Pamplona, 2 jun (EFE).- Helvetia Anaitasuna confirmó este domingo su adiós a la máxima categoría del balonmano profesional tras 14 años en los que logró jugar Europa durante tres campañas consecutivas hasta verse apeado de la élite después de un curso demasiado irregular.
No se necesitaba un milagro como tal, pero sí ganar y esperar un tropiezo en forma de empate o derrota de Puente Genil y Huesca. Lo primero se dio, no así lo segundo. El equipo respondió llevándose los dos puntos, no sin antes sufrir cuando Cangas se puso a uno (28-27), a falta de 12 minutos para el final.
Los navarros metieron la directa y encarrilaron la victoria. Durante ese tramo final, el pabellón, que tanto les ha apoyado en esta complicada temporada, tiró la toalla. Silencio y miradas puestas en los móviles, los cuales trasladaban las malas noticias de las otras pistas involucradas en el descenso.
Las esperanzas del inicio se transformaron en un golpe de realidad. Jugadores al suelo con llanto de rabia e impotencia al ver cómo morían en la orilla. Las más de 1.700 personas se quedaron para dar ofrecer el último cántico a los suyos. “Porque somos el Anaita y esto nunca va a morir”, retumbó.
Además del adiós a Asobal, varios jugadores también disputaron su último partido como verdiblancos. Quique Domínguez, entrenador en las cinco últimas temporadas, defendió los intereses de Anaitasuna por última vez con un amargo final: “Ninguno queríamos este final, de la manera más triste y más dura”.
“Confiábamos en que alguno de los resultados nos pudiese acompañar, pero no se ha dado. Estamos muy dolidos y muy abajo, porque hemos peleado muchísimo y nos ha faltado ese puntito de suerte, de Irún, de haber tenido más fortuna en algún momento”, afirmó un técnico gallego que deseaba “dejar al equipo en Primera”.
Otro que dejará la entidad es Xavi González, uno de los destacados del curso, con 93 goles: “Ahora mismo, es muy difícil analizar todo. Ha sido un año muy complejo de inicio a fin, hemos tenido muchas más cosas malas que buenas, ahora mismo estoy con el corazón roto”.
“Pedir perdón a la afición por las veces que no hemos estado a la altura, pero dar por seguro que este club volverá a estar donde se merece. Nos hemos dejado todo y no hemos podido hacer más”, continuó el canterano internacional de 20 años que cambiará Pamplona por Irun.
El resto de bajas confirmadas continúan con la marcha de Aitor García, capitán del equipo que pondrá rumbo a Logroño, al igual que el guardameta titular, Marco Cancio. El lateral zurdo italo argentino, Nico Zungri, se irá al Puerto Sagunto, mientras que Pablo Castro y Samu Pereiro jugarán en Cangas a las órdenes de Quique Domínguez.
Anaitasuna finalizó en penúltimo lugar (15º), con 8 victorias, 3 empates y 19 derrotas que les condenan a la División de Honor Plata masculina, algo que hasta hace no mucho era impensable, viendo las holgadas permanencias firmadas en los últimos tiempos.
La dirección deportiva deberá trabajar este verano para reestructurar el equipo. Atrás queda el regreso a Asobal de 2011 y las tres participaciones en la Copa EHF, alcanzado incluso los cuartos de final en 2017 ante Magdeburgo. EFE
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