València, 29 may (EFE).- El Gobierno, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, ha presentado un plan para la reforma y renaturalización de los cauces afectados por la dana y la protección de las poblaciones que prevé que esté en construcción el próximo año y en el que se calcula una inversión de 530 millones de euros.
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha presentado este jueves en la Universitat Politècnica de València (UPV) los detalles de un plan para la mejora de la resiliencia frente a las inundaciones del territorio afectado.
El plan prevé reformas normativas, una nueva cartografía de riesgos y actuaciones hidráulicas estructurales, con el fin de adaptar el territorio ante la creciente frecuencia de eventos extremos derivados del cambio climático.
Basándose en estudios del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), el plan señala que las precipitaciones que se registraron son "muy superiores a las que los modelos estadísticos permitían predecir como probables", se ha superado lo estimado en la planificación del riesgo y que hubo "amplias zonas urbanas con inundación de hasta tres metros, lo que dificulta cualquier acción".
En referencia a "proyectos maduros", es decir, ya planificados, se contempla el desvío del barranco de La Saleta a su paso por Aldaia y su conexión con una vía verde hasta el nuevo cauce del Túria, por un valor estimado de 90 millones y una previsión del inicio de las obras para 2026.
También cinco actuaciones de protección en el tramo bajo del Júcar (barranco de Casella, Barxeta y núcleo urbano de Cogullada), con un valor estimado de 42 millones e idéntica previsión para el inicio de las obras.
Como nuevos proyectos o iniciativas con "importantes cambios" se enumeran ocho, por un importe total de 335 millones, y el objetivo de que estén licitados este mismo año.
Se trata de obras de protección en Utiel, Buñól y Algemesí, reforestación en el barranco del Poyo y la Saleta, creación de zonas inundables en La Saleta, Poyo y Gallego, una nueva vía verde desde el Poyo al nuevo cauce del Túria, protección de la V-31 y la restauración del encuentro entre el Poyo y l'Albufera.
Al margen de los proyectos mencionados, el referido plan contempla un programa de adaptación de edificios al riesgo de inundaciones, mediante la elevación de accesos o la instalación de puertas estancas o barreras, por un importe total de 60 millones de euros.
"El objetivo es que todas las obras estén licitadas este año, para que se empiecen a implementar durante 2026", ha apuntado la vicepresidenta Sara Aagesen, quien ha insistido en el "compromiso de agilidad" por parte del Gobierno.
Preguntada por si finalmente se descartan grandes infraestructuras, como nuevas presas, la ministra ha señalado que "no hay grandes presas, pero sí obras hidráulicas en los barrancos del Poyo y La Saleta".
"Hablamos también de soluciones basadas en la naturaleza, que son las que recomiendan los expertos", ha concluido. EFE
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