Marcos Díaz
Zaragoza, 25 may (EFE).- Decía Nayim hace unos días que lo que distinguía a La Romareda era su gente y no el envoltorio. Y este domingo, la afición blanquilla ha demostrado lo que es en la despedida de su feudo, a la que ha dicho 'adiós' con victoria ante el Deportivo y incluida la salvación.
Lo ha hecho con paciencia, empuje y fidelidad, pero también con dignidad y exigencia, después de una mala campaña en la que el equipo ha jugado con fuego y el fantasma de bajar a Primera RFEF no se ha esfumado hasta la penúltima jornada.
En el apoteosis blanquiazul, que ha concluido con invasión de campo y muchos aficionados saliendo del estadio con su asiento, el propio Francho ha reconocido la grandeza de la afición.
"Lo bueno que tiene este equipo, este club, sois vosotros. La Romareda nunca ha fallado", ha destacado el capitán nada más acabar el encuentro.
De esta forma, aunque la afición no estaba para fiestas, ha acabado celebrando el triunfo, la salvación y, sobre todo, el fin de una etapa en la vieja Romareda.
La despedida del estadio y las urgencias deportivas eran, por sí mismas, razones suficientes para llenar el campo. Los hinchas, desde luego, cumplieron con creces al agotar las localidades a las pocas horas de salir a la venta, el martes.
Y, ya horas antes de que empezara el choque, el trasiego de zaragocistas en las inmediaciones del viejo feudo era palpable.
"Hoy también soy del Racing" (el rival en la jornada del Eldense) o "tenemos que llegar a Castellón salvados" eran frases que se repetían en las barras y las terrazas.
En ellas, camisetas con dorsales de clásicos como Nayim y Poyet se mezclaban con otros como los de Javi Ros, Samaras, Kagawa o Jair, dando así testimonio popular del recorrido del equipo en los últimos años.
Allí, el aficionado Óscar Ferrer admitía vivir estos momentos "con sentimientos encontrados". "Por una parte da pena despedirse de La Romareda, pero por otra también tengo muchas ganas de que empiecen las obras y ver un campo a la altura de la ciudad", explicaba.
Porque, para Artigas, "La Romareda está en un estado que es impropio de la ciudad que representa".
"Pero sobre todo -continuaba este aficionado- estamos temerosos de que el Zaragoza baje de categoría porque la temporada ha sido lamentable y no tenemos claro que esto vaya a acabar bien, la verdad".
A pesar de ese escepticismo tan aragonés, la procesión de los hinchas iba por dentro y en cuanto el autobús del equipo enfiló la calle Luis Bermejo, una marea blanquilla salía al paso.
Fue justo a las 17.00 horas cuando el humo blanco y azul de las bengalas ha teñido el ambiente, mientras los 'Zaragoza, alé' y los petardos se dejaban escuchar con fuerza.
Un recibimiento de afición 'grande', de los que muestran el verdadero corazón de sangre azul del equipo, a pesar de sumar demasiados años sufriendo en Segunda.
Hora y media después, el balón rodaba por última vez en el municipal con el saque de honor. Lo protagonizaron Severino Reija, miembro de aquellos 'magníficos' que hicieron brillar al club a mediados del pasado siglo, y Jesús Abril, socio número 3 del Zaragoza, que suma 76 años como abonado.
Con el himno cantado a pulmón y un mosaico blanquiazul recibieron las 24.000 almas presentes a los jugadores, mientras un tifo en el fondo norte dejaba claro el sentimiento zaragocista hacia su casa: "La Romareda siempre será mi estadio".
El comienzo renqueante del partido y el gol que ponía al Eldense por delante en el Nuevo Pepico Amat ponía nerviosa a una afición que empezaba a sacar la calculadora.
Porque al Zaragoza no le bastaba con empatar para salvarse si los de Elda sumaban los tres puntos. Como es lógico, las dudas se notaban tanto en la grada como en el césped, donde los jugadores ofrecían un fútbol escaso y timorato. "Tenía que ser así"
Con el 0-0 se fue el partido al descanso; a esas alturas, el resultado valía, pero no convencía. La sensación era que el viejo campo merecía una despedida más digna, tanto en lo futbolístico como en lo anímico.
La segunda mitad rompió esa dinámica y en el minuto 56 el tanto de Patino en propia meta daba la salvación momentánea y una despedida con victoria para el vetusto estadio. Ahí, sí, La Romareda gritó gol y respiró a partes iguales. "Tenía que ser así, un gol en propia", decía, con sorna, un aficionado.
Con el pitido final, en el minuto 95, la grada estalló, pero también mostró al momento su malestar a una directiva a la que algunos sectores pidieron su dimisión.
Tras el reproche, el violinista y abonado Juan Marco interpretó el himno del Zaragoza.
Fue antes de que Francho, el 'magnífico' Canario, la abonada número 13, Mari Carmen Gonzalo, la joven aficionada Alexia Serban y dos jugadores de la cantera soltaran unos globos blancos y azules para simbolizar ese adiós del estadio.
"Ha sido una temporada muy difícil, mala, para qué mentir", admitía el capitán blanquillo. "Queremos pediros disculpas", añadía Francho, que se encontró tras ello con los aplausos de la grada.
Una aprobación amplificada al anunciar que seguirá en el equipo: "Renuevo con el club de mi vida. ¡Os quiero mucho y aúpa Zaragoza siempre!".
Tras ello, ha comenzado el trasiego de aficionados al césped. Las piezas más preciadas, trozos de césped, de red y asientos de las gradas.
Todo ello, a pesar de los anuncios por megafonía que avisaban de que estaba "terminantemente prohibido" hacerlo.
Con esa imagen, la del tapete de La Romareda llena de su gente, ha dado su último baile el estadio. Un trocito de historia del fútbol español que se va para renacer en 2027. EFE
(foto)
3100389
Últimas Noticias
28-19. El Bera Bera doblega a Elche y está a un paso del título de liga
1-2 El Valencia castiga al Real Madrid con un gol en el descuento para alcanzar la final
Los taxistas madrileños se manifiestan contra las 8.500 nuevas autorizaciones de VTC
La Universidad de A Coruña prevé impartir Medicina a partir del curso 2027/2028
La delegación de europarlamentarios en Barbate manifiesta su determinación a abordar las actividades del narcotráfico
La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo se reúne en Algeciras para abordar la lucha contra el narcotráfico y potenciar la seguridad en el Estrecho, recibiendo aportes locales sobre la problemática
