Cinco familias reciben los restos de víctimas exhumadas de una fosa de Nigüelas (Granada)

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Granada, 25 may (EFE).- Las familias de cinco víctimas fusiladas hace 89 años en Nigüelas (Granada) han recibido los restos exhumados de una fosa común en un acto en el que han reclamado justicia para los represaliados.

Cerca de dos centenares de personas han arropado a los familiares durante la entrega de los restos de las víctimas efectuada este sábado en la Casa de la Cultura de Nigüelas, un acto en el que los familiares han reclamado su derecho a enterrar y recordar a las víctimas "para que el fascismo no vuelva a asesinar la democracia".

El laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada (UGR) identificó el pasado marzo los restos de cinco asesinados hace 89 años, víctimas y enterrados en una fosa común.

Se trata de Juan Antonio Pérez Ortega, Francisco Tito Mingorance, Francisco Ruiz Pérez, Ángel Matarán Muñoz y su hijo, Alfonso Matarán de Vicente, que fueron secuestrados, asesinados y hechos desaparecer por el fascismo.

En el acto han participado dos de los responsables de la exhumación de la fosa, el historiador e investigador Alfredo Ortega López y el arqueólogo miembro del proyecto multidisciplinar ArqueoAntro, Alejandro Calpe Vicente, encargados de explicar el trabajo desarrollado en la fosa.

También ha participado la periodista y escritora Nieves Concostrina, que ha reclamado el reconocimiento de las víctimas de la ultraderecha y la recuperación de la memoria histórica en los centros educativos.

El equipo ArqueoAntro ha actuado en esta fosa común con veinte víctimas, una zanja de metro y medio de profundidad en la que todos los represaliados presentaban signos de violencia, muchos maniatados y con impactos de proyectil, y algunos de entre 14 y 18 años.

Entre las víctimas identificadas están el maestro de Alhendín Ángel Matarán, fusilado junto a su hijo Alfonso el 13 de agosto de 1936, acusado de mantener una actitud antirreligiosa por cerrar los balcones de la escuela cuando pasaba una procesión.

El maestro también fue acusado de retirar los crucifijos de su escuela, tal y como ordenaba una circular del Ministerio de Instrucción Pública en pos de una enseñanza laica.

Cuando fueron asesinados, el maestro tenía 49 años y su hijo 19, un episodio que hizo que la viuda, maestra que fue apartada de la enseñanza, se refugiase en el barrio granadino del Albaicín.

El acto de entrega de los restos a sus familiares contó además con la música del cantaor Juan Pinilla Martín, acompañado a la guitarra por Pablo Escudero; y del cantante de Niños Mutantes, Juan Alberto Martínez Yáñez, acompañado al piano por Toni Jiménez, con una composición inédita dedicada a las víctimas.

Juan Antonio Pérez Ortega fue asesinado de varios tiros en la nuca delante de sus hijos, mientras que Francisco Tito Mingorance, guardia civil, fue secuestrado y ejecutado por sus compañeros y su rastro se borró de los registros de este cuerpo armado. EFE

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