El sector porcino celebra su bonanza pero teme los aranceles y acuerdos internacionales

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Zafra (Badajoz), 4 oct (EFECOM).- El sector del porcino español atraviesa un momento de bonanza gracias a la fuerte demanda y a unos precios altos, pero observa con una mezcla de expectación y preocupación los movimientos internacionales que pueden alterar su competitividad, como es el caso de los aranceles de China y Estados Unidos y el acuerdo comercial con Mercosur.

"El ganadero por fin está percibiendo un precio justo por su esfuerzo", ha declarado a EFE el secretario técnico de la Asociación Española De Criadores Cerdo Ibérico (AECERIBER), Pablo Aguirre, quien advierte de que la incertidumbre generada por las tensiones comerciales "no gusta a la industria", aunque matiza que "el jamón curado ha quedado fuera de los aranceles chinos".

En esa línea, el presidente de Interporc, Manuel García, ha señalado que "todo arancel es negativo para la economía y para la sociedad".

Aunque España ha salido "mejor parada" que otros países, alerta de que el sector deberá mantener las llamadas "cláusulas espejo" para evitar que productos de terceros países entren sin cumplir los mismos estándares de bienestar animal, sanidad y medio ambiente que la Unión Europea (UE) exige a sus ganaderos.

En cuanto al acuerdo con MERCOSUR, García ha subrayado que no es tanto un problema de volúmenes, "se habla de unas 25.000 toneladas de carne, que no es mucho", sino de cómo se reglamente su entrada en Europa: "si se concentra en determinados cortes o momentos de alta demanda, puede desequilibrar el mercado".

Otros productores comparten esta inquietud, como es el caso de Álvaro Aranda, ganadero en Constantina (Sevilla), quien asegura que "Mercosur da más miedo que los aranceles, porque es una competencia desleal absoluta. A nosotros nos exigen controles sanitarios y ambientales que allí no cumplen".

Mientras tanto, la demanda interna sigue tirando del mercado. Para Florencio Torres, presidente de la Lonja de Extremadura, el gran reto no está en los precios actuales, sino en la capacidad de la pequeña industria.

"Este año los industriales tradicionales vamos a sacrificar menos porque el abastecimiento de cerdos es caro y escaso. Estamos en un fin de ciclo y tendremos que reinventarnos", ha apuntado.

En resumen, el ibérico disfruta de un escenario de ventas sólido y de prestigio, pero con un horizonte incierto condicionado por las negociaciones internacionales y la presión de grandes competidores como Brasil. EFECOM

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