Granada, 29 may (EFE).- El Covirán Granada cierra este viernes la temporada recibiendo en casa al Morabanc Andorra en un partido sin nada en juego, ya que los granadinos están descendidos de forma matemática y los andorranos ya salvados.
El equipo dirigido por Pablo Pin certificó su descenso matemático en la penúltima jornada de la fase regular de la Liga Endesa al perder por 79-67 en la pista del Real Madrid.
Los granadinos estaban en una buena racha de resultados al ganar tres de sus cuatro partidos anteriores, pero su mala situación clasificatoria les condenó definitivamente en el partido ante el líder del pasado domingo.
El Covirán Granada llega a la jornada final de la competición penúltimo clasificado, que es el puesto en el que va a quedar, con nueve triunfos, que son dos de ventaja sobre el Leyma Coruña y a dos de una salvación que marca el Basquet Girona.
Ser penúltimo le permitiría una posible repesca de la ACB caso de que algún ascendido no cumpla con las exigencias económicas de la liga, un supuesto en el que se confía poco desde la entidad.
El único objetivo que se plantea ante el Morabanc Andorra es despedirse de la máxima categoría, tras tres temporadas militando en ella, de la mejor forma posible y dando una alegría a su fiel afición.
Pablo Pin cuenta para el partido con la importante baja del pívot francés Amine Noua, jugador más valorado del equipo y el que más minutos juega de toda la Liga Endesa de media.
Pin avanzó que el galo lleva casi dos meses jugando lesionado y con molestias arrastradas desde hace mucho tiempo, por lo que tendrá descanso en el último partido de la temporada.
Además, el técnico tendrá que hacer dos descartes para el choque, que seguramente sean el estadounidense Samuel Griffin y el puertorriqueño Gian Clavell, como en pasados partidos.
Entre que la hora del partido no acompaña, a media tarde de un día laborable, y que no hay nada en juego, el Palacio de los Deportes registrará una de las peores entradas de la temporada. EFE
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