Madrid, 1 jun (EFE).- La jueza que investiga presuntas agresiones sexuales en el colegio Highlands El Encinar (Madrid) tomará declaración esta semana a varias familias personadas en la causa, en lo que supone el inicio de la toma de testimonios en sede judicial, donde solo declaró el capellán investigado.
Hay previstas declaraciones de varias familias afectadas el lunes y el jueves, tanto de padres como de las víctimas, niñas de 6 y 7 años a las que se tomará testimonio en la denominada cámara Gésel, que es una sala acondicionada para menores en la que son grabadas como prueba preconstituida de cara al resto del proceso.
Ya el día 17 declararán, como testigos, el exdirector del centro -dimitió tras conocerse estos hechos- y dos profesoras.
Esta semana ha trascendido que el colegio ha puesto en conocimiento de la Policía dos posibles casos más de agresión sexual, con lo que ya serían ocho. Se trata de alumnas de Primaria que relataron los hechos durante un curso sobre abusos sexuales organizado recientemente por el colegio, según ha informado el colegio.
Por el momento, la titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid investiga seis agresiones sexuales cometidas presuntamente por el capellán de la escuela, Marcelino A.N., quien fue detenido el pasado 6 de marzo tras la denuncia de una familia a la que luego se han sumado familias.
Durante su declaración ante la jueza de instrucción, el capellán se declaró "perplejo" y "en shock" tras conocer las denuncias de agresión sexual, y aludió como motivo a su pasado como secretario de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo acusado de abuso sexual.
La magistrada decretó la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de las menores denunciantes, así como del centro educativo; la prohibición de comunicarse con ellas por cualquier medio; la entrega del pasaporte y prohibición de salir de España y la prohibición de cualquier actividad que implique contacto regular y directo con menores de edad.
En un primer informe policial, las denunciantes describían que el sacerdote realizaba tocamientos directos en la vagina y les hacía bajar los pantalones parcialmente y la ropa interior a las menores o, de lo contrario, él lo hacía "con cierta agresividad".
Según figura en un segundo documento policial, algunos padres de alumnos del centro educativo transmitieron a la dirección su “inquietud” por el hecho de que el sacerdote estuviera en contacto con menores tras su relación con el fundador de los Legionarios de Cristo, a lo que la subdirectora respondió que en el colegio "asumían el riesgo de que pudiera pasar algo".
Al menos una de la familias afectadas ha pedido que se impute también al exdirector del colegio y a dos profesoras por no haber actuado a tiempo, y que el propio centro y la congregación de Los Legionarios de Cristo, a la que pertenece, sean responsables civiles. EFE
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