Seis años de cárcel por abusar de dos sobrinas menores tras reconocerlo y pagar 55.000 euros

Un hombre condenado a seis años de prisión por abusos sexuales continuados a sus sobrinas menores, reconoce los hechos y paga 55.000 euros en indemnización a las víctimas

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La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a un total de seis años de cárcel a un hombre por abusar sexualmente de dos sobrinas menores desde que tenían siete de edad. El acusado se ha confesado autor de los hechos antes del juicio, previsto este lunes y martes. Y además de declararse culpable, ha consignado los 55.000 euros de indemnización reclamados para las víctimas, por lo que ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía, que pedía 18 años de prisión.

En concreto, antes de la vista oral, en la Sección Tercera, y según la conformidad alcanzada entre las partes, se ha impuesto al procesado un año y medio de encarcelamiento por uno de los dos delitos continuados de abuso sexual a menor de trece años con abuso de superioridad, y cuatro años y medio en el otro, en el que hubo acceso carnal.

Previamente, el ministerio público pedía seis y doce años, respectivamente, así como 35.000 y 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños morales causados y secuelas psicológicas que padecen ambas, cuantía que ha sido abonada en su integridad por lo que se ha aplicado la atenuante muy cualificada de reparación del daño.

Además, en la sentencia, sobre la que se ha decretado la firmeza, se recogen el resto de penas solicitadas por esta acusación antes del plenario: alejamiento y prohibición de comunicar con las denunciantes durante veinte años -siete respecto de la mayor y trece sobre la menor- así como diez años en cada caso de libertad vigilada tras salir de prisión, tal y como ha informado el tribunal a los medios al acabar la vista de conformidad, que se ha celebrado a puerta cerrada.

UN SECRETO

Según el relato de hechos que se llevará a la sentencia -que impone el pago de las costas judiciales al implicado pero que no recoge la posible suspensión de condena, sobre lo que se decidirá en fase de ejecución- el hombre aprovechaba que su sobrina, de siete años, iba a su casa y se quedaba de forma habitual a pasar los fines de semana con él y con su esposa para realizar los actos enjuiciados.

Así, "con claro ánimo libidinoso y de atentar contra la libertad sexual" de la menor, "aprovechando que su mujer se había ausentado del domicilio o dormía profundamente", entraba en el dormitorio donde dormía la niña y "le realizaba tocamientos por todo el cuerpo, por debajo de la ropa hasta llegar a sus genitales".

El acusado realizó estos hechos desde que la víctima tenía siete u ocho años y hasta que tuvo la menstruación, "sirviéndose de la relación de parentesco existente entre ellos y diciéndole que no lo contara porque era un secreto".

Fruto de estas acciones, la menor presentó un cuadro agudo reactivo de tipo ansioso-estresante y actualmente tiene rasgos de personalidad de evitación y rechazo a las relaciones interpersonales.

UN JUEGO

Cuando dejó de ir a casa del acusado, su hermana -cinco años más pequeña- empezó a la edad de siete a acudir a la vivienda de sus tíos, con los que también se quedaba a dormir de forma habitual.

El hombre procedió de forma similar, si bien en este caso obligaba a la niña a masturbarle y a hacerle felaciones, llegando incluso a introducirle dedos en la vagina.

Igualmente, realizó estos hechos de forma reiterada hasta que la menor tuvo la menstruación y que le decía "que no contara lo que ocurría porque nadie lo podía saber, dado que era un juego exclusivo de ellos dos".

A consecuencia de ello, la chica presentó un cuadro afectivo reactivo de componente ansioso y de evitación, acudiendo a urgencias en varias ocasiones por cuadros clínicos inespecíficos compatibles con episodios de somatización. Actualmente persiste un estado ansioso con somatizaciones cuando se expone a reuniones familiares.

Ambas presentaron denuncia cuando ya eran mayores de edad.