El Dux Logroño vuelve a ganar al Cacereño y asciende a la Liga F

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Logroño, 25 may (EFE).- El Dux Logroño jugará la próxima campaña en la máxima categoría del fútbol femenino español tras conseguir su segunda victoria consecutiva en la final de ascenso, por 3-1 sobre el Cacereño, tras haber vencido en la ida por 0-3.

Con esa ventaja el equipo de Logroño tenía muchos números para ascender en su casa, pero aún así jugó un partido sin concesiones, dominó a su rival y se hizo merecedor de regresar a una categoría que dejó hace cuatro años.

Así, consiguió su segundo ascenso a la máxima categoría del fútbol femenino español, por cierto con el mismo ocupante del banquillo que cuando ascendió antes, el técnico riojano Héctor Blanco.

Todo estaba dispuesto para celebrar el ascenso desde bastante antes de comenzar la contienda, con fiesta en la abarrotada grada del campo de Pradoviejo en la que nadie, salvo una pequeña representación del Cacereño, dudaba de que el equipo de Logroño iba a subir.

Además, el equipo que dirige Héctor Blanco evitó cualquier sorpresa de la mejor manera que se puede hacer y la más espectacular para la afición.

Las riojanas dominaron el partido, se plantaron mejor sobre el campo y se fueron al ataque en busca de goles que les permitieran estar más tranquilas todavía. Además, tenía clara la fórmula, porque como ha demostrado todo el año el físico de sus jugadoras es una ventaja en las jugadas de estrategia.

En el minuto 21, en el quinto saque de esquina que botaban las riojanas (varios de ellos con mucho peligro) fue Mía Asenjo la más lista en el área e hizo el 1-0.

Ella misma, junto a la chilena Sonya Keefe, fabricó la jugada que acabó en el 2-0 -con remate final de la segunda- en el minuto 39 y aceleró más la fiesta.

En la segunda mitad, con todo resuelto, el 3-0 llegó en otra jugada de estrategia culminada de nuevo por Sonya Keefe en el minuto 57.

Poco a poco fueron pasando los minutos -con gol de las extremeñas, en el 83, de Nora Torresy también a balón parado-, a la espera de la verdadera fiesta, que estalló nada más que la colegiada pitó el final.

La grada para entonces ya bailaba al ritmo de la charanga y entonces todas las jugadoras se fundieron en un abrazo en el centro de campo, empezaron a bailar, a cantar y a sacar los nervios acumulados durante una temporada en la que tenían todas las miradas puestas en ellas para ascender.

Desde este lunes llega el momento de dar un verdadero paso adelante de la mano de los empresarios argentinos que controlan el club desde hace poco más de medio año y que deben seguir demostrando la ambiciosa apuesta de la que hablaron cuando comprado el club y que, de momento, han cumplido con una plantilla para ascender y una ciudad deportiva. EFE

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