Los restos de Santa Teresa salen a las calles de Alba antes de regresar a su sepulcro

Los frailes carmelitas realizan un solemne traslado de los restos de Santa Teresa de Jesús, cerrando dos semanas de veneración histórica en Alba de Tormes y concluyendo un ambicioso proyecto científico

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Alba de Tormes (Salamanca), 26 may (EFE).- Los restos de Santa Teresa de Jesús han salido este lunes de manera extraordinaria por las calles de Alba de Tormes (Salamanca), en solemne traslado antes de volver al sepulcro tras dos semanas de histórica veneración pública que han atraído a peregrinos y visitantes de todo el mundo.

Los frailes carmelitas la han portado desde la Basílica de la Anunciación, por la plaza de Santa Teresa, plaza Mayor, Museo Carmus, hasta el camarín del sepulcro, con las monjas carmelitas detrás y el acompañamiento de la banda de la villa ducal.

Con esta procesión, que han contemplado locales y visitantes, se completan así los actos especiales por el estudio científico sobre Santa Teresa, un exhaustivo proyecto internacional.

El sepulcro de Santa Teresa de Jesús (1515-1582) ha sido abierto en varias ocasiones por distintos motivos, la última en agosto del pasado año para el estudio de sus restos, pero la veneración pública de las dos últimas semanas en la Anunciación ha tenido carácter histórico.

Los restos de la santa (cabeza y pie), protegidos en su sepulcro con una lama de vidrio transparente, mantienen el mismo aspecto que tenía en una apertura de 1914, aunque en aquel momento duró solamente unas horas.

Durante estos catorce días, la basílica ha permanecido abierta de 9 a 22 horas para acoger a peregrinos, fieles y visitantes que desearan acercarse al sepulcro de la santa, participar en celebraciones litúrgicas, actos culturales y espacios de oración.

Con el fin de la veneración pública concluyen los actos especiales que han arropado un ambicioso proyecto en el que la ciencia y la mística se han unido para, entre otros trabajos, reconstruir el rostro original de Santa Teresa cuando tenía alrededor de 50 años.

Era armónico, sereno y dulce, plasmado en un busto de terracota que fue presentado al mundo a finales de marzo pasado de forma simultánea desde Alba de Tormes, Roma y Australia.

La reconstrucción del rostro es uno de los frutos de un estudio hecho en Australia a partir de sus restos mortales momificados por el antropólogo italiano Luigi Capasso, tras la apertura del sepulcro de Santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes después de 110 años, ya que la última vez que ocurrió fue en 1914.