El presidente de la Audiencia de Zaragoza ve "muy acertado" el nuevo tipo penal de violencia vicaria sobre la mujer

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El presidente de la Audiencia Provincial de Zaragoza, Alfonso Ballestín, ha calificado de "muy acertado" el nuevo tipo penal que introduce el anteproyecto de ley sobre violencia vicaria y que se agrave la pena cuando la víctima sea mujer "porque así es en la mayoría de los casos".

Ballestín ha hablado sobre esta cuestión a los medios de comunicación antes de participar en la novena reunión de la Comisión Provincial de Coordinación contra la Violencia de Género, en la que la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, ha informado por videoconferencia sobre los fallos telemáticos registrados en las conocidas como pulseras antimaltrato y en la que también se iba a abordar precisamente el estado de la negociación para la adhesión del Ayuntamiento de Zaragoza al sistema VioGén.

El presidente de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha defendido la conveniencia de este futuro texto legal para hacer frente a la violencia vicaria, en la que la acción directa se ejercita contra hijos o allegados, "pero a quien se quiere perjudicar, dañar o proporcionarle un sufrimiento serio es a la propia mujer", ha apuntado.

"La violencia vicaria, desde luego, es un tema que ya preocupaba de siempre, pero con esa denominación específica no se había introducido todavía y ahora no solo se introduce en este tipo de violencias de género como algo especial, sino que también se intenta dar una protección tanto penal como de otro tipo a las personas que se ven influidas", ha aportado.

Desde 2013, según ha detallado, se han contabilizado 65 casos en los que "los padres, me cuesta llamar así a personas que hacen eso con sus hijos, pero bueno, los padres biológicos llegan a matar a los hijos para perjudicar a la madre. Eso es terrible", ha lamentado.

Tras recordar casos muy conocidos de la historia criminal vicaria como los de José Bretón o Tomás Gimeno, Ballestín ha comentado que el anteproyecto de ley --de solo siete artículos, pero que pueden dar pie a nuevas leyes-- introduce un tipo nuevo penal, que simplemente será el delito de violencia de género, de violencia vicaria.

Ese nuevo tipo penal genérico define la violencia vicaria como la ejercida para causar dolor o sufrimiento a mujeres a través de menores, personas bajo tutela, ascendientes, hermanos o parejas, ampliando así la protección legal a estas víctimas.

"Incluye no solo matar a los hijos, sino también ejercer algún tipo de influencia psicológica en la madre para perjudicarla, contemplará una agravación para cuando la víctima sea la mujer", ha concretado.

La tipificación de la violencia vicaria como delito contra la integridad moral, conlleva penas de prisión de seis meses a tres años y un agravante de género.

REFORMAS LEGALES

La iniciativa legislativa aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 30 de septiembre, caso de superar los diferentes trámites parlamentarios hasta convertirse en ley, conllevará la reforma de del Código Civil para reforzar la protección a menores y personas con discapacidad, asegurando que su voz sea escuchada en procesos judiciales de guarda y custodia.

Además, conlleva la agilización de los procedimientos judiciales relacionados con la patria potestad para proteger a los menores, el establecimiento de medidas de sensibilización, formación y seguimiento para operadores jurídicos y la incorporación de la violencia vicaria en pruebas y formaciones de acceso, ingreso y promoción en la carrera judicial.

Ballestín también ha mostrado su esperanza de que la prohibición de publicar contenidos relacionados con el delito cometido, como en el caso reciente de Ruth Ortiz, la que fuera esposa del asesino José Bretón, que reclamó que no se publicase 'El odio', libro que relataba los asesinatos de sus dos hijos, Ruth y José, a manos de Bretón.

Se trata de una de las novedades que incluye este anteproyecto, pueda incluirse en el texto final una vez que se introduzcan las "matizaciones" que resulten necesarias por afectar al derecho fundamental de la libertad de expresión.

Ello, ha subrayado, "para que no se pueda seguir dañando con el relato de lo que ha pasado a la propia víctima, que ya ha sufrido bastante".