Anticorrupción señala a Servinabar como una empresa creada "ad hoc" para "lucrarse" con las obras cuestionadas

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La Fiscalía Anticorrupción ha apuntado a Servinabar, la empresa de la que el ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán sería dueño al 45%, según un contrato privado de compraventa con quien figuraba como único propietario, Antxon Alonso, como "una sociedad creada 'ad hoc' para lucrarse" con la obra de Mina Muga y "otras venideras" en Unión Temporal de Empresas (UTE) con Acciona "sin que conste ninguna contribución precisa a ellas".

Así se expresa el jefe de esta fiscalía especial, Alejandro Luzón, en el escrito donde se opone al recurso presentado por el que fuera director del departamento de Navarra y La Rioja de Acciona entre 2015 y 2019, Fernando Merino, donde insta al instructor del 'caso Koldo' en el Tribunal Supremo (TS), Leopoldo Puente, a levantar las medidas cautelares que le impuso el 7 de julio: prohibición de salida del país, retirada de pasaporte y comparecencias quincenales en sede judicial.

En su escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, Luzón pone el foco en "la estrecha relación" que existía entre Merino y Koldo García, ex asesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes, del que dice que "resultó clave" para "la consecución de los objetivos empresariales de Acciona", por ser "de la plena confianza" de Ábalos y por su "capacidad de influencia" sobre los entonces director de Carreteras, Javier Herrero, y presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.

Anticorrupción explica que Koldo y Merino "se conocieron en 2015 en Navarra, cuando este era el director del departamento de Navarra y La Rioja de Acciona, al hilo de la obra Mina Muga o Mina de Sangüesa (...) en la que esta empresa tuvo que presentarse formando UTE con la local Servinabar para conseguir la adjudicación, tal y como reconoció el propio Merino" en su declaración judicial de la semana pasada, cuando dijo que era una "condición necesaria".

Esto lleva al fiscal a aseverar que "Servinabar, vinculada a Antxon Alonso y a Santos Cerdán, es una sociedad creada 'ad hoc' para lucrarse en esta obra y en otras venideras, sin que conste ninguna contribución precisa a ellas".

De esta forma, relata, Merino inició una relación con Alonso y Cerdán "que se extiende después a su participación en otras obras en Navarra de la UTE Acciona/Servinabar, como el proyecto 'panadero' o 'supermercado el panadero' de Eugui y Navarra Arena, un pabellón deportivo en Pamplona".

"La relación entre Koldo García y Fernando Merino, a quien aquel llama 'Cordobés' o 'Cordo', se torna en estos años especialmente intensa", sostiene, indicando que el interés del ex directivo de Acciona en negar que ese fuera su apodo radica en que permite identificarlo "en las relaciones con el resto de los miembros de la presunta organización criminal".

El fiscal recuerda que "existe evidencia de pagos de Merino y Acciona a Koldo" en las notas del teléfono del ex asesor ministerial. "Llamar Acciona tema pago", ilustra, citando una. Y que Merino "no fue capaz de explicar en su declaración el motivo por el que Acciona pagaba a Koldo", "aduciendo 'no recordar' que cobrara nada y que, tal vez, a título de ejemplo, recuerda que Koldo sí que iba con su vehículo particular a la obra para indicar por dónde tenía que entrar el camión".

"Más allá de tan absurda explicación, la naturaleza subrepticia de la relación entre García y Acciona se evidencia en la manera en que esta constructora realmente le retribuía", dice Luzón, describiendo que, "para hacer llegar fondos a Koldo, Merino intervino en un sistema de facturación con el Bar Franky, según el cual este establecimiento hostelero emitió facturas ficticias hacia Acciona, quien asumió el pago a través de transferencia hacia el referido restaurante".

Para Anticorrupción, no hay duda de que "la relación económica furtiva entre Koldo y Acciona, sin que conste trabajo alguno --lícito-- prestado por aquel a la constructora que justificara cualquier retribución".

EL VÍNCULO DE MERINO CON OPR

A ello suma que "Merino también tuvo una estrecha relación con otra constructora beneficiaria de obra pública en el Ministerio de Transportes", "Obras Públicas y Regadios (OPR), merced a la vinculación con esta mercantil de sus cuñados, Antonio Fernández Menéndez y Daniel Fernández Menéndez, hermanos de su esposa".

A este respecto, apostilla que "consta cómo fue Merino quien les presentó a Koldo y quien, en definitiva, les abrió las puertas del Ministerio y les permitió en 2019, a través del asesor del ministro, tener a su vez acceso" a Herrero y Pardo de Vera.

"Se trataba de introducir a personas clave en la mecánica delictiva de adjudicación de obras que iba a ponerse en marcha y que beneficiaría a determinadas empresas, entre ellas Acciona y OPR, vinculadas a Fernando Merino", completa.

Con todo, Luzón dice que la afirmación de Merino de que "'todas las adjudicaciones se obtuvieron mediante procedimientos de licitación pública sometidos a controles legales' no genera, en la experiencia práctica de casos similares, una especial tranquilidad ni, sobre todo, a la vista de los indicios apuntados".

A su juicio, "los indicios obrantes en el procedimiento apuntan claramente a que Acciona habría satisfecho importantes cantidades a la organización criminal, al menos a sus principales dirigentes, José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García, por la adjudicación de determinadas obras, en alguna de las cuales consta la intervención de Fernando Merino".

En la misma línea, las acusaciones populares que dirige el PP en esta causa se han opuesto a levantar la medidas cautelares a Merino, según un escrito firmado por la representación de los 'populares', al que también ha tenido acceso Europa Press.