El submarino S-81 ‘Isaac Peral’ regresa a Cartagena tras completar su primera misión operativa en la OTAN

Entregado a finales de 2023 y sometido durante 2024 y 2025 a un intenso calendario de pruebas y certificaciones, el S-81 se integra ya plenamente en misiones internacionales

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El submarino 'Isaac Peral' regresará
El submarino 'Isaac Peral' regresará el viernes a su base en Cartagena tras cumplir su primera misión operativa. (Europa Press)

El submarino español S-81 Isaac Peral, primer buque de la serie S-80 Plus construido íntegramente en España, atracará este viernes en el Arsenal de Cartagena tras haber completado con éxito su primera misión operativa real dentro del despliegue Sea Guardian de la OTAN en el mar Mediterráneo. El acto de recepción oficial tendrá lugar a las 9.30 horas, con presencia de autoridades navales y familiares de la dotación, compuesta en esta ocasión por 55 militares.

La llegada del Isaac Peral marca un hito para la Armada Española, que consolida así la entrada en servicio operativo del submarino más avanzado de su historia. Entregado a finales de 2023 y sometido durante 2024 y 2025 a un intenso calendario de pruebas y certificaciones, el S-81 se integra ya plenamente en misiones internacionales, demostrando en su primera salida operativa la madurez tecnológica del programa S-80, considerado uno de los desarrollos navales más complejos realizados por la industria española.

Archivo. Puesta a flota del submarino S-81 Isaac Peral, en mayo de 2021 (Navantia/Europa Press)

El S-81 se integró a mediados de octubre en la operación Sea Guardian, un despliegue permanente de la Alianza Atlántica enfocado en reforzar la seguridad marítima y la lucha contra el terrorismo en el Mediterráneo. Esta operación cubre un amplio espectro de tareas asociadas a las Operaciones de Seguridad Marítima: vigilancia del tráfico mercante, control de líneas de comunicación marítima, apoyo al conocimiento situacional, detección de actividades ilícitas —como tráfico de armas, personas o sustancias prohibidas— y refuerzo de las capacidades de seguridad de los países ribereños.

Además, y si así lo acuerda la OTAN, Sea Guardian está preparada para asumir tareas adicionales de mayor intensidad, como operaciones de interdicción marítima, defensa de la libertad de navegación, lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva o protección de infraestructuras críticas. En este contexto, la participación del S-81 ha supuesto un valor añadido significativo gracias a sus capacidades de sigilo, vigilancia encubierta y recopilación de inteligencia.

Un submarino puntero y primer exponente de la nueva era de la Armada

El Isaac Peral es el primero de los cuatro submarinos de la clase S-80 Plus, diseñados y construidos por Navantia en Cartagena. Con 80,8 metros de eslora, un desplazamiento de casi 3.000 toneladas en inmersión y una avanzada planta propulsora diésel-eléctrica, el S-81 destaca por su baja firma acústica, su capacidad para operar de forma discreta durante largos periodos y su elevado nivel de automatización.

El submarino está equipado con seis tubos de 533 mm capaces de lanzar torpedos Seahake Mod 4, misiles Sub-Harpoon y minas, así como con un completo conjunto de sensores —sonares de flanco, cilíndrico, remolcado, periscopios optrónicos y de ataque, y antenas de comunicaciones de última generación— que le permiten desarrollar misiones de inteligencia, vigilancia, guerra antisuperficie y apoyo a operaciones especiales. Su futura integración del sistema AIP (propulsión independiente del aire), prevista para su primera gran carena, ampliará notablemente su autonomía en inmersión sin necesidad de emerger para cargar baterías.

Un regreso simbólico al puerto donde nació

El retorno a Cartagena posee también un fuerte componente simbólico. Allí se ubica el Arsenal de Submarinos, base de la Fuerza de Submarinos española, y los astilleros donde el S-81 fue diseñado y construido. Su llegada tras una operación real de la OTAN supone la confirmación de España como una potencia tecnológica capaz de producir submarinos oceánicos de última generación y marca un antes y un después en la historia naval del país.

Tras su atraque, el Isaac Peral y sus 55 tripulantes serán recibidos con honores por la Armada, que ha subrayado el éxito de esta primera misión operativa como un paso crucial en la consolidación de la nueva era submarina española.