Málaga, 27 may (EFE).- Los tres jóvenes integrantes de una célula criminal a la que se le atribuyen robos con fuerza en domicilios de las provincias de Málaga y Granada, cometidos de diversas formas y que incluyen golpes de 50.000 euros en joyas, han sido detenidos y han ingresado en prisión.
Agentes de la Policía Nacional han arrestado en Málaga a los tres, de origen sudamericano y de entre 24 y 25 años, que habrían consumado los robos en viviendas habitadas: siete en la capital malagueña, tres en Torremolinos, uno en Rincón de la Victoria, otro en Alhaurín de la Torre, uno en Coín, todos ellos en la provincia de Málaga, y otro en Otura (Granada).
Alternaban técnicas de escalo y otras de forzamiento de puertas y ventanas para acceder a los inmuebles, según ha informado este martes la Comisaría Provincial de Policía en Málaga.
La investigación continúa abierta, ya que la banda podría estar relacionada con otros ilícitos penales en otras provincias dado su carácter itinerante.
Esta operación, denominada 'Haya-Mónaco', se inició el pasado otoño al recibirse un cúmulo de denuncias por robos en domicilios que presentaban patrones comunes.
Los primeros tuvieron lugar en Málaga capital, en zonas residenciales de Carlos Haya, Churriana, Limonar y Puerto de la Torre, y la vecina Torremolinos.
De las primeras pesquisas, los agentes llegaron a conclusiones en cuanto a las preferencias de los asaltantes que, si bien perpetrarían los primeros robos en pisos, luego optarían por chalets con cierres perimetrales.
Mientras uno realizaba funciones de conducción y vigilancias, otros dos serían autores materiales de los robos con herramientas del tipo destornilladores, 'patas de cabra' y gatos hidráulicos.
Los investigadores descubrieron que en un inicio los asaltantes contaron con el apoyo logístico de varios compatriotas afincados en Benalmádena, aunque posteriormente habían fijado su centro de operaciones en un apartamento turístico de Torrox (Málaga), desde donde se desplazaban para perpetrar los robos.
No constan enfrentamientos con los moradores de los inmuebles, evitaban cualquier tipo de confrontación con los habitantes de las viviendas objeto de robo al actuar en horario diurno mientras estaban fuera de casa.
Tras la práctica de un registro domiciliario en el apartamento, los agentes intervinieron numerosas joyas, dinero, herramientas y ropa utilizada en los hechos delictivos y muchos de los efectos recuperados ya han sido entregados a sus legítimos propietarios. EFE