
El Tribunal Constitucional (TC) ha aprobado este jueves la sentencia por la que ha avalado la ley de amnistía, con una división entre la mayoría progresista y la minoría conservadora que se ha agravado por los reproches cruzados que aluden a "maniobras dilatorias", en un caso, y a la imposición de una decisión "ya tomada", en otro. "Esto no es un tribunal", lamentan algunas voces de la corte de garantías consultadas por Europa Press.
La ley de amnistía entró en vigor el 10 de junio de 2024 y, poco después, entre julio y septiembre, empezaron a llover los recursos y cuestiones de inconstitucionalidad. Desde entonces, las tensiones han sido constantes entre ambos bloques hasta alcanzar un punto que no pocos consideran ya "insoportable".
Los primeros roces surgieron por la ristra de peticiones de recusación y abstención lanzadas contra varios magistrados. El conservador José María Macías quedó apartado, a instancias de Fiscalía, al entender que estaba contaminado porque como vocal del anterior Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) informó de la ley de amnistía como parte del trámite parlamentario.
Por contra, el Pleno desechó las peticiones para apartar al presidente del TC, Cándido Conde-Pumpido, y sus compañeros progresistas Inmaculada Montalbán, Laura Díez o Juan Carlos Campo. Este último, en lo que puede considerarse la única decisión pacífica en relación con esta ley, optó por abstenerse por decir que la amnistía era "claramente inconstitucional" en los informes que firmó como ministro de Justicia para indultar a los condenados por el 'procés'.
El Pleno llamado a sentenciar la amnistía pasó así a contar con un magistrado menos en cada bloque, quedando conformado por seis progresistas, incluida Montalbán como encargada de redactar la ponencia, y cuatro conservadores.
Para estos últimos, conforme han reflejado en sucesivos votos particulares, se trata de un Pleno fruto de un procedimiento irregular, "sin cobertura legal", porque la recusación de Macías se extendió automáticamente de un asunto, en el que sí se cumplieron las formalidades requeridas, a todos los demás relativos a la amnistía.
El TC entró entonces en una especie de hibernación en lo tocante a la amnistía. Montalbán designó un equipo de letrados del TC para ayudarla a redactar el borrador de sentencia, trabajando desde ese momento bajo "el máximo secretismo".
Este letargo se vio interrumpido cuando la Audiencia Provincial de Sevilla anunció su intención de acudir al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) para desoír la sentencia del TC sobre el 'caso ERE', un movimiento que podría servir de precedente para el TS respecto al fallo de este jueves. Conde-Pumpido, provocando malestar dentro de su propio grupo, forzó un debate para analizar si esto era posible pero, ante la falta de apoyos, concluyó sin acuerdo.
En la recta final hacia la sentencia de la amnistía, tres magistrados conservadores --Enrique Arnaldo, Concepción Espejel y César Tolosa-- pidieron a Conde-Pumpido que paralizara el fallo a la espera de que el TJUE respondiera a las dudas de otros tribunales españoles sobre el encaje de esta ley en el derecho comunitario o que el TC planteara su propia pregunta, pero el presidente lo descartó, algo que finalmente el Pleno ha ratificado.
'In extremis', Arnaldo dirigió varios escritos al presidente del TC reclamándole que, en vez de concentrar el debate en el Pleno monográfico programado para esta última semana de junio, habilitara también los dos previstos para julio. Y ello, para dar tiempo a un estudio "sosegado", así como para que el TJUE celebrara su primera vista por las cuestiones relativas a la amnistía, fijada para el 15 de julio.
Conde-Pumpido también lo descartó, emplazando a las deliberaciones del cónclave para resolver este asunto. Los magistrados han rechazado acudir a la corte de Luxemburgo al considerar que la ley se ciñe a asuntos "eminentemente nacionales".
Como colofón, a pocos días de que el TC se adentrará de lleno en el examen de la amnistía, la ponencia de Montalbán se dio a conocer en la prensa antes incluso de que se repartiera oficialmente entre todos los magistrados.
UN PLENO MONOGRÁFICO DE TRES SESIONES Y NUEVE HORAS
Desde el bloque mayoritario han acusado a sus compañeros de lanzar "maniobras dilatorias" para eludir el fallo, así como de someter al TC a "tensiones innecesarias" por dar cuenta del malestar interno; mientras que la minoría conservadora ha afeado a sus pares "imponer el rodillo progresista" en las decisiones clave.
Así las cosas, la habitual división por bloques --que históricamente se ha venido plasmando en fallos adoptados por 7 a 5 votos en este TC y en otros anteriores-- ha ido degenerando hasta alcanzar su punto álgido en este Pleno.
Las sesiones comenzaron el lunes y han acabado este jueves con un debate organizado por bloques temáticos en el que, en base a la mayoría progresista, el TC primero descartó llamar a las puertas del TJUE, después fijó que la Constitución no prohíbe las leyes de amnistía y, finalmente, que esta amnistía es posible.
Según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, solo las tres primeras sesiones se dedicaron al análisis jurídico de la ley y este jueves únicamente se ha comprobado que el texto definitivo era el acordado, para proceder a votarlo. Un total de 9 horas y 15 minutos, para lo que algunos magistrados consideran uno de los asuntos de mayor calado sobre los que ha tenido que resolver el TC. "Es ridículo", aseguran las citadas fuentes.
Voces de la mayoría progresitas defienden que se ha producido "un debate jurídico de altura", algo que sus homólogos conservadores matizan. Al parecer, las deliberaciones han consistido en "una hora y media" de exposición por parte de Montalbán, a la que han seguido únicamente intervenciones de sus compañeros progresistas para sugerir modificaciones menores, apuntan fuentes del sector minoritario. "No ha habido una auténtica deliberación", lamentan.
Por contra, el sector mayoritario recrimina a sus compañeros que "ni siquiera han hecho el esfuerzo de intervenir". Del otro lado justifican que los cuatro magistrados conservadores decidieron adoptar una "postura coherente" al saberse "perdedores" porque "la decisión ya estaba tomada": "No íbamos a perder el tiempo".
De hecho, critican que "la misma premura con la que se ha deliberado se ha votado". Según las citadas fuentes, el texto definitivo, con las modificaciones aprobadas, se ha repartido sobre las 9:00 horas de este jueves y a las 10:30 "ya se estaba votando". "Esto no es un tribunal, es otra cosa", lamentan.
"PERFIL BAJO"
Tras esta primera sentencia, de la que unos y otros reconocen --aunque por razones distintas-- que el TC "sale tocado", la corte de garantías adoptará un "perfil bajo", de modo que no retomará las impugnaciones contra la amnistía hasta después de verano.
Previsiblemente, continuará con los demás recursos --presentados por las comunidades autónomas donde gobierna el PP y el del Ejecutivo socialista de Emiliano García Page-- para seguir con las cuestiones --formuladas por el TS, el TSJ de Cataluña y la Audiencia de Madrid-- y rematará con los recursos de amparo.
Aunque el TC deberá detenerse en las novedades que plantee cada impugnación --alrededor de una treintena--, tendrá como guía esta primera sentencia porque los de Alberto Núñez Feijóo atacaron la ley al completo. Las fuentes calculan que el TC estará despachando asuntos relativos a la amnistía hasta el próximo año.
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