María Pérez Heredia: Decir que vivimos en la cultura de la cancelación es una farsa

La novela 'Fiebre' explora la complejidad de la culpa y la amistad entre mujeres en la cárcel de Zuera, bajo la sombra de secretos y traumas del pasado

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Por Naiare Rodríguez Pérez

Zaragoza, 1 jun (EFE).- La escritora María Pérez Heredia ha asegurado en una entrevista a EFE con motivo de la presentación de su novela 'Fiebre' como secuela de 'Pirineo noir', que aunque se dice que vivimos "en la cultura de la cancelación" es una "farsa" y la ciudadanía no se posiciona tanto porque le cuesta mucho olvidarse de lo malo.

La autora, nacida en Zaragoza en 1994, explora en este libro que se sitúa en la cárcel de Zuera los límites de la amistad entre mujeres, los secretos del pasado y la culpa como parte intrínseca del ser humano.

En este sentido, ha reconocido que "la culpa es diferente para cada uno" y que una persona puede sentirse culpable sin realmente serlo y viceversa.

PREGUNTA: En este libro la cárcel es un espacio de reencuentro. ¿Cómo cambia la tensión narrativa cuando la protagonista necesita de una "villana" para salvarse a sí misma?

RESPUESTA: Es evidente que la pone en una situación incómoda porque la necesita para resolver un caso que la lleva torturando muchos años y sobre el cual tiene ahora una pista para su resolución. Habían sido amigas, pero es Alice la que la ha puesto entre rejas. Entonces es una situación muy tensa que va a ir desarrollándose en una serie de encuentros entre ellas dos en la cárcel de Zuera.

P: Los espacios son un personaje más. ¿Qué le pide cada lugar y cómo estos modulan el clima?

R: Cada lugar tiene unas exigencias literarias diferentes. La cárcel de Zuera es un lugar muy gris y hostil, y creo que eso se transmite a través de unas escenas más tensas, desagradables y más violentas a veces. Reflejan la incomodidad del lugar. Mientras, Biarritz es un lugar muy luminoso en el que van a pasar cosas horribles también. Quería reflejar la dualidad de esos lugares, tan diferentes entre sí, pero que acaban siendo refugios para el mal.

P: La novela arranca con un secreto que regresa 10 años más tarde. ¿El pasado es el mejor asesino en serie?

R: Totalmente. Me gustan mucho esas historias en las que se vuelve al pasado, en las que hay elementos del pasado que entran en el presente para romperlo todo. En este caso, el pasado de Alice es capital en su actualidad y me parecía muy importante jugar con los tiempos en la novela.

P: Alice es escritora y Ana una rea. Son dos proyecciones opuestas. ¿Qué quería mostrar de esta descripción tan diferente entre la culpa y el talento?

R: La culpa es diferente para cada uno. Hay personas que tienen un sentido de la culpa mucho más agudo que otras y, en este libro, encontramos a una Ana presa que no siente culpa ninguna mientras Alice, que es una persona corriente y no ha cometido ningún crimen, siente mucha más culpa por tal vez no haber hecho todo lo que podría haber hecho en el pasado. Los dos personajes son complementarios porque son como las dos caras de una moneda, el mal y el bien, pero hasta qué punto Ana es mala si está dispuesta a ayudar a Alice.

P: ¿Esto se puede trasladar a la vida misma, no?

R: Yo creo que sí, y también a cómo las personas asumen sus traumas o no, cada uno de manera diferente. Por desgracia, parece muy fantasioso, pero casos como el que yo narro en la novela existen en la vida real.

P: ¿Cómo ha sido adentrarse en la mente de una persona culpable y de una persona que así se siente?

R: Es mucho más complicado en el caso de Alice, que se siente culpable y no lo es realmente. En cuanto a Ana es casi divertido porque es un personaje que te saca de tu cotidianeidad y de tu experiencia. Sin embargo, Alice, que parece más mundana, me resulta más incómoda a veces porque lo pasa peor.

P: Hoy en día, ¿cree que tendemos a posicionarnos entre lo blanco y lo negro?

R: Se dice mucho que estamos viviendo en la cultura de la cancelación y que nos posicionamos mucho, pero creo que es una farsa y que la gente no se posiciona tanto. Pienso que cuesta mucho olvidarse de las cosas malas que han hecho algunos hombres.

P: Hay personas que destacan la sororidad entre Alice y Ana. ¿Por qué le atraía poner a prueba esta relación?

R: Me interesaba construir una novela de mujeres, en la que fueran los personajes principales. También quería explorar el espectro de la amistad entre ellas poniéndolas a prueba porque lo que viven es algo muy fuerte y se sale de lo común.

P: Si se llevara a la gran pantalla este libro, ¿qué no podría faltar para que no se perdiera el mensaje?

R: Estaría encantada de que me lo ofrecieran. No estoy en una situación en la que pudiera poner muchos condicionantes porque , realmente, no suelen ser muy flexibles. Pero sí me gustaría que se respetara esa dualidad franco-hispana del personaje. Es importante en el caso de Alice. EFE

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