Illa apela a "la palabra, la razón y la verdad" en el 25 aniversario del asesinato de Ernest Lluch

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El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha llamado este viernes a "defender la palabra frente al ruido, defender la razón frente a la fuerza, y defender la verdad frente a la mentira", lo que ha definido como los tres estandartes del exministro socialista Ernest Lluch, asesinado hace 25 años por la banda terrorista ETA.

Lo ha dicho durante el acto de homenaje a Lluch que se ha celebrado este viernes en el Palau de la Generalitat, junto a la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, y una de las hijas del exministro, Eulàlia Lluch.

Ha señalado que es importante esta defensa en un momento como el actual en que hay "mucho ruido", ante la fuerza que impera en el ámbito geopolítico y también en la sociedad actual y ante la mentira.

"Desgraciadamente, hemos sido testigos de cómo algunos pretenden conseguir la impunidad con la mentira. Pero se equivocan. La impunidad no dura nunca para siempre. Y la verdad siempre prevalece. La historia se acuerda de los buenos, no de los malos. Tarde o temprano encuentra siempre el camino para salir a la luz. Defender la verdad es, pues, un deber democrático", ha sostenido.

Al acto de homenaje han asistido, entre otros, varios consellers del Govern y diputados del Parlament, representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el rector de la UB, Joan Guàrdia, los expresidentes de la Generalitat José Montilla y Pere Aragonès, familiares del exministro, y lo ha conducido el periodista Josep Cuní.

"ERNEST VALIENTE"

Illa ha recordado al "Ernest valiente", y ha hecho referencia a su apuesta por el diálogo en Euskadi; al Ernest político, al que ha descrito como una de las mejores reivindicaciones de la nobleza de la política; al Ernest académico, y ha recordado su pasión por estudiar; y al Ernest vinculado a Maià de Montcal (Girona).

Ha añadido el recuerdo además del Ernest curioso, apasionado, comprometido con la gente y "amante de la España plural y diversa", y ha hecho referencia a sus valores y principios firmes que, ha dicho, supo declinar en cada momento de su vida.

También ha señalado el "antes y después" que supuso el final de ETA en 2011, que no pudo ver, pero al que contribuyó, cosa que demuestra como han cambiado las cosas, en palabras de Illa, que ha recordado finalmente su lucha antifranquista y el impulso de la Ley de Sanidad de 1986.

"Hoy, esos mismos valores que él defendía, deben declinarse en circunstancias y en momentos diferentes. Pero los valores, principios, siempre son los mismos. Y espero que me permitan esa licencia: sus valores eran los valores socialdemócratas", unos valores que ha pedido homenajear.

TERESA RIBERA

Por su parte, Ribera ha sostenido que su inteligencia crítica, vocación de servicio público y compromiso con la justicia social deben marcar el horizonte actual, y que los instrumentos para ello deben ser la palabra y el respeto: "Porque mientras se grita, no se mata. Pero mientras se habla, no se grita".

Ha añadido que los valores de Lluch siguen inspirando a muchos, y sin embargo "desgraciadamente parecen ser desafiados por otros", por lo que ha llamado a estar a la altura de su legado democrático, intelectual y moral protegiendo el estado del bienestar, la ciencia, la educación, la verdad y la palabra.

Finalmente, ha celebrado que "afortunadamente han callado las armas" con las que mataba ETA, un mérito colectivo del que Lluch se hubiera alegrado infinito, en sus palabras.

EULÀLIA LLUCH

Una visiblemente emocionada Eulàlia Lluch ha mostrado su satisfacción por ver cómo de querido era su padre, la cantidad de actos que se han hecho las últimas semanas en su recuerdo, y los muchos espacios públicos bautizados con su nombre.

Ha rememorado que, más allá de su tarea política, también tuvo el trabajo de ser padre, y ha explicado que en alguna ocasión no participó de algún Consejo de Ministros para estar con su familia o participar, por ejemplo, de la cabalgata de Reyes en Maià de Montcal.

Sin embargo, ha afirmado que el 'Ernest Lluch padre' le ha abandonado, y que ha pasado a ser el 'Ernest de todos' y de todo aquel que le quiere, le añora y le llora: "Pero le lloran sabiendo que él pervive, y que de quienes lo mataron nadie se acuerda del nombre que tienen".