España mantiene su reputación en los países del G7 aunque cae un puesto superada por Italia, según ReputationLab

España mantiene una fuerte reputación internacional y mejora una décima para consolidarse como uno de los países más admirados y respetados en los países del G7, según se desprende del análisis anual Repcore Nations 2025 elaborado por la consultora Reputation Lab.

Pese a esta ligera mejora, España cae un puesto entre los 60 principales economías mundiales a ojos de los ciudadanos del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos), tras verse superada por Italia, quedando en la décimocuarta posición.

En esta edición Suiza vuelve a situarse por tercer año consecutivo como el país con mejor reputación, aunque esta vez en un empate técnico con Canadá, seguidos por Noruega, Suecia y Finlandia. El listado lo cierra Rusia, precedido por Irán, Irak y China.

España supera a la media de los 60 países en la percepción de los 22 atributos analizados, encontrando el "compromiso con la comunidad internacional, el "respeto por los Derechos Humanos", un "estilo de vida atractivo", la "oferta de ocio, cultura y gastronomía" y la "seguridad" entre sus fortalezas.

Además, según el estudio, su consideración a nivel internacional ha mejorado en aspectos como "marcas y empresas conocidas", "líderes respetados", "lucha contra el cambio climático", "éxito deportivo" y "bienestar social". Sin embargo, ha sufrido pequeños retrocesos en atributos como "gente amable y simpática" y "entorno natural atractivo".

Con respecto a 2024, según ReputationLab, España mejora ligeramente en la intención de estudiar, vivir, trabajar o invertir en el país, pero experimenta un pequeño retroceso en la intención de visitar el país.

"Existe una clara correlación entre la reputación de un país y los comportamientos de apoyo que recibe por parte del público internacional, como el deseo de visitarlo, adquirir sus productos o invertir en él", ha sostenido Fernando Prado, socio de Reputation Lab y coordinador de RepCore Nations.

Por ello, ha añadido, "la reputación no es un concepto abstracto, sino un factor con un impacto directo y medible sobre la economía". Según Prado, "el análisis de series históricas de datos revela que una mejora de un punto en el indicador de reputación se traduce, en promedio, en un aumento del 7,2% en la llegada de turistas y del 1% en la inversión extranjera directa".

Por otra parte, la reputación de Estados Unidos ha sufrido un importante revés al registrar una caída de 6,7 puntos y una pérdida de 18 posiciones en el ranking, situándose en el puesto 48 con una reputación considerada "débil".

Las decisiones controvertidas de la nueva Administración de Donald Trump han provocado una caída generalizada de la reputación, que se agudiza entre aliados tradicionales como Canadá y Reino Unido, aunque mejora en Rusia.

Los atributos que más han sufrido en la percepción de Estados Unidos son "compromiso con la comunidad internacional", "lucha contra el cambio climático", "entorno favorable para los negocios" y "líderes respetados", lo que también se traduce en una caída de la intención de visitar el país o comprar productos estadounidenses, según ReputationLab.