Albares admite que sigue habiendo "responsabilidades" que depurar pero ahora es momento de consolidar el alto el fuego

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El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha defendido la necesidad de ahondar en el camino de esperanza que se ha abierto en Gaza y de consolidar el alto el fuego entre Israel y Hamás para que sea definitivo, al tiempo que ha admitido que sigue habiendo "responsabilidades" que depurar en torno al conflicto en la Franja, donde el Gobierno cree que Israel ha cometido genocidio.

En declaraciones a la prensa en Sharm el Sheij (Egipto), donde acompaña al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Cumbre por la Paz copatrocinada por el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, y el presidente estadounidense, Donald Trump, Albares ha subrayado que "ahora tenemos que dar nuevos pasos, empezando mañana mismo, para ampliar ese camino de esperanza y para consolidarlo".

Tras felicitarse de que los rehenes en manos de Hamás finalmente hayan sido liberados y que la ayuda humanitaria esté entrando en Gaza "para terminar con la hambruna", ha apostado por que la comunidad internacional trabaje "para consolidar este alto el fuego, para conseguir que sea definitivo, que sea el primer paso de una paz definitiva".

También hay que trabajar, ha añadido el ministro, para la reconstrucción de Gaza y ofrecer un futuro a los gazatíes, así como para seguir avanzando, como ya ha hecho España con su reconocimiento de Palestina, para "poner en pie la solución de dos estados, que todos sabemos que es la única solución que va a traer paz, estabilidad y seguridad a palestinos israelíes y a todos los pueblos de Oriente Medio".

"LAS RESPONSABILIDADES ESTÁN AHÍ"

Preguntado si ahora que parece abrirse un horizonte de paz el Gobierno se reafirma en su postura de que en Gaza el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu ha cometido "genocidio" y que hay que depurar responsabilidades, Albares ha reconocido que "desde luego que las responsabilidades están ahí y eso no va a variar".

En este sentido, ha recordado el caso abierto ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en relación con la presunta violación por parte de Israel de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, así como la investigación en curso en el Tribunal Penal Internacional (TPI) contra algunos altos cargos israelíes, entre ellos Netanyahu, contra el que la Fiscalía dictó orden de arresto. "La propia Fiscalía española tiene una investigación, por lo tanto eso es algo que va a continuar", ha acotado.

Con todo, ha querido dejar claro que ahora la mirada está puesta en afianzar el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás y en unir fuerzas "en torno a la esperanza de que es posible una paz definitiva" y que esta sea la "última vez que veamos esta espiral de violencia entre palestinos e israelíes".

En lo que se refiere a la cumbre en Sharm el Sheij, que ha reunido a una más de una veintena de líderes de todo el mundo, ha explicado que los países mediadores --Estados Unidos, Egipto, Qatar y Turquía-- van a firmar una declaración y el resto de países han acudido a "acompañar y celebrar" el alto el fuego y a ayudar a consolidarlo.

Por otra parte, Albares ha recalcado que Hamás es una organización terrorista y por tanto no puede "representar ningún papel en la futura gobernanza de un Estado palestino realista y viable porque Hamás no cree en la solución de los Estados, porque Hamás no cree en la paz".

Finalmente, el ministro ha tenido palabras de elogio hacia el "papel crucial" desempeñado por Estados Unidos y por su presidente. "Hay que reconocerlo", ha señalado, descartando que el mandatario estadounidense, cuya llegada a Sharm el Sheij va con retraso ya que ha visitado primero Israel, pueda tener algún mal gesto hacia Sánchez cuando le salude, tras sus comentarios planteando la expulsión de España de la OTAN de hace unos días.

"En absoluto", ha sostenido tajante el ministro, incidiendo en que se trata de "una cumbre para la paz". Está previsto que Trump y Al Sisi, como copatrocinadores de la reunión, saluden a todos los mandatarios asistentes, con quienes habrá una foto de familia antes de la firma del llamado acuerdo de Sharm el Sheij y las intervenciones de ambos mandatarios.