Defensa y acusación, enfrentados en la última sesión del juicio a García Ortiz a cuenta de la credibilidad de la prensa

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La defensa y las acusaciones han justificado la inocencia y culpabilidad, respectivamente, del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, acusado por una presunta revelación de secretos contra Alberto González Amador --pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso-, basándose, entre otros asuntos, en la "credibilidad" de las declaraciones de los 12 periodistas que han testificado a lo largo de estas seis jornadas de juicio.

En la última sesión, que ha tenido lugar este jueves en el Tribunal Supremo (TS), las partes han presentado sus informes finales jugando con el tiempo que el presidente del tribunal, Andrés Martínez Arrieta, había dispuesto para cada uno al término de la jornada anterior, y que nadie ha cumplido.

De este modo, aunque había establecido un intervalo de entre 30 y 45 minutos para cada exposición, Gabriel Rodríguez Ramos, abogado de la acusación particular que ejerce González Amador, lo ha hecho en casi una hora y veinte. En ese tiempo ha detallado por qué considera que García Ortiz fue la persona que filtró un correo electrónico del 2 de febrero de 2024 en el que el abogado de la pareja de Díaz Ayuso ofrecía un acuerdo de conformidad a la Fiscalía de delitos económicos.

Entre otros motivos, ha remarcado que la declaración de los periodistas que afirmaron conocer dicho 'email' antes que García Ortiz tiene que valorarse "de una forma cautelar", ya que ocultaron parte de la información amparándose en el secreto profesional. Por ello, ha continuado, las declaraciones de los periodistas deben ser valoradas, "no como la de un testigo normal", en tanto que "desde la Fiscalía General del Estado se filtran cosas".

Martínez Arrieta ha cortado su intervención cuando llevaba poco más de una hora. "¿Acabo?", ha replicado el abogado, visiblemente sorprendido. Antonio García-Capelo, abogado que representa a la acusación popular ejercida por Foro Libertad y Alternativa --que representa también a Vox y Hazte Oír--, ha salido en su ayuda y ha informado de que prescindiría de 15 minutos para que Rodríguez Ramos pudiera continuar.

El jefe de los fiscales ha estado tomando notas en su cuaderno y en la tableta digital que tenía frente a sí. Estaba muy serio y apenas ha hablado con su defensa durante el turno de la acusación.

Por su parte, Ignacio de Luis, letrado que representa al Ilustre Colegio de Abogacía de Madrid (ICAM), también presente en la acusación popular, ha señalado que "está en solfa" la "credibilidad" del periodista de 'eldiario.es' que declaró en el TS que tenía el correo una semana antes de que se filtrara. "Cómo es posible", se ha preguntado De Luis, "que le adelantasen sus competidores por la izquierda y por la derecha", refiriéndose a otros medios que publicaron el correo antes que este digital.

El abogado de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales, Juan Antonio Frago, ha sido el emisor de algunas de las críticas más duras contra los periodistas que han testificado. "Las partes debemos poder preguntar plenamente a cualquier testigo, perito, etcétera. No puede darse ningún tipo de validez a un testigo que se acoge al secreto profesional", ha defendido.

Pero en lo que más ha insistido Frago ha sido en que el periodista de la 'Cadena SER' se comunicó con el fiscal general la noche de los autos, a pesar de que los propios investigadores indicaron que fue un intento infructuoso. Ha reconocido que en sus interrogatorios ha sido "muy pesado" --circunstancia que ha atribuido a ser natural de Zaragoza-- con los atestados de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que recogían una conexión de cuatro segundos entre los teléfonos de García Ortiz y el periodista.

Pese a que el reportero admitió haber realizado la llamada, la defensa y el testigo han aclarado que esos cuatro segundos se corresponden con el buzón de voz, que saltó porque el jefe del Ministerio Público estaba al habla con una fiscal. Frago cree que sí hubo contacto telefónico y que esos pocos segundos sirvieron para tomar "precauciones", esto es, continuar hablando por WhatsApp.

García Ortiz ha reaccionado con un gesto de indignación cuando Frago ha enunciado los tres primeros dígitos de sus números de teléfono personal y profesional, después de que el fiscal general ya lamentara en su declaración de este miércoles que se hubieran filtrado junto a su correo.

LA DEFENSA, CON LOS PERIODISTAS

La última persona que ha presentado su informe final por la mañana ha sido la teniente fiscal del TS María Ángeles Sánchez Conde, que defiende la inocencia de Álvaro García Ortiz. En su alegato, ha argumentado que, "aun en la hipótesis" de que el fiscal general hubiera filtrado el correo, quedaría "impune porque la noticia ya era conocida por muchos medios".

Sánchez Conde ha comenzado su declaración apenas 15 minutos antes de las 14:00, la hora a la que habitualmente Martínez Arrieta levantaba la sesión para comer. El presidente del tribunal le ha pedido acabar en media hora. Un tiempo que la teniente fiscal ha dilatado a base de ir solicitando cinco minutos extra.

En este sentido, ha puesto en valor la declaración de los periodistas de 'eldiario.es', 'El País' y La Sexta, que manifestaron que el jefe de gabinete de Díaz Ayuso estaba asegurando a la prensa que el pacto de conformidad lo estaba ofreciendo la Fiscalía.

Para rematar la última sesión de juicio, el abogado del Estado José Ignacio Ocio, defensa de García Ortiz, ha sido el único que no ha sido apercibido por Martínez Arrieta por pasarse de lo 45 minutos acordados.

Siendo el último que quedaba y el único que exponía su informe por la tarde, Ocio ha empleado una hora y media para solicitar la nulidad de la entrada y registro de la UCO a los despachos del fiscal general y de la jefa de la Fiscalía Provincia, Pilar Rodríguez; defender lo que considera una "actuación legítima" del fiscal general en la noche del 13 de marzo y apoyar a los periodistas. Uno por uno y con nombres y apellidos.

La sala escuchaba en silencio. Los siete miembros del tribunal estaban escorados hacia él y las acusaciones le miraban fijamente. El fiscal general apenas ha levantado la vista de sus notas, que observaba muy serio. Entre el público, menos prolijo que en días anteriores, tampoco se escuchaba el murmullo de otros días.

A diferencia de la defensa, al final de cada intervención, las acusaciones han agradecido al tribunal y han elogiado la labor de instrucción que realizó el magistrado Ángel Luis Hurtado. Por su parte, el abogado del ICAM ha ido un poco más lejos, agradeciendo también a la secretaria judicial, que este jueves se ha quedado sin voz en sus llamadas a la sala, por mantenerles "hidratados".