Barcelona, 26 may (EFE).- La Generalitat de Cataluña sustituirá la actual Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), con más de 8.000 menores bajo su responsabilidad, por una nueva dirección más centrada en la prevención y el seguimiento de casos, tras los casos de abusos a menores y adjudicaciones irregulares.
La futura Dirección General de Prevención y Protección de la Infancia y la Adolescencia (DGPPIA) contratará a 300 nuevos profesionales y tendrá dos subdirecciones.
Estas se encargarán de revisar incidencias y asegurar el control de la gestión de concesiones y ayudas para evitar nuevas irregularidades como las que investigan desde la Oficina Antifraude y la Sindicatura de Comptes.
Así lo ha explicado la consellera de Derechos Sociales e Inclusión, Mònica Martínez Bravo, cuyo departamento se ha visto obligado a acelerar la necesaria reforma de la institución a raíz de la polémica de la niña bajo su guarda abusada por una red pederasta en 2021.
La consellera ha defendido que esta reformulación es fruto de una "larga reflexión en los últimos meses" y que no se trata de un "plan exprés", si bien ha reconocido que "las últimas noticias" les han llevado a "acelerar" el proceso. La nueva DGPPIA empezará a existir el próximo 3 de junio.
Martínez Bravo ha puesto en valor el trabajo de los educadores y del personal de la DGAIA, quienes se habrían visto desbordados por un 70 % más de tutelados y extutelados en una sola década y sin que se redimensionara al mismo ritmo la administración.
Esa circunstancia, ha apuntado, habría provocado "una excesiva externalización" en ámbitos como las prestaciones sociales que otorgaba la entidad.
Uno de los cambios más destacados con los que se pretenderá evitar irregularidades de gestión del pasado, pasa por quitar las contrataciones y ayudas que antes adjudicaba directamente la DGAIA hacia otras direcciones generales del Departamento de Derechos Sociales e Inclusión.
El nuevo enfoque del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia también incluirá equipos más pequeños para dar mejor seguimiento a cada caso, así como establecer canales para que los propios trabajadores que identifiquen incidentes o áreas de mejora puedan hacerlas saber.
Por otro lado, habrá una unidad concreta que hará análisis y seguimiento de los "incidentes más graves". También se desarrollará un código ético en continua revisión para la institución vigile que no haya incompatibilidades, entre otras cuestiones. EFE