de El Alto, la segunda más poblada de Bolivia, hacen negocios en el país, pero dejan su dinero en Chile.

También afirmó que con ese tributo se recaudó "una miseria", pero que "se fueron de Bolivia en los últimos tres años 2.500 millones de dólares".

"La señal es clara, quiero que vuelvan esos dólares, porque cuando esos dólares vuelven a Bolivia, se reinvierten en Bolivia, generan empleo en Bolivia, generan economía en Bolivia", manifestó.

Paz advirtió que "nadie quiere poner su platita en Bolivia" y que, por ejemplo, la inversión extranjera directa en el país en 2024 llegó a 247 millones de dólares.

"Eso hay que cambiar. Yo quiero que venga inversión, que haya seguridad jurídica, que la ley les respete a ustedes su propiedad privada", aseguró el mandatario e insistió en que hay que dar "garantías" para que esas inversiones retornen al país.

El impuesto a las grandes fortunas, creado en diciembre de 2020, se aplica a quienes tienen patrimonios mayores a los 4,3 millones de dólares, con un carácter anual y confidencial y tributos variables con alícuotas de 1,4; 1,9 y 2,4 %, según el patrimonio.

Los últimos datos oficiales ofrecidos en octubre por el Gobierno de Arce muestran que la recaudación por ese impuesto llegó a 957,5 millones de bolivianos (unos 137,5 millones de dólares) en sus cinco años de vigencia.

En la víspera, el Gobierno de Paz anunció la supresión de ese tributo y de los impuestos a las transacciones financieras (ITF), al juego y a las promociones empresariales, para lo cual se enviarán proyectos de ley al Parlamento nacional.

El ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, explicó el martes que los cuatro tributos "no representan más del 1 % de la recaudación fiscal", pero que generaron "una salida de capitales de Bolivia y un desincentivo muy fuerte a las inversiones extranjeras en el país" y que "ni siquiera alcanzan a cubrir el costo administrativo de su recaudación".

El Ejecutivo boliviano también anunció que ajustará el Presupuesto General del Estado (PGN) 2026 elaborado por el Ejecutivo anterior para reducir al menos en un 30 % el gasto fiscal. EFECOM