Suiza, gran perjudicada por nuevos aranceles de Trump, confía en poder negociar una bajada

El Ejecutivo helvético analiza las consecuencias del fuerte gravamen impuesto por Washington en su decreto del 31 de julio y mantiene su disposición a buscar una rebaja mediante diálogo, en medio del descontento empresarial y político local

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(Corrige la fecha del decreto en el lead)

Ginebra, 1 ago (EFECOM).- El Gobierno de Suiza, el país europeo al que la Administración Trump ha impuesto un arancel más alto en su nuevo decreto del 31 de julio (39 %), manifestó su pesar por este gravamen, incluso más alto que el anunciado en abril (31 %), pero aseguró que seguirá negociando con Washington para intentar que baje.

El arancel ha sido recibido "con gran pesar", señaló a la agencia de noticias suiza ATS el portavoz de Finanzas del Ejecutivo Pascal Hollenstein, señalando que EE. UU. no ha tenido en cuenta los progresos en las negociaciones bilaterales que se han mantenido desde mayo, en las que Suiza siempre mostró "una actitud constructiva".

Hollenstein subrayó que el Gobierno helvético va a analizar la situación antes de decidir los pasos a seguir, aunque especificó, como horas antes había indicado la presidenta Karin Keller-Sutter, que se seguirá intentando lograr una solución negociada.

La patronal suiza, por boca de la organización Economiesuisse, también ha pedido en un comunicado a Berna que siga intentando buscar una solución negociada y beneficiosa para Suiza, que tiene en EE. UU. a uno de sus principales socios comerciales y es el sexto principal inversor en la economía norteamericana.

El arancel del 39 %, que entraría en vigor el 7 de agosto, es el cuarto más alto de la lista de gravámenes a 70 países presentada el jueves por la Casa Blanca, siendo superado sólo por Siria (41 %), Birmania (40 %) y Laos (40 %).

Suiza, que recibe este golpe precisamente durante las celebraciones de su Día Nacional, inició negociaciones con EE. UU. al mismo tiempo que acogía la primera ronda de contactos entre Pekín y Washington en Ginebra, a principios de mayo, y confiaba en que al menos hubiera una reducción de aranceles hasta el 10 %, el porcentaje existente durante los 90 días de "tregua".

Ya en abril Suiza aseguró que no respondería a los aranceles de EE. UU. con contramedidas similares a las importaciones desde la economía estadounidense, argumentando que no harían sino perjudicar más a sus propios intereses económicos. EFECOM