Logroño, 29 may (EFE).- El acusado de matar a un técnico sanitario y herir a otras cinco personas en un atropello múltiple en Haro (La Rioja) en 2023 tenía "totalmente anulada la capacidad de entender lo que pasaba a su alrededor y no tenía capacidad de decisión libre, con una conducta enajenada por su enfermedad", han declarado dos médicos forenses.
Ambos forenses han declarado este jueves como peritos en la cuarta jornada del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de La Rioja por el atropello múltiple ocurrido la noche del 4 de septiembre de 2023 en un aparcamiento del centro de salud de Haro reservado a los profesionales sanitarios.
Por estos hechos, el fiscal acusa al conductor que causó el atropello, quien padece esquizofrenia paranoide y reside en Basauri (Vizcaya), de ser el presunto autor de un delito de asesinato y de otros cinco en grado de tentativa, por los que pide una sentencia absolutoria y un plazo máximo de 25 años de internamiento médico.
La defensa de este hombre solicita su absolución con una medida de libertad vigilada por su enfermedad; y las acusaciones particulares reclaman diversas penas, que oscilan entre 74 y 12 años de prisión, con 5 de libertad vigilada.
Los médicos que le evaluaron siete semanas después, a finales de octubre de 2023, han constatado que "el brote psicótico permanecía inalterable", lo que "da idea de la gravedad de su patología", a pesar de estar medicado, ya que "toda su vida giraba en torno a una trama de persecución", con un complot del Gobierno y la Ertzaintza en su contra para hacerle daño.
El acusado tenía "una distorsión del juicio de la realidad, que percibe de manera anómala, porque no se ajusta a lo que está ocurriendo, de modo que interpreta la cosas de manera diferente a cómo pasan", han relatado.
En su entrevista con estos forenses, el procesado manifestó "angustia emocional" porque aún pensaba que lo iban a matar.
Han indicado que, en su delirio de que es víctima de un complot y que va a sufrir un ataque, una persona con esquizofrenia paranoide pude tomar decisiones "conforme a lo que cree que está ocurriendo y reaccionar desde la distorsión de su realidad".
En esta situación, han afirmado que pudo arremeter contra los sanitarios agrupados en el aparcamiento del centro de salud porque su uniforme es similar a los que llevan los agentes de la Ertzaintza.
"Su conducta fue impulsiva, no elaborada en días previos, no fue algo premeditado. Después del atropello se queda quieto, no se defiende, no pone excusas, es todo muy esquizofrénico", han apuntado.
La víctima murió casi en el acto
Por otra parte, el forense que hizo la autopsia al técnico sanitario que falleció ha dicho que murió de forma "casi instantánea" por el traumatismo craneoencéfalico causado tras caer de cabeza, después de ser despedido varios metros hacia delante por el impacto del coche.
Ha añadido que, por la velocidad a la que circulaba el vehículo, que no ha podido precisar, "podría haber causado más muertes".
El procesado, quien no ha estado presente en las otras tres sesiones celebradas esta semana, ya que su defensa argumentó que su psiquiatra desaconsejaba su presencia en la sala de vistas, ha comparecido este jueves durante unos minutos para comunicar que se acogía a su derecho a no declarar en el juicio. EFE